29. ¿A dónde vamos?

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Empiezo a caminar rápido al estacionamiento para buscar mi auto ,
al llegar recuerdo que él tiene las llaves de mi auto y no podré irme con el hasta que me los devuelva, me quedo mirándolo y él simplemente me ignora pasando por mi lado para abrir la puerta del copiloto de su auto, era un hermoso BMW seria 7 de color azul oscuro. Me sentía hipnotizado con aquel auto, era realmente hermoso, mi auto comparado con el suyo no tiene nada que ver.
Mi curiosidad me ha traicionado, hasta el punto de verme sentado en el asiento del copiloto, mientras veo a Emilio subirse en el auto, para luego encenderlo enseguida, el motor sonaba de maravilla y eso me gustaba.

Estaba admirando de la forma más discreta, ya que nunca me había subido en un auto como este. Aunque sea jefe de neurocirugía, mi presupuesto no me daba para cambiar mi auto a un auto como este, ya que aún estoy pagando todavía por la compra de mi departamento. Y además me enorgullece mi Aston Martin DB5, fue mi primer auto y lo compré yo mismo. Tuve que trabajar muchas horas y en distintos trabajos al mismo tiempo para poder comprarlo, mi sueño era comprar mi primer auto y mi primera casa con mi propio esfuerzo, así que todo lo que me propuse lo he cumplido hasta el momento.

—¿ A dónde vamos? – pregunto al ver que la dirección no era hacia mi departamento – esa no era la ruta para llegar a mi departamento, además estoy seguro de que no necesito darte la dirección, ya has estado allí – dije cruzándome de brazos.

— A comer – dice muy tranquilo.

— Son más de la una de la mañana, no encontraremos nada abierto a esta hora – dije y lo que digo es la verdad.

— Iremos a mí casa – dice de nuevo tranquilamente.

—¿A tu casa?, No quiero ir a tu casa – dije poniendome nervioso de nuevo.

— Muy bien, podemos ir a la tuya entonces – dice girando levemente su rostro hacia mi.

— Yo ... Lo siento, no tuve tiempo para ir al supermercado y llenar mi despensa – dije viendo hacia la ventana del auto.

—Bien, mi casa entonces –dice.

El camino que falta para llegar a su casa , nos quedamos en un total y absoluto silencio. Ninguno dice algo, yo no hablaba más por la incomodidad y sobre todo la vergüenza que siento al pensar que me vio en ropa interior y él....
Bueno, él simplemente no habla por qué es una persona tan fría. Una vez que llegamos a su enorme casa, que por cierto parece más una mansión y una muy hermosa. Estaciona el auto en el garaje y lo apaga. Iba a bajarme, cuando veo que, de forma muy rápida, Emilio ya me estaba abriendo la puerta del auto.

— Amm.... Gracias – dije sorprendido al salir de su auto.

— Sígueme – dice una vez que cierra la puerta.

Entramos a su casa y esperé a que me dijera que debía hacer, ya que prácticamente soy un intruso y no el dueño del lugar. Deje mi maletín en la entrada, me sentía extremadamente nervioso por estar a solas en su casa, aunque ya he estado aquí a solas con él... Pero está vez es diferente, ya que estoy cien por ciento.... No al mil por ciento, consciente de lo que hago, no como aquella vez, en la que solo recuerdo que discutimos sobre su propuesta.

— Ponte cómodo ahora veulvo – dice desapareciendo de mi vista.

Como no quería ser considerado como un chismoso, ni una persona que solo tiene interés en merodear por su casa, me siento en el enorme sofá que hay en la sala y lo espero. Saco mi teléfono de mi bolsillo, reviso por si tengo alguna llamada o mensaje, pero no, no tenía nada. Así que entre un poco a mis redes sociales para distraerme mientras aparecía Emilio, no sé qué es lo que iba hacer, me da curiosidad, sin embargo me obligo a esperar que aparezca por su cuenta.

— La cena está lista – dice apareciendo por fin luego de 40 minutos de espera, honestamente ya me estaba quedando dormido, pero me obligue a despertar al escucharlo hablar.

— Gracias – dije levantandome para seguirlo hasta el comedor.

— Prepare algo ligero, es muy tarde – dice sentándome.

— Está bien, se ve delicioso – dije sentándome a su lado.

Cenamos en total silencio, la cena estuvo deliciosa, jamás pensé que uno de los más grandes empresarios nada mas y nada menos que Emilio Osorio, fuera un excelente chef en la cocina. Mientras comía está deliciosa comida hecha por él, me empecé a sentir muy somnoliento.

— Ve a la sala, estaré contigo en unos minutos – dice levantándose de la mesa cuando terminamos de comer.

— Déjame ayudarte – dije bostezando.

— Ve a la sala y espérame allí – dice.

—Pero .... No pude decir más ya que fui interrumpido por él.

—¡Joaquín!

Su tono de voz me intimidó un poco, así que preferí obedecer. No tengo ánimos para discutir con él, así que me levanto de la silla y me dirijo a la sala, para esperarlo de nuevo. Me sentía extremadamente cansado, trate de esperarlo despierto, ya que aún nos faltaba hablar sobre el contrato para firmarlo de inmediato, en caso de que todo estuviera correcto o de lo contrario, ver qué correcciones se deben realizar para después discutirlo de nuevo y ver si finalmente se puede firmar por ambas partes. No sé cuántos minutos pasaron pero no pude resistir más, mis ojos se sentían muy pesados y comenzaba a quedarme dormido. Sentí como alguien me levantaba de dónde está recostado, abrí un poco los ojos y vi como Emilio me cargaba al estilo princesa. Otra vez me sentí protegido entre sus brazos, ese sentimiento hace que me sienta muy tranquilo y caiga rápidamente en los brazos de Morfeo.



Hola hola, ¿Cómo están?

Aquí está un nuevo capítulo de esta historia

Pobrecito Joaquín el todo avergonzado porque Emilio lo vio en ropa interior
Ay si el supiera 😏🤭🤭

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now