7. Nececito relajarme

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Cuando ya me encontraba más calmado luego de todo lo que había pasado, tomé mis cosas y me fui a casa. Mañana tenía turno en la noche, así que tenía planeado ir al club para eliminar mi estrés, pero esta vez no le dire a Nikolas que me acompañe, quiero ir solo y divertirme.

Me subí a mi auto y me fui a casa, al llegar estaciono el auto y fui a mi departamento, al entrar dejo mi maletín en la entrada junto con las lleves.
Fui a mi habitación, me quite la ropa y entre al baño. Necesitaba una ducha que me ayudara despejar la mente luego de varios minutos, salí y me arregle para ir al club.

Una hora más tarde, me encontraba ingresado al club.
Fui al barra por algo de beber, esta noche pensaba beber algo fuerte para quitarme el mal sabor que me había dejado el idiota de Mauricio.
Lo odio tanto, me entregue a él de muchas formas y el muy imbécil hizo lo que quiso conmigo.

Luego de unos minutos de beber mi trago, fui hasta la salas en las que te permitían participar sin problema alguno
Entre a una habitación que estaba al final , ahí había una mujer siendo dominada por dos hombres haciendo un trío, me senté en una silla que se encontraba en un rincón para observar la escena, era realmente excitante.

Observé durante varios minutos, pero empezaba a aburrirme, así que salí de la habitación iba a volver a la barra por otro trago y ver qué hombre disponible estaba en esa sala, para despejar mi mente, necesito relajarme y más por lo sucedido el día de hoy.

Mientras caminaba de regreso, sentí que me rodeaban la cintura y me hacían girar, mi pecho tocaba el pecho de aquel extraño, su olor me parecía conocido, pero no lograba ver quien es, ya que en la zona que estábamos es la más oscura de todo el club.

—Tu otra vez – dice el extraño.
—¿Discupla? – dije sin entender a que se refería.
—Tu otra vez – dice nuevamente cerca de mi oído

Esa voz, sin duda alguna pertenece al extraño de aquella vez, este hombre es realmente bueno en lo que hace, gracias a eso tuve que recurrir a usar uno de mis juguetes favoritos para calmar mi cuerpo
Es solo hecho de recordar ese momento siento como mi cuerpo se humedece , me siento ansioso de tenerlo nuevamente entre mis piernas.

—¿Qué crees qué haces? – dije con fingido enojo.
—Deseo tenerte de nuevo – dice besando mi cuello lentamente.
—Lo siento, no repito con nadie – dije tratando de soltarme de sus brazos, pero me es casi imposible.

—¿Estás seguro que no quieres repetir? – dice con ironía.
— Totalmente – dije, aunque la verdad no estaba tan seguro.
—Muy bien tú te lo pierdes – dice soltándome de repente.

Por alguna extraña razón sentí
un vacío dentro de mi, mi corazón no dejaba de latir fuerte, me sentí solo y no entendía el por qué. Vi como aquel hombre desaparecía ante mis ojos.
Hasta el momento, no he podido saber quien es aquel extraño, me genera demasiada intriga saber su identidad, pero no puedo romper mis reglas.
No se repite lo que sucede con un extraño, no se besa, no digas tu nombre. Me estaba repitiendo mis tres reglas más importantes, pero caigo en cuenta que ya rompí una de ellas, lo he besado, la primera vez que estuvimos juntos lo besé.

—Maldición – olvídalo Joaquín no vuelvas a romper tus reglas –me dije a mí mismo.
Me quedé unos minutos para calmarme en aquel pasillo, fui hasta la sala principal para ver si aún estaba ahí, pero que tonto..... ni siquiera sé cómo es su rostro, ¿ como pretendo encontrarlo?, además.... ¿Qué pensaba decirle al encontrarlo?

Me acerqué a la barra y pedí un whisky doble, su voz no dejaba de sonar en mi mente, las imágenes de que sucedió aquella vez que estuvimos juntos con lo que acaba de pasar, tampoco dejaban de pasar por mi mente.

Estaba tan perdido en mis pensamientos, que no había notado que un hombre se había acercado a mí con intenciones de divertirse conmigo. No escuchaba nada de lo que decía, solo lo tomé de su mano y lo llevé a una habitación oscura, necesitaba relajarme y olvidarme de aquel sujeto.

Llevaba más de viente minutos con este nuevo extraño, pero no sentía nada. No me estaba produciendo ninguna sensación placentera, no dejaba de pasar en aquel hombre, no dejaba de pensar en la forma en que me había hecho ver las estrellas.
Debo irme, me estaba sintiendo usado, a pesar de que fui yo el que dio inicio a esto. Detuve el hombre que estaba entre mis piernas, me lo quité de encima y me levanté de la cama, me puse mi ropa y me fui.

Salí del club y me dirigí a mi auto, me subí y me quedé pesando por qué no fui capaz de sentir algo durante los minutos que estaba con el otro hombre. Estaba furioso, todo era culpa de aquel desconocido, encendí el auto y me fui a casa, durante el trayecto no dejaba de pensar en lo idiota que era por querer volver a estar entre los brazos de aquel hombre que me hizo ver las estrellas hace días atrás.

Al llegar a casa estaba furioso con aquel hombre, pero sobre todo conmigo mismo, no podía creer que me fue imposible relajarme y disfrutar de un buen sexo esta noche. Mi mal humor iba creciendo a medida que recordaba todo lo qué pasó hoy.
Fui a mi habitación, me cambié de ropa en una más comoda, me estaba cambiando cuando mi teléfono suena, sacándome de mis pensamientos.

—Hola – dije sin ver quien era.
—Hola pequeño – era Nikolas
— Hola Niko – dije.
—¿Como estas? – preguntó el.
—Mal, ha sido un terrible día para mi – dije suspirando.
—¿Que sucede? – dice.
Mauricio fue al hospital hoy, el muy imbécil se apareció en mi oficina, ¿puedes creerlo?– dije sintiéndome más furioso de lo que ya estaba.

—¿Qué?, no puedo creer que hizo eso – dice enojado.
—Lo sé, pero eso no es todo –dije
—¿Qué más ha pasado? –preguntó con curiosidad.
—Me abofeteó, el idiota se atrevió abofetearme en mi oficina. ¡ EN MI OFICINA! – dije este último casi a gritos.
—Ese hijo de.... sabia que quería insultarlo.
—Es más que eso – dije entrando a la cocina, con mi teléfono pegado a la oreja.
—¿Estás en tu casa? – preguntó.
—Si, llegue hace poco – respondí.
— Voy para allá – dice.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin