92.¿Hiciste lo correcto?

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Maratón 1/5 ?

Seguía viendo la foto de la ecografía, hasta que escucho a Emilio hablar.

— Joaquín. . . Ahora que estamos casados, ¿qué harás con tu apartamento? - pregunta.

— Mmm. . . Creo que me gustaría conservarlo - dije.

— Está bien - dice él.

—¿Dónde viviremos? - pregunto.

— En la mansión principal de los Osorio, ahora es nuestra - dice.

— Tuya - corrijo.
— Nuestra - insiste.
— No, no lo es - dije.

— Joaquín, ahora eres mi esposo, es normal que también seas el dueño de lo que tengo - dice serio Emilio.

— Pero no lo quiero - dije.

—¿Por qué no? - pregunta.

— Porque prefiero conseguir mis propias cosas yo solo - dije.

— Aún así, eres mi esposo y estás en todo tu derecho - dice.

— No me case contigo por tu dinero - dije enojado.

—Lo sé, no es eso lo que quise decir. Es normal que en un matrimonio todo se comparta - dice.

— Ya lo sé, pero no me siento bien con eso - dije suspirando

— De acuerdo, no voy a insistir más - suspira - pero ten en cuenta que lo mío es tuyo desde el momento en el que firmamos él acta de matrimonio - dice Emilio.

— Preferiría que se lo dejarás a nuestro hijo, al fin y al cabo, será él quien herede lo que tú y yo construyamos desde este momento - dije.

— Lo sé y tienes razón en eso, pero ahora eres dueño del veinte por ciento de la herencia de mi abuelo - dice Emilio muy tranquilo

—¡¿Cómo dices?! - pregunté alarmado.

— Mi abuelo ha decidido heredarte el veinte por ciento de su fortuna, parece qué quiere compensarte por el daño causado por su hijo, además, de que te tiene mucho aprecio y cariño - dice Emilio.

— Pero. . . - no sabía que decir.

— Pero nada, piensa en nuestro hijo - dice.

— No me chantajees con eso - dije con fingido enojo.

— No lo hago - dice.

— Si lo haces - digo.

— Que no - dice el de nuevo.

— Que si - digo yo.

— Duramos un rato así entre sí y no, ninguno quería ceder. Al fin Emilio gana, me rindo ante su insistencia, pero hablaré con Samuel al respecto. No importa lo que haya hecho su hijo en mi contra, yo no tengo interés en su dinero, solo me interesa estar al lado suyo y de mi nuevo esposo.

—¿Puedes llevarme a ver a Samuel? - pregunto - quiero verlo - digo.

— Claro, voy a pedir una silla de rudas. Aunque recuerda que no debes esforzarte mucho - dice.

— Lo sé, prometo ser bueno - dije parpadeando varias veces haciendo que Emilio se ría.

—¿Te han dicho que te ves más sexi cuando sonríes? - pregunto coquetamente.

— No señor Osorio - dice él.

— Me gusta cómo suena eso confieso.

— Acostúmbrate - dice.

Emilio salió en busca de una silla de ruedas para poder ir a ver a Samuel, cuando regreso me ayudo sentarme en la silla y vamos hasta la habitación de su abuelo. Entramos y vimos que Samuel estaba dormido y solamente estaba la madre de Emilio acompañándolo.

— Hola saludó tímidamente.

— Hola querido - se acerca - lamento todo lo que mi esposo te ha hecho, perdóname - dice.

— No tiene que preocuparse, no es su culpa - dije y era la verdad.

— Si es mi culpa, debí haber tenido más valor para hacer algo, sabía que te haría algo en cualquier momento, por eso. . . Por eso, me quedé a su lado - dice y veo como las lágrimas resbalan por su hermoso rostro.

—¿Lo hizo por amor, no es así? - pregunto.

— Así es - dice ella sin atreverse a los ojos de su hijo.

—¿A eso te referías cuando te pedía que te divorciaras y me decía que no? - pregunta Emilio.

— Si, no podía divorciarme hasta descubrir que era lo que él estaba planeando. Sabía de sus amantes, pero no podía decirte que sabía que decías la verdad, cuando lo enfrentabas. Tuve que mentir y ponerme de su lado, aunque sabía que eso te lastimaría. Lo lamento mucho hijo - dice la señora llorando.

Veo como a Emilio se le dificulta hablar, sin embargo, se acerca despacio a ella y la cubre con aquellos brazos, en los que yo me siento tan protegido. Su madre llora desconsoladamente entre los brazos de Emilio, creo que su dolor es más por la indiferencia que sufrió por parte de su hijo, pero el valor que tuvo para soportar humillaciones solo para salvar a su hijo, es admirable.

Cuando la señora se calma, escuchamos a Samuel pedir agua. La madre de Emilio se acerca hasta la pequeña mesa que había al lado de la camilla, sirve en vaso con agua y le ayuda a Samuel para que pueda beber. Emilio empuja la silla para acercarme a Samuel, espero que acabe con su bebida y le tomó la mano.

—¿Cómo te sientes Samuel? - le pregunto.

— Estoy bien querido - dice - ¿qué te ha pasado? - pregunta al verme en bata y sentado en una silla de ruedas.

— Es uña larga historia - dije.

— ¿Qué recuerdas abuelo? - le pregunta Emilio.

— Lo lamento - suspira - cuando saliste a buscar a Joaquín, recibí una llamada de un sujeto diciéndome que se vengaría, no entendí a qué se refería. Colgó la llamada y entonces decidí llamar a mi gran amigo para ayudarme a redactar de nuevo el testamento, después que la llamada terminara empecé a sentir un fuerte dolor en mi pecho, y no recuerdo más - dice -¿por qué estás lastimado Joaquín? - pregunta

— Tu hijo está siendo procesado y va a ir a la cárcel por una larga temporada - dice Emilio con odio.

— Emilio - susurre. No quería que Samuel recayera por contarle todo lo sucedido.

—¿Qué ha hecho? - pregunta Samuel tranquilo.

— Ha secuestrado a Joaquín junto con dos cómplices más, y casi lo matan y también ha intentado matarte, poniendo arsénico en tu comida - dice de golpe.

—¡Emilio! - lo regaño.

—¿Hiciste lo correcto? - pregunta Samuel.

— Por supuesto - le responde Emilio.

—Entonces está bien, a partir de este momento, Ernesto ya no es mi hijo, ya no será un Osorio. Su conexión con nuestra familia, está quebrada - dice Samuel como si nada.


Hola, hola , ¿cómo están?

Volví y debido a las fiestas navideñas decidí darles un maratón de esta historia espero les guste 🤗🤗

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now