22. Bienvenidos a su nuevo hogar.

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Antes de irme a dormir, me aseguro de que la puerta tenga puesto todos los seguros que había instalado Niko, cuando compré el departamento solo tenía un seguro. Pero la primera vez que Mauricio se apareció en mi edificio, Nikolas instaló dos seguros más a la puerta. Me sentía muy agradecido con mi mejor amigo por quererme y cuidarme, antes me hubiera parecido algo exagerado, pero teniendo en cuenta todo lo que paso creo que hasta sería capaz colocarle otro seguro extra.

Me sentía demasiado agotado, fui la baño y me tomé una pastilla para dormir, no quería que las pesadillas volvieran a  mí, pero al tocar mi cama caí en brazos de Morfeo, las pastillas hicieron su efecto.
Me desperté a las diez de la mañana con mucha hambre, lo primero que hice al levantarme de la cama, fue ir al baño hacer mis necesidades y darme una ducha, y luego preparé un desayuno ligero.

Al terminar mi desayuno, busque en internet la dirección de la fundación para poder ir por mi nuevo amigo o amiga, aún no me decidí si quiero adoptar un gato o una gata. Siempre me gustaron los animales, pero nunca me atreví a tener uno, primero porque no quería tener problemas con mis padres adoptivos, ya que cuando era más pequeño mi madre biológica me dio una paliza por haberle dicho que quería un perro, así que después tuve miedo de que mis nuevos padres hicieran lo mismo por pedirles una mascota.

Cuando estuve en la universidad, fui voluntario en un refugio de animales, ayude a cuidar de ellos, participe en eventos de caridad para la recolección de dinero, para poder conseguir el alimento, casas y medicamentos para ellos, además de ayudar a buscarles un hogar. Como no pude una mascota, me conformaba con ser voluntario en aquel refugio, ahora mi trabajo me permite tener uno, pero como no puedo cuidar de un perro, optaré por un gato.

Antes de llegar al refugio, pase a comprar las cosas que mi nuevo amigo necesitará en su nuevo hogar, desde alimentos hasta juguetes. Mientras compraba las cosas le escribí a mi antigua compañera de la fundación Ana, para que me ayudara a buscar un gato y poder adoptarlo, ella me ofreció su ayuda y dijo que me enseñaría los gatos que están refugiados para ver con cuál sentía una conexión.

Llegue antes de las doce al refugio, pregunté por Ana y minutos después, ella apareció con su bata puesta. No ha cambiado nada, ella sigue una hermosa rubia de ojos azules, alta y delgada, estudio veterinaria y es la actual encargada de este refugio, además de que sigue siendo muy carismática.

— Hola Joaquín, tiempo sin verte – dice saludándome con un fuerte abrazo.
— Hola Ana, han pasado cuatro años desde la última vez que nos vimos. Lamento mucho haber estado tan perdido, mi trabajo me consume por completo – dije a modo de disculpa.
— No te preocupes, no pasa nada. Cuéntame, ¿ aún deseas adoptar un gato? – pregunta.


— Si, sabes que siempre quise hacerlo, pero nunca había podido. Ahora que tengo la oportunidad, me gustaría adoptar a unos de los gatos que tienes aquí – dije sonriendo.
— Entiendo, bueno.... de hecho, hace casi un mes, llegaron dos hermosos gatos, los encontraron tirados en una caja en la calle, cerca del basurero. Una señora los encontró antes de que murieran de hipotermia, pertenecen a una misma cría. La madre de los gatos estaba muerta al lado de sus hijos – su historia me pone triste.

— Eso es muy triste – dije.
— Lo es, ahora están más grandes y están bien cuidados, aunque la verdad ellos son inseparables. Si te soy honesta, no creo que sea conveniente separarlos, los otros gatos que teníamos ya fueron adoptados, aún sabiendo eso, ¿ todavía te gustaría verlos ? – pregunta.
— Claro, me gustaría mucho –dije.


Fuimos hasta la habitación en la que estaban ambos gatos, Ana me dijo que tenían aproximadamente dos meses. Dijo que el gato de manchas blancas era un macho, mientras que el gato de tres colores era una hembra.
Pude ver que los gatos no se movían de su cama, parecían estar tristes, me dio mucho pesar verlos así. Ahora entiendo lo que Ana había dicho, separarlos sería difícil para ellos, el haber perder a su madre, era de por sí triste y doloroso para ellos, y si se llegan a separar será peor.

— Me los llevo – le digo a Ana.
— ¿ Estás seguro de querer llevarte a los dos ? – pregunta incrédula.
— Si, no me gusta la idea de separarlos, será difícil para ellos si lo hago.
Tengo espacio suficiente en mi departamento, así que podré tener a los dos sin problema – dije con una sonrisa.
— De acuerdo, traeré los papeles de adopción. Gracias Joaquín – dijo dándome un abrazo.

Media hora después salí con mis nuevas mascotas, tuve que volver a la veterinaria por otra cama, más alimentos, menos mal ya había comprado muchos juguetes, así que no tendré que comprar más de esos.
Hice también que los examinaran para ver que sus estados eran buenos, los han desparasitado y vacunado a cada uno.

He llamado al machito como Manchitas, por las múltiples manchas blancas que había en su pelaje, y a la hembra la he llamado Estrella, ya que sus ojos parecen unas estrellas.
Llegamos a mi departamento, los dejé salir de su guacal, acomodé los juguetes en un rincón de la sala, instale su arena y camas, le puse comida y agua suficiente para los dos. Al ver que todo estaba listo, sonreí por la felicidad que sentía con ellos aquí.
Bienvenidos a su nuevo hogar chiquitines – dije como si ellos me entendieran.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now