53. Me deje llevar.

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Era un nuevo día y al despertar me doy cuenta que Roy había enviado el nuevo contrato a mi correo. Lo leo y veo que todo está en orden, esta noche pasaré por Joaquín a su trabajo para cenar juntos. Al entrar en la cocina por mi desayuno, reviso en el refrigerador si estaba todo lo que necesito para la cena de esta noche. Pensaba en invitarlo a cenar a un restaurante de lujo, pero él había dicho que tenía turno hasta media noche, así que pensaba preparar la cena yo.

Durante todo el día me concentro en adelantar todo el trabajo que tenía atrasado. Esta noche quería tener tiempo para Joaquín, quería concentrarme en él cuando nos viéramos. Al llegar la noche me doy cuenta que son más de las diez y tengo que ir por Joaquín. Tomó las llaves del auto, mi chaqueta negra de cuero y voy al hospital por Joaquín. Hoy decidí no vestirme tan formal, ya que para nuestro reunión no lo vi necesario. Llegué a las once y treinta tres de la noche al hospital, camino directo hasta su oficina, sin necesidad de preguntarle a las enfermeras por él.

— Está visto que este hombre olvida cerrar su oficina cuando sale - digo al ver que estaba la puerta sin seguro de nuevo.

Entro despacio y me llevo la sorpresa de que nuevamente esta durmiendo en ese pequeño sofá que tenía ahí. Me quito la chaqueta al ver que su cuerpo temblaba por el frío y se la coloco encima. Beso sus dulces labios, creo que me ha vuelto un adicto a él y a sus labios. Me alejo antes de que despierte y lo veo dormir. Algo me dice que esto será algo que haré seguido, disfruto hacerlo sin que lo sepa.

Cuándo abre los ojos se sienta asustado al verme, me pregunta qué hago en su oficina y la hora. Él se levanta y va al baño, me ofrezco llevarlo a casa, después podríamos hablar sobre el contrato, quería que descansara. Él seguía insistiendo en que no era necesario, pero yo quería hacerlo. Me levanto del asiento para dejarle en claro que lo llevaré aunque no quiera y me doy cuenta que no cerro por completo la puerta del baño por lo somnoliento que estaba. Vi su cuerpo, era perfecto. Estaba solo en ropa interior y se veía sexi en ella, siento como mi miembro se despierta rápidamente. Mi deseo por él se activa de inmediato, él se da cuenta que lo he visto en ropa interior y me grita.

—¡No mires! - grita cerrando rápido la puerta del baño.

Sonrió al ver lo apenado que estaba por haberle visto vestido de esa forma. Espero pacientemente a que salga del baño y decido burlarme un poco de él.

— Linda ropa interior - le digo con una sonrisa pícara en mi rostro.

— No sé de qué hablas - dice evitando mi mirada.

Me acerco a él despacio, me acerco a su oído y le digo que él sabía muy bien de que estaba hablando. Acercaba más mi cuerpo al de él, quería que supiera lo que excitado que me tenía, pero él me pide que me aleje.

Le quito las llaves del auto para evitar que se vaya en su auto, podía tener un accidente, ya que seguía un poco dormido, aunque creo que ya debe estar despierto por mi cercanía. Él me pregunta que era lo que estaba haciendo, decido decirle que habíamos acordado cenar esta noche para hablar del contrato, pero que me lleve la sorpresa de que estaba durmiendo y tuve que esperar a que despertara. Atrapó su cuerpo entre el mío y la pared para evitar que se alejara de mí, vi lo nervioso que estaba. Tartamudeaba por los nervios, cómo me encantaba verlo así. . .
Le digo que no me gusta repetir las cosas y eso es muy cierto, odio hacerlo. Dirijo mi mirada a su pecho y él repite la misma frase de cuando lo vi en ropa interior.

— ¡ No me mires así! - dice poniendo sus manos sobre su pecho arreglando su camisa.

Caminamos hasta mi auto subimos y vamos rumbo a mi casa. Me pone feliz verlo como admiraba mi auto, entonces una idea pasa por mi mente. Si acepta casarse conmigo, no dudaría en darle todo lo que me pidiera y eso incluye un auto nuevo. Juro que tirare a la basura esa cosa que tiene por auto.

Al llegar a casa le digo que puede esperar mientras preparaba la cena. Él insiste en ayudarme, pero quiero sorprenderlo. Cuando termine de preparar la cena, voy a buscarlo para comer. Cenamos en silencio, no sabía que decir ni cómo actuar, me estaba sintiendo nervioso, algo que nunca me ha pasado.  Al terminar de comer, le digo que espere en la sala mientras que limpiaba todo el desorden que había hecho, él insiste en querer ayudarme, pero me niego. Cuando termino de organizar todo, camino hasta la sala para hablar del contrato, pero veo que Joaquín se ha quedado dormido.

Lo cargo en mis brazos para llevarlo a la habitación en la que ha dormido antes cuando estuvo aquí. Lo dejo despacio en la cama y cubro su cuerpo para que no coja un resfriado, ya que la noche era fría. Me siento a su lado para admirarlo y decidí acostarme a su lado, al menos por un rato. Al despertar eran las tres de la madrugada, me doy cuenta que Joaquín tenía su cuerpo enredado en el mío y no tenía su ropa puesta, estaba prácticamente desnudo, solo tenía su sexi ropa interior. Me levanto de la cama antes de cometer un error, cubro su cuerpo y me voy a mi habitación, necesitaba liberar la tensión que tengo desde ayer.

Para eso, entro al baño y hago algo que nunca me ha gustado hacer, masturbarme. . . No tuve más opción que hacerlo, mi cuerpo necesitaba liberarse y no podía hacerlo mío, ni podía llamar a alguien más estando Joaquín aquí. Después de esa liberación, bajo a mi despacho para distraer mi mente. Unas horas después escucho gritar mi nombre, salgo de mi despacho y lo veo caminar hacia mí.

—¿Qué me hiciste? - me pregunta furioso.

No sabía a qué se refiere, hasta que me pregunta por su ropa. Luego caigo en cuenta que estaba solo en ropa interior frente a mí, sin ningún pudor. Traté de resistirme, pero él no se da cuenta que me estaba excitando al estar así frente a mí. Seguimos discutiendo sobre su ropa y yo no pude alejar mi vista de su cuerpo de su pecho.

— ¡Deja de verme el pecho! - me grita.

— Entonces no debiste aparecerte así frente a mí - dije acercándome a él.

Él seguía sin darse cuenta que era lo que pasaba, hasta que por fin se dio cuenta de cómo estaba vestido. Lo tenía de nuevo acorralado entre la pared y mi cuerpo. No pude resistirme más, y lo besé. . . ¡Demonios!. . . . Esté hombre me tiene loco, inicie un beso suave, pero mis ansias por él me llevaron a besarlo ferozmente, coloco una mano en su nuca para hacer que no se alejara de mí, mientras que la otra la iba bajando por su espalda para acercarlo más a mí. Quería que sintiera mi miembro excitado por él, quería que supiera cuánto lo deseaba. Se sentía bien tenerlo así, se sentía de maravilla. Continuó con el beso y logró escuchar leves gemidos de su parte, era lo más hermoso que había escuchado en mi vida.

— Debemos detenernos - susurra.

Cuando dice eso, caigo en cuenta que me deje llevar. Quería continuar, pero no podía ser. Estaba en un enorme debate. . . Al final me separo de él y me voy dejándolo solo. . .

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now