40. Rechazado.

477 62 8
                                    






No sé por cuánto tiempo estuve parado cerca de la ventana de mi oficina. Analizando cada una de las palabras que salieron de la boca de mi abuelo y su propuesta. Sabía que no estaba jugando, todo lo que dijo era la verdad. ¿Por qué el destino o quien sea me sigue insistiendo estar cerca de ese hombre?. . .


—¡Maldita sea! - digo. Y luego escucho a alguien entrar en mi oficina sin permiso.

— Señor Osorio - dice nerviosa mi secretaria.

— ¿Qué quieres? - digo fuerte

— S- su re-reunión co- comienza en diez minutos - dice agachando la mirada.

— Cancela la reunión y todas mis citas de mañana, no vendré a la oficina. Yo te aviso cuando volveré, mejor programa todo lo de esta semana para la siguiente - dije volteando mi mirada hacia la ventana.

— Si señor - dice para luego salir corriendo de mi oficina.

Me pongo mi saco y acomodo mi corbata, si mi abuelo quiere que haga mío a Joaquín Bondoni, muy bien que así sea. No es precisamente la forma en como quiero hacerlo, pero no tengo opción. Salgo de mi oficina dando un portazo, veo que mi acción asusta a mi secretaria ya que soltó un grito por el susto que le di, al igual que todos los que estaban cerca. Camino rápido al ascensor, aprieto el botón que me lleva hasta el estacionamiento, voy hasta mi auto y subo en el. Enciendo el auto y me dirijo al hospital, al llegar me estaciono cerca de la entrada principal. Me bajo y camino hasta la recepción para preguntar por él, pero no veo a nadie esta prácticamente vacío. No tengo idea de donde está metido todo el personal y eso me enfurece. Empiezo a caminar buscando a alguien que me indique cómo llegar a la oficina de Joaquín y veo una enfermera.

— Joaquín Bondoni - digo.

— Disculpe - dice una mujer de estatura baja.

— Estoy buscando la oficina de el doctor Joaquín Bondoni -digo.

— Su oficina queda en el cuatro piso, al final del pasillo, puerta a la derecha - dice.

— Dígale que lo espero ahí - dije sin importarme qué iba a decir.

Empecé a caminar por donde me había indicado la enfermera, no me importó tocar la puerta y entre. Miré el lugar, había un sofá que se veía pequeño para alguien como yo, su escritorio estaba ordenado, en el había una foto familiar, estaba él y dos personas más, supongo que deben ser sus padres. Me acerco a la ventana para mirar la ciudad, mientras espero a que él venga. Unos minutos después escucho que alguien entra y no me digno en girar mi cuerpo, por una extraña razón mi cuerpo ya sabía que era él y no alguien extraño.

— Disculpe, ¿quien es usted y qué hace en mi oficina? - pregunta.

— Primero se saluda, ¿no lo crees? - dije sin voltearme.

—¿Piensa quedarse viendo por la ventana o me dirá que quiere y quien es usted? - por su tono de voz diría que esta enojado.

— Veo que sigue siendo el mismo - dije al recordar la noche en que me había rechazado, su tono de voz era igual, entre enojado y indignado.

— No estoy para bromas, si no me dirá que hace aquí, entonces debe retirarse de mi oficina - lo que dice me ha causado gracia.

— Vengo a proponerte algo - dije girando mi cuerpo al fin para verlo, se veía hermoso.

— Acaso, ¿Usted es el nieto de Samuel? - pregunta sorprendido.

— Así es, mi nombre es Emilio Osorio, soy. . . - no pude seguir hablando, ya que me interrumpió y eso me enojo demasiado.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora