97. La noticia.

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✨NARRA JOAQUÍN✨

Estaba emocionado, demasiado emocionado la verdad. No me esperaba que Emilio, el hombre más frío y arrogante me propusiera matrimonio de una forma tan romántica, pero lo ha hecho.

Cuando me dijo que saldríamos a cenar, pensé que simplemente sería una cena normal para luego volver a casa, pero nunca creí que decoraría el lugar de la forma en que lo hizo y sobre todo no lo creí capaz de arrodillarse para decir esas palabras. Cuando me pregunto si quería casarme con él de nuevo, no lo dude ni un segundo lo amo, deseo ser feliz y sé que a su lado voy a ser el hombre más feliz. Quería contarles a todos la noticia, mientras regresamos a casa, hablamos sobre la boda.

—¿Cuándo te gustaría que fuera la boda? - me pregunta Emilio.

— Mmm. . . No lo sé, solo sé que no quiero hacerlo cuando me vea gordo y tenga mis piernas hinchadas, que están seguro que me harán caminar como un pingüino - dije pensativo.

—¿Un pingüino? - pregunta Emilio y se ríe a carcajadas, algo extraño en él.

— No te burlas - digo enojado.

— Lo siento, pero cariño ten por seguro que serás un hermoso pingüino -dice tomando mi mano para besarla.

— Lo digo enserio, no quiero verme caminando como un pingüino o como una ballena - digo enojándome.

— Está bien, ¿qué te parece si lo hacemos en un mes? - pregunta.

—¿Un mes? - pregunto sorprendido.

— Si - dice él.

— Es demasiado pronto, pero como no quiero una boda exagerada, me parece bien en un mes - digo.

— Bien, será en un mes. Yo me encargo - dice Emilio.

—¿Tú lo harás? - pregunta sorprendido.

— Si, ¿hay algo de malo? - pregunta.

— No, es solo que me sorprende que te encargues, no me lo esperaba creí que me dejarías a mí encargarme de todo - digo.

— Estás embarazado y sabes que debes estar en reposo, así que yo lo haré - dice sin soltar mi mano.

— Está bien, si deseas hacerlo por mí está bien - digo - pero que sepas que odio estar en reposo - agrego.

— Pero tienes que hacerlo, el embarazo es riesgoso y lo sabes - dice suspirando.

— Lo sé, pero es muy aburrido estar encerrado entre cuatro paredes viendo solo la tele - digo.

— Está bien, te dejaré hacer algunas cosas, pero nada que sea pesado, ni nada que debas esforzarte demasiado, ¿Está bien? - dice viéndome unos segundos, para después regresar su mirada hacia la carretera.

— Está bien, es un trato - digo sonriendo.

Al llegar a casa, le dimos la noticia a todos. Samuel fue el más feliz de todos. Él adoraba a su nieto y me ha demostrado que también me aprecia demasiado, al igual que yo a él. Mi mamá se sorprendió mucho con la noticia, ya que cuando les confesamos del embarazo, también les habíamos dicho que legalmente ya estábamos casados, por lo cual recibí un fuerte regaño de su parte. Por eso ahora se sorprendió al saber que nos vamos a casar de nuevo.

—¿No se supone que ya están casados? - pregunta incrédula

— Si, lo estamos pero queremos hacer la ceremonia de nuevo para que todos asistan - digo.

—¡Oh!, qué alegría - dice mi mamá.

—¿Me ayudas elegir un traje?- pregunto.

— Por supuesto que si - dice ella feliz.

—Papá, ¿Tu que dices? - pregunto al verlo tan serio.

— Si tú eres feliz, yo también lo seré - dice.

Todos seguimos hablando sobre la boda, mi mamá y Samuel querían que hiciéramos una boda a lo grande, pero Emilio y yo queremos algo sencillo, mientras que mi papá no decía nada.

*** *** ***

Ya era hora de ir a dormir, me doy una ducha y me aplico mis cremas para el rostro y el cuerpo, mientras que Emilio se duchaba. Me acuesto en mi lado de la cama y retomo la lectura de uno de mis libros favoritos, Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. Estaba tan enfocado en mi libro, que no me di cuenta que Emilio ya se encontraba acostado a mi lado, esperando a que me diera cuenta de su presencia.

—¿Vas a ignorarme toda la noche? - pregunta Emilio un poco enojado.

— Lo siento, es solo que estaba muy concentrado - digo enseñando el libro.

— Lo sé, ven es hora de dormir - dice Emilio.

— Si - contesto

Dejo el libro en la mesita de noche, apago la lámpara, al igual que Emilio. Me acomodo apoyando mi cabeza sobre el pecho de Emilio, él abraza mi cuerpo y caigo en un sueño profundo. A media noche me despierto debido a un dolor fuerte en mi vientre, me sujeto y trato de no gritar. Enciendo la lámpara y veo sangre que bajaba por mis piernas, cuando veo la sangre eso hace que me preocupe mucho por mi bebé.

—¡Emilio! - ¡Emilio despierta!

—¿Qué pasa? - pregunta somnoliento y yo me retuerzo del dolor.

—¡Diablos como duele! - grito.

Mi grito hace que Emilio se despierte del todo, veo preocupación en sus ojos, cuando me ve sangrando. Se levanta de golpe y me toma en brazos para correr al hospital. Sentía un dolor tan grande, que mis gritos despertaron a todos en la casa.

—¿Qué pasa? - pregunta mi mamá.

— Duele mucho - es lo único que puedo decir.

— No lo sé, está sangrando - dice Emilio corriendo conmigo en sus brazos.

Me sube al auto con cuidado, enciende el auto y yo no sabía que temer más, si por que algo andaba mal con mi bebé o que podíamos estrellarnos por la forma en como conducía. Cuando llegamos al hospital, Emilio vuelve a cargarme y corre en busca de ayuda.

—¡Necesito ayuda! - grita.

—¿Qué ha sucedido? - pregunta el doctor de turno, del cual no recordaba su nombre.

— Mi esposo está, embarazado y está sangrando - dice Emilio con miedo en su voz.

—¡Rápido una silla de ruedas! - grito el doctor.

Todo era un caos, sentía que mis fuerzas se debilitaban más y más, de pronto mis ojos se sentían pesados, al igual que mi cuerpo.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now