35.¿Grosero?

485 63 87
                                    





Luego de lo ocurrido esta noche, regresé a mi casa y no pude dejar de pensar en él, en la forma en cual se había entregado a mí, era difícil dejar de pensar en eso. Repetía una y otra vez en mi cabeza imágenes de él, desnudo, gimiendo y pudiendo más. Debo de dejar de pensar en él, no puedo permitir que siga invadiendo mi mente. Me fui a mi habitación, me quité la ropa y me acosté. Traté de dormir, pero me fue imposible. No podía dejar de pensar en él.

— Supongo que puedo ir al hospital para saber de él - digo pensando en voz alta.

No lograba conciliar el sueño, eran más de las cuatro de la mañana y yo no había podido dormir nada. Me levanté furioso de la cama, me puse ropa y fui al gimnasio personal qué hay al final del pasillo del primer piso, quizás algo de ejercicio me ayudará a dejar de pensar en él y poder dormir aunque sea unas horas

Eran las once de la mañana, cuando me debatía entre ir al hospital o quedarme en la oficina. Después de tanto meditarlo, termino subiendo en mi auto y enciendo para llegar a la dirección del hospital lo más rápido posible. Al llegar voy directo a la habitación de mi abuelo para visitarlo, luego iré a buscarlo, para saber si estaba bien.

—¿Qué haces aquí muchacho? - pregunta mi abuelo al verme llegar.

— También me alegro de verte - dije con sarcasmo entrando en la habitación.

— Sabes que me hace feliz verte, solo que no te esperaba hasta que terminaras de trabajar - dice haciéndome señas para que me siente a su lado.

— Es que no hay mucho trabajo para hacer hoy - No sabía que otra excusa usar, pero por la forma en como lo dije parece que me ha creído.

— Está bien - dice.

— ¿Cómo te sientes? – dije sentándome a su lado.

— Estoy bien - sonríe.

— Roy me ayudará a conseguir otro médico para que te haga una consulta completa, para tener una segunda opinión - dije cruzándome de brazos.

— Emilio, hijo ya te lo dije. Fui con otros médicos antes de venir con Joaquín, todos tienen la misma opinión - dice suspirando.

—¿Joaquín? - pregunto alzando una ceja.

— Si, Joaquín - dice

— ¿Desde cuándo son tan amigos? - pregunto con curiosidad.

— Desde que nos conocimos, es un buen muchacho, me agrada mucho - dice sonriendo por lo visto realmente le agrada.

— Ya veo - dije.

—¿Qué opinas de él? - pregunta de repente.

—¿Qué opinó? - pregunto sin entender lo que quiere decirme.

— Si, ¿qué opinas? - vuelve a preguntar.

— No lo sé, no lo conozco - dije con indiferencia y recuerdos de lo que hicimos ayer asaltan mi mente.

— Deberías invitarlo a salir - dice mi abuelo sacándome de mis pensamientos y sorprendiéndome.

— ¿Invitarlo a salir? - pregunto sorprendido.

— Si, invitarlo a salir - dice volviendo su mirada al libro que hay en sus manos.

— No lo haré - dije levantándome de la silla.

—¿ Por qué no? - pregunta dejando el libro a un lado de nuevo.

—Porque es tu doctor - dije metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon