68. Una oportunidad.

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Salí del baño hecho una furia, pero también lastimado por haber escuchado a Emilio diciendo que pensó en la posibilidad de casarse con otra persona. Baje las escaleras y antes de bajar el último escalón ahí estaba Samuel.

— Querido, ¿podemos hablar?- dice con dulzura.

— Yo. . . - dije.

— Joaquín - escucho a Emilio llamarme.

— Claro - le digo a Samuel, ignorando a Emilio.

— Sígueme - dice Samuel.

—Abuelo - dice Emilio llegando a lado nuestro.

— Quédate en la sala con los demás, ahora volvemos - dice Samuel.

— Pero. . . - dice Emilio.

— Pero nada, obedece - dice - vamos Joaquín - me dice a mi

Samuel puso su mano en mi espalda, para indicarme el camino. Ninguno dice nada, entramos en una habitación que parecía ser un despacho.

— Siéntate por favor - dice señalando una de las sillas que estaba frente al escritorio y hago caso.

— Samuel, yo. . . - me interrumpe.

— Por favor escúchame - dice- lamento si te hice sentir incómodo cuando dije que quería tener bisnietos. Nadie conoce mejor que tú mi estado de salud, debo reconocer que pensar en la idea de verte casado con mi nieto y teniendo hijos, me ha alegrado mucho, aunque fuera solo una ilusión - agrega.

— Samuel - dije.
— Por favor, permíteme terminar de hablar. Mi nieto nunca tuvo el amor de su padre, siempre fue despreciado por él. Cometí muchas errores con mi hijo, errores que no quiero cometer con mi nieto. Quiero que sea él quien herede todo, nadie es más apto que él para eso. La razón por la cual Emilio se acercó a ti, es para poder asegurar su herencia. Lamento mucho que te engañamos de esa manera, pero la razón por la cual yo lo hice, es porque tengo el presentimiento de que eres el hombre indicado para él - dice Samuel - yo no sabía que decir ante su discurso.

—¿Indicado? - pregunto.

— Sí, desde que Emilio se acercó a ti, pude ver un cambio en él, sus ojos están brillando cuando habla de ti, sonríe más, se preocupa por ti, es feliz estando a tu lado. Emilio no va a reconocer nada de lo que te digo, porque es muy terco orgulloso. Tuvo una mala experiencia en el amor y su referencia de amor que obtuvo de sus padres, no fue la más indicada, por eso se le dificulta dejar de un lado su orgullo. Por favor Joaquín, te lo pido, acepta ser mi nieto y su esposo. Dale una oportunidad, yo sé que los dos serán felices, estoy más que seguro de que su destino es estar juntos - dice sonriendo mientras sostenía mi mano.

— Pero Samuel, apenas nos estamos conociendo, no sé si realmente sea cierto eso de estar destinados. Admito que tu nieto me gusta, pero no sé si estamos preparados para un matrimonio - digo.

— Lo entiendo, créeme que lo entiendo. En su momento yo tampoco creí que estaba preparado para el matrimonio o para ser padre, tuve dudas y miedo. Es normal sentirlo, pero con el tiempo te das cuenta que uno no nace preparado, solo aprendes a hacerlo. Sé que ustedes dos se gustan, daté una oportunidad para ser feliz, te lo mereces - dice y pude ver honestidad y sinceridad en cada una de sus palabras.

— Yo. . . . Lo pensaré - dije al fin.

Hablamos unos minutos más, hasta que decidimos que teníamos volver con los demás. Las palabras de Samuel no dejaban de sonar en mi cabeza, nunca pensé en llegar a casarme, siempre me he negado ante la idea, debido a mis experiencias pasadas. Entramos en la sala de estar, y todos los presentes excepto Emilio y su madre me veían con cierto odio, al menos eso fue lo que me pareció. Emilio se acerca a mí y trata de tomarme la mano, pero no sé lo permito.

—¿Padre ahora nos vas a decir cual es la noticia? - pregunta Ernesto.

—¿De qué se trata abuelo? - pregunta Santiago.

— Se trata de quien será mi heredero - dice Samuel y pude ver en los ojos de todos la ambición, menos en los de Emilio. Él no apartaba su mirada de mí, era como si no tuviera interés en lo que decía Samuel.

—¿Y quien será? - pregunta un hombre barbudo que estaba presente.

— Adolfo ya ha redactado mi testamento, como sabrán, no tengo mucho tiempo de vida - suspira. — Es por eso, que decidí dejar preparado mi testamento, ya que no sé cuánto será el día de mi partida - dice Samuel.

— No deberías de hablar así, aún tienes mucho por vivir - dice la mujer que se parece mucho a Emilio y quien le dio la vida.

— Es la verdad, de todas formas, mi heredero será Emilio - dice Samuel.

—¿Por qué? - pregunta Ernesto - yo soy tu hijo - agrega enojado.

— Tú no tienes la capacidad, ni la inteligencia para heredar mi fortuna, si te la dejo a ti, harás que la familia Osorio esté en bancarrota - dice Samuel muy serio.

— ¿Qué hay de mí abuelo? - pregunta Santiago.

— No eres más que un mujeriego, ni siquiera quisiste terminar la universidad y siempre estás apostando, ¿qué esperabas? - dice Samuel.

— Pero abuelo - dice Santiago.

— Pero nada - le responde Samuel - Emilio será el próximo patriarca de esta familia y no está a discusión. Cada uno de ustedes recibirá una parte de mi herencia, pero la empresa será de Emilio, él será el accionista mayoritario y quien decidirá todo, los demás recibirán cierta cantidad de dinero para que puedan vivir tranquilos. Pero ninguno tendrá derecho a las acciones de la empresa, ni tampoco del sesenta por ciento de mis tierras, a excepción de Emilio. Esa es mi última palabra - dice - me sorprendió todo lo que dijo Samuel.

Emilio será el dueño de todo y los demás solo tendrán migajas. Pero. . . Ahora yo tenía otro problema, no sabía si debía aceptar casarme con Emilio para que pueda heredar todo o simplemente rechazarlo y que pierda todo. No sé qué decisión tomar. . .

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now