02. BYBEE

198K 14.5K 282
                                    

2

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

2

ÁLBUM: Hospital 🏥

CANCIÓN: Dear Marie – John Mayer

Los pitidos de algún aparato cercano me provocaba un agudo dolor de cabeza

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

Los pitidos de algún aparato cercano me provocaba un agudo dolor de cabeza. Parpadeé varias veces para acostumbrarme a la luz de la habitación. A simple vista quedaba claro que me habían traído a un hospital. Después de unos segundos en los cuales me ubicaba en el tiempo, por el rabillo del ojo vi la silueta de alguien más.
Un hombre joven.
Estaba dormido en un incómodo sofá junto a la cama en la que me encontraba. Su pelo cobrizo caía sobre su frente, lo llevaba largo y descuidado sin embargo parecía juvenil pese a ello. Se veía cansado. Las sombras bajo sus párpados delataba que llevase tiempo sin dormir suficiente.

Suspiré y miré al techo en silencio percatándome de que ya no me molestaban los pitidos de la máquina a la que estaba conectada.
Volví a mirarlo.
No le conocía de nada. Quizá fuese el chico que me atropelló en mi intento frustrado de huir lejos de aquella pesadilla.
Bueno, al menos no se había dado a la fuga dejándome a mi suerte.
Eso sería lo peor que me podía haber pasado ese día, que me hubiese dejado a mi suerte.
De pronto me vi a mí misma vigilándole. Necesitaba dormir. No pensaba dejar que nadie lo despertara, quizá ese momento fuera el único que tendría para conciliar el sueño.
Resultó ser que era malísima vigilando el sueño de otro y acabé dormida también. Soñé con Bianca, y como se reía de mí por ser tan ingenua. Cada poco el sueño cambiaba de escenario, pero en todos había algo en común; Bianca riéndose de mí.
Riéndose porque fuera a la graduación con un vestido amarillo. Por mancharme con salsa de tomate en mi primera cita, y burlándose de mí ante todos en el comedor del instituto por ir con el uniforme de educación física después de que me hubiesen robado la ropa de calle en el vestuario.
Sí, así era ella.
Lo peor que me había pasado en la vida. Y todo eso porque mi padre siguiera vivo y el suyo no. Bianca vivía cegada por la envidia y el rencor. No era mi culpa que su padre hubiese fallecido poco tiempo después de su nacimiento, tampoco tenía la culpa de que mi madre se hubiese casado con mi padre. Lo cierto era que mi padre no la trataba como su hija, pero la había mantenido como si lo fuera. Así que no tenía ningún sentido lo que hacía. ¿No se suponía que los hermanos mayores debían cuidar a los más pequeños? Pues creo que olvidaron de mencionar eso a Bianca.

Cuando me desperté me encontraba sola. Pocos minutos después de despertarme entró una enfermera. Me hizo unas cuantas pruebas, luego me miró y sonrió. Me dijo que con un poco de suerte me darían el alta ese mismo día.
Le sonreí, pero acto seguido me puse tan nerviosa que los pitidos del cardiograma se volvieron loco. No podía volver a casa, no estaba preparada para hacerle cara a la situación. Sí, era un poco cobarde, y qué. Todos tenemos derecho a tener miedo a afrontar algo en la vida. No todos somos fuertes para enfrentar todo con un par de huevos.

La puerta se abrió y entró un hombre. Alto, de cuerpo atlético y muy apuesto, con la vestimenta perfectamente planchada. A simple vista no se veía ni una sola arruga o pliegue. Llevaba unos pantalones oscuros y una camisa azul cielo pegada al cuerpo. Su pelo cobrizo estaba peinado hacia atrás y la barba perfectamente recortada le daba un aire más varonil, sórdido y serio.
—Veo que ya te despertaste.—Su voz era suave y aterciopelada. Por algún motivo eso me puso los pelos de punta.

ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTEحيث تعيش القصص. اكتشف الآن