Un accidente, dos mundos que colisionan uniéndose en uno.
Bybee no ha tenido precisamente suerte en la vida, sobre todo teniendo a la hermana que le ha tocado. Bianca ha intentado por todos los medios arruinarle la vida, lo que no sabía ella era q...
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Álbum: Hola mamá Canción: Mami - Piso 21 feat Black Eyed Peas *ultimamente estoy teniendo problema para poner los vídeos en la multimedia, lo siento bombones*
Alguien me sacudió el hombro y me desperté sobresaltada. Al abrir los ojos, lo primero con lo que me deparé fue con Wes en ropa de deporte. Eso sí que era nuevo, nunca le había visto en chándal. Aunque había que recalcar que ese pantalón de deporte le marcaba el paquete de una forma espectacular.
—Cohen, vístete anda—dijo entre dientes mientras me entregaba la ropa de la noche anterior—, no quería que esto ocurriese, no ahora, no así...
Siguió hablando mientras caminaba en círculos frente a la cama, le miraba sin entender nada. Seguía medio dormida.
—Venga, vístete, mi madre está abajo, se me olvidó que habíamos quedado para desayunar hoy.
Y ahí seguí yo, sentada en el centro de la cama sin entender nada de lo que me decía. Acababa de despertaba, perdonadme, pero me costaba procesar las cosas más de lo normal. Tras un par de minutos mi cerebro hizo un leve clic y abrí la boca formando una perfecta O mientras abría los ojos de par en par.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Salgo por la ventana para que no me vea?
Se rio negando con la cabeza.
—Que ocurrencias tienes, los ventanales no se abren, además, te pillaría.
Tras ponerse serio, me volvió a pedir que me vistiera, luego dijo que me esperarían en el salón.
—Mierda—susurré para mi misma mientras miraba la ropa del día anterior.
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¿Iba a conocer a su madre? No estaba preparada. No mentalmente, bueno físicamente tampoco ya que solo llevaba unas braguitas de algodón encima. Me levanté torpemente de la cama y me dirigí a su baño. No había tiempo para ducharme, así que me vestí y arreglé el pelo lo mejor que pude tras lavarme la cara y quitarme el resto del maquillaje de la noche anterior.
Antes de salir me contemplé unos segundos. —¿Y ahora qué?
Respiré hondo notando como el nerviosismo crecía en mi interior a medida que mis pies avanzaban por el pasillo que desembocaba en las escaleras que acababan en el salón. A media que me iba acercando, las voces se iban haciendo más nítidas.
