57. BEE

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57ÁLBUM: Contándoselo a papá CANCIÓN:James Arthur - Say You Won't Let Go

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ÁLBUM: Contándoselo a papá
CANCIÓN:James Arthur - Say You Won't Let Go

Cuando llegué a casa estaba empapada. Caía una buena cuando salí de JJC con intensión de coger el metro.
Estaba tan cabreada que ni siquiera me había fijado en que mi cuerpo temblaba de frío. Fui directamente al baño a quitarme la ropa y darme una ducha caliente.
—¿Quieres quedarte con ella? Pues, quédate con ella cretino— me quejaba bajo la ducha mientras enjabonaba mi cuerpo —. Creía que éramos amigos, pero no puedo fiarme de ti, eres un imbécil.

Y así estuve, diciéndole mil cosas que nunca oiría para desahogarme.
¿Por qué había vuelto? ¿No se cansaba de amargarme la vida?
Me vi obligada a salir de la ducha al oír el timbre. Tuve la breve esperanza de que fuera Wesley y rápidamente me envolví en la toalla y fui a abrir. Las chicas no llegaban hasta las siete con que no había nadie más.

Al abrir vi a Emy y me expresión de mal humor cambió un poquito.

—¡Hola! No sabía si iba a encontrarte, de hecho, pensaba dejar esto debajo de la puerta...— Hizo girar entre sus dedos una carta de color rosa.

—¿Qué es?— pregunté intrigada cogiendo la carta de entre sus dedos.

—La invitación a cumpleaños, quiero que vengas— chilló emocionada.

Le dediqué una sonrisa mientras abría la carta y sacaba la invitación.
La invitación era una zapatilla de ballet llena de purpurina.
La abrí y la leí, luego miré a una Emy muy ilusionada.

—Pone que es mañana.

—¡Sí! Sé que es muy precipitado, espero que no tengas planes porque me haría mucha ilusión que pudieses venir.

Sonreí de oreja a oreja.

La emoción de Emily había disipado por completo las ganas que tenía de matar a su hermano.

—¿Vas a hacer a celebrar tu cumpleaños en el parque de atracciones?

—¡Sí!

Me reí.
Me imaginaba a un adolescente celebrando su cumpleaños en el parque de atracciones pero no una veinteañera.

—Me encantaría pero eso está lejos y no tengo coche...

Ella volvió a reírse.

—No te preocupes boba, yo te llevo.

Volví a sonreí.

¿Debería ir? ¿Estaría Wesley? Porque en ese momento era la última persona a la que quería ver en la faz de la tierra. Con lo loca que estaba sería capaz de arañarle esa cara bonita suya como dijera algo tan inaceptable como «no pienso despedirla, ya te lo dije. No tienes ninguna ventaja por ser mi amiga Cohen».
¿Por qué le ponía a ella sobre mi? ¡No la conocía!

¡Uff! Le odio. Les odio, a los dos.

—Okay.

—¡Bien! Te paso a recoger mañana a las cinco.

—Genial.

—Bye.

Volví a meterme en casa mirando la invitación entre suspiros.
Emy no tenía nada que ver con el imbécil de su hermano, ella era buena, no se merecía que le dijera que no a su día especial.

Acabé llamando a mi madre y discutiendo con ella también sobre el hecho de que Bianca trabajara en la misma empresa que yo. Ella no entendía porque me molestaba tanto. Y no iba a ser yo quien le diría que su hija era una ramera psicopata.

—Os vendrá bien, necesitáis haceros más cercana.

—Y una mierda— fue lo último que dije antes de colgarla.
Nunca discutía con mi madre a menos que fuera por el diablo en persona, el mismo que todo el mundo se empeñaba en que era de mi misma sangre y debía llamar hermana.

Yo tenía mis dudas.

Estaba muy cabreada.

¿Es que nadie me entendía? ¿Nadie era capaz de ver que tener a esa chica cerca no era sano para nadie?

Acabé recibiendo una llamada de mi padre también.

—¿Has colgado a tu madre?— preguntó él.

—Sí.

—¿Por qué?

—Porque apoya que esa loca trabaje en el mismo sitio que yo papá, no es justo.

—Bee...

—Si vas a decirme que es una buena idea para que nos acerquemos será mejor que cuelgues porque no pienso oírlo otra vez.

—Bee, no voy a decir nada de eso, pero no vuelvas a colgar a tu madre ¿Me entiendes?

Resignándome le dije que sí.
A diferencia de mi madre, yo le podía contar todo a mi padre sin que montara en cólera. Así que le conté todo, exactamente todo lo que llevaba ocultándoles sobre Bianca.

—No me lo puedo creer.

—Pues créetelo, y ahora me quiere quitar a Wesley también.

—¿Quién es Wesley?

—Mi jefe papa... ¿Es qué no has oído nada de lo que te acabo de contar?

Le oí suspirar.

—Lo siento Bee, demasiada información,
demasiados nombres... ¿Se puede saber por qué tienes un romance con tu jefe?

Me reí, un poco.

—No tengo un romance con mi jefe papá, solo somos amigos, lo éramos, no lo sé...

— Cariño, sabes que te quiero, y también sabes que tu hermana lleva demasiado tiempo yendo al psicólogo, no rige bien, lo mejor es que te mantengas apartada de ella.

Rechisté.

¿Encima era yo quien debía estar lejos de ella? Menudo chiste.

—Yo estaba perfectamente antes de que ella llegara, estoy harta de que me joda la vida

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—Yo estaba perfectamente antes de que ella llegara, estoy harta de que me joda la vida. — Empecé a sollozar sintiéndome impotente —. Como me joda una vez más soy yo la que necesitaré un psicólogo, o un abogado, según me toque los ovarios.

La conversación con mi padre se alargó mientras él intentaba calmarme ya que no podía dejar de llorar como un bebé.
Acabé durmiendo escuchando su tan tranquila voz.

ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTEWhere stories live. Discover now