Un accidente, dos mundos que colisionan uniéndose en uno.
Bybee no ha tenido precisamente suerte en la vida, sobre todo teniendo a la hermana que le ha tocado. Bianca ha intentado por todos los medios arruinarle la vida, lo que no sabía ella era q...
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23 ÁLBUM : Cuestionario CANCIÓN:Hula hoop - OMI
El cuestionario intelectual que requería la empresa contaba con unas pocas preguntas.
¿Qué es la arquitectura para ti?
La arquitectura se asemeja al arte. Me imagino que de eso se trata cuando el arquitecto se plantea crear un edificio. Que imagina cada uno de sus matices y sus estructuras como finas pinceladas, tal y como haría un pintor.
Qué puede aportar la arquitectura moderna a nuestro mundo.
Un buen sabor de boca. Una experiencia inolvidable, innovación, modernismo, pasión por los edificios, etc.
A esa pregunta no era que supiera contestarla bien.
Desde el ordenador sonaba la canción Mirror Man de Ella Henderson. Hacía que moviera la cabeza y los pies animadamente mientras intentaba contestar el cuestionario para enviar a los de la empresa.
Las demás preguntas se me hicieron tan complicadas contestar que para cuando acabé ya habían pasado todas las canciones del álbum: Estar por casa en pantuflas.
Sí, tenía un álbum de música para todo tipo de situaciones, tanto en mi teléfono (por muy roto que estuviera) como en mi ordenador.
Rellené unos cuantos campos con información personal y lo envié, por fin. No sabía bien qué me impulsó rellenar todo y enviarlo cuando no tenía ni la más remota idea sobre arquitectura, aunque claramente necesitaba un trabajo, cualquiera.
Bueno cualquiera no. Ser prostituta no estaba en mi lista de deseos. Aprendía rápido, esa era una gran ventaja, esperaba poder al menos tener una entrevista.
Cerré el ordenador, pero conecté la música a los altavoces que estaban en el salón y me puse a limpiar mientras meneaba el culo de un lado a otro.
Había activado el álbum: Arreglando la casa. Llevaba tan solo pantuflas, un pantalón corto de color fucsia y un top blanco. Hula hoop de OMI retumbaba por los altavoces.
The way you move your hips. And lick your lips. The way you dip You got me up so high (hey-ey) And girl you got that body With them curves like a Bugatti I just wanna drive, oh.
— Ohhhhh...—cantaba a todo pulmón cuando por suerte escuché el timbre.
Bajé un poco el volumen y efectivamente estaba sonando, repetitivamente.
Corrí hacia la puerta para abrir.
No podía ser ninguna de las chicas, jamás se olvidaban sus llaves, así que solo podía ser otra persona. La cosa era quién.
Abrí la puerta sin mirar por el ojo mágico y al hacerlo me quedé algo sorpresa. Era Emy. Siempre le veía por el pasillo cuando salía o volvía de la universidad o de la biblioteca, pero nunca había venido hasta el piso de las chicas.
—¡Hola Emy! —le saludé en tono alegre tapándome un poco con la puerta. No era que me diera vergüenza que me viera medio desnuda ni mucho menos, simplemente me salió actuar así.
—Hola Bee, estaba en casa algo aburrida y escuché la música...
—¿Te he molestado? Lo siento, la verdad es que me he motivado un poco — solté una risilla falsa. Me encantaba limpiar la casa con la música resonando por todos los cimientos. Era divertido, y me animaba acabar la faena con rapidez y alegría.
—Oh, no, no, tranquila. Era solo por saludarte y...
Se calló un momento poniéndose ligeramente colorada.
Sobre la paliza que le había dado el tal Omar ya casi no había rastro. Apenas tenía unas pocas cicatrices que desaparecerían con los días.
—Pasa, estoy sola.
Ella sonrió tímidamente y entró cuando le abrí de par en par la puerta. Rápidamente la cerré y me dirigí a la cocina.
—¿Te apetece beber algo? — le ofrecí abriendo la nevera para estar segura de lo que podía ofrecerle—.Tengo zumo de maracuyá, té frío de granada, agua y... Coca Cola Zero.
—Agua, gracias.
Le serví un vaso de agua y nos sentamos en la mesa.
—Qué tal te va todo desde... ya sabes.— No quería que pensara que era una metiche, pero tampoco había muchos temas de los que hablar. Todavía no nos conocíamos mucho, y que fuera hermana de Wesley limitaba un poco las opciones.
—Bien, le hemos denunciado y puesto una orden de alejamiento a Omar. Se ha enfadado mucho. Al parecer no soy la única chica a la que le ha pasado.
Arqueé ambas cejas y luego las bajé, sorprendida.
Vaya telita con el tal Omar.
—Menudo capullo, lo mejor será que se mantenga lejos, no vaya a ser que Wes le quiera dar una paliza y salga perdiendo.
Ambas nos echamos a reír.
¿A quién se le ocurre pegar a un tío que no puede ganar? Aunque yo en ese momento apostaba por él.
Será mejor que no juegue a las apuestas, está claro que podría perder.
—Wesley es...—Se quedó pensativa durante unos segundos mientras pasaba el dedo índice por el borde del vaso que le había entregado como si esperara que sonara tal y como lo hacen los expertos de ese arte sonoro—. Ha pasado por mucho este año.
Había conseguido despertar mi curiosidad.
¿Qué querría decir con que ha pasado por mucho este año?
—¿Y eso?
Ella alzó la vista hacia mí y se encogió de hombros.
—Supongo que ya te lo habrá contado.
¿Contado? ¿A mí? ¿El qué?
—No te creas, tu hermano y yo tampoco somos «muy amigos». —Hice comillas con los dedos y ella sonrió—. Además, creo que me odia.
Frunció los labios en una media sonrisa.
—Odiar son palabras mayores, además eres la primera «amiga» que tiene en mucho tiempo.
