ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

103. BEE

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ÁLBUM: Embarazados
CANCIÓN: Marron 5
– Cold

—Es un restaurante muy famoso Cohen...

—¿La has traído aquí también? —pregunté de forma brusca haciendo que tanto mi hermana como Martín nos miraran con cierta curiosidad. A todos nos da cierta curiosidad los problemas ajenos y estaba claro que Rachel era un grandísimo problema en mi vida. Si pudiera (y no fuera un crimen) ya habría borrado su existencia.

MALDITOS CELOS.

—Aunque la ciudad sea grande, mis gustos no han cambiado y no pienso discutir contigo delante de empleados—sentenció él entre susurros lanzándome una de sus miradas más duras. Rechinando los dientes intenté con todas mis fuerzas no montar un numerito, pero era superior a mí los celos que me provocaba al saber que él seguía llevándome a los mismos sitios que aquella maldita rusa.

—Bueno...—empezó Martín quitando hierro al asunto—. No quiero ser entrometido, pero... ¿Cómo os conocisteis?

Wes y yo intercambiamos una mirada cómplice que duró apenas unos segundos hasta que el cabreo volvió a mi mente y les miré.

—Me extraña que preguntes eso, porqué si no fuera por Bianca nunca nos habríamos llegado a cruzar...—Llevé un trozo de tomate a la boca y lo mastiqué degustando su sabor antes de contestar. Bianca y Martín se miraron, el hecho de que ella pusiera los ojos en blanco me invitó a contar la verdad—. Se folló a mi ex novio para joderme... ¿No te lo ha contado eso? Va a ser que el cambio no es para tanto.

—Ya basta.

Fulminé a Wesley con la mirada tras mandarme callar silenciosamente. ¿Acaso había perdido el derecho a ser sincera con el pobre chico y que así supiera dónde se estaba metiendo?

—La verdad es que no me importa su pasado, nadie es un santo, todos tenemos pecados y secretos, lo que importa es que quiera rectificar si tú estás dispuesta intentarlo.

La sonrisa de Martín fue un poco forzada. Por un lado le entendía, estaba empezando a ser muy desagradable que yo no diera el brazo a torcer pero yo tenía mis motivos, mi hermana me había hecho tanto daño que me costaba mucho dar ese paso. A mí también me apetecía tener una hermana normal, que pudiera compartir con ella momentos como los que compartía con Katz o Eve. Algo que al recordar lo hiciera con cariño y diversión, no con terror.

—Lo creas o no Bybee, lo siento, quiero pasar página y tenerte en esta nueva etapa de mi vida porque...—sonriendo de oreja a oreja cogió la mano de su novio y soltó la bomba—. Estamos embarazados.

Lo último me cortó la respiración. ¿Te imaginas a esa loca como madre? Pobre niño.

—¡Vaya!, enhorabuena chicos...—les felicitó Wes con alegría.

Creo que voy a vomitar.

No puedo creer lo que está pasando.

—¿Se lo has contado a mamá? — pregunté antes de beberme toda la copa de vino que tenía delante mía de un solo sorbo.

—Todavía no, prefiero contárselo en persona.

La seriedad de Bianca me hizo pensar que pudiese estar nerviosa al dar la noticia a mis padres. No es que mis padres fueran unos mente cerradas y quisieran que casáramos vírgenes, está claro que eso no podía ser porque mi hermana había sido un zorrón en el instituto, pero eso no quitaban los nervios previo de hacerlo «real» al decirlo.

—¿Estáis seguros de eso? Un niño es mucha responsabilidad y siento decirlo, pero no creo que tú seas responsable ni contigo misma cómo para con niño.

—Ya basta. Te estás portando como una cría, qué te cuesta decir que sí y acabar de una vez con esta jodida situación...—La ronca voz de Wes y su seriedad me hicieron temblar, como cuando hacía algo mal y mi padre me echaba la bronca. Tragando con dificultad, recogí la servilleta de tela de mi regazo y la tiré al plato.

—Perdonadme, necesito ir al baño...—me excusé y me alejé al baño sintiéndome avergonzada de que mí... lo que fuera Wes mío me regañara delante de Bianca, quien seguramente estaría disfrutando de ello.

Hola bombones!
Espero que hayáis tenido un finde muy bueno.
Hasta miércoles