48. BEE

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48ÁLBUM: OLVÍDATE DEL BESOCANCIÓN:Twenty one pilots: Stressed Out

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ÁLBUM: OLVÍDATE DEL BESO
CANCIÓN:Twenty one pilots: Stressed Out

Me aparté inmediatamente al oír su gruñido de olor. Se me había olvidado que le había atropellado un camión. Oh, espera, no era eso. Le habían pegado, eso, eso.
—Lo siento, lo siento poli— mascullé echándome para atrás en el sofá.
Casi me caí al suelo al no ver hacia dónde iba, pero él me sujetó y tiró de mi haciendo muecas de dolor.
—¿Qué sientes Cohen? ¿Haberme besado o haberme hecho daño?—Su voz era burlona y estaba llena de malicia.
Ese gesto provocó una pequeña batalla entre mariposas y abejas en mi tripa. Eso o iba a potar, y realmente esperaba que fuera lo primero, no me apetecía vomitarle encima después de haberle dado un piquito de nada. Creería que el beso me dio asco, y había sido tan rápido que era imposible alegar la eso.

—Haberte hecho daño Wesley, por supuesto—le contesté enfadada por su tono burlesco.
Solo le había besado para que se callara.
Odiaba los borrachos parlanchines, me hacían recordar al tío Ian y era insoportable tras una gota de alcohol. No se callaba hasta quedarse K.O.

—¿Estás de broma?

Nop.

Se echó a reír, alzó su copa en el aire y luego la vacío de un solo trago.

—Eres un engreído.— Rechisté levantándome.
Acabé tropezando pero rápidamente recuperé el equilibrio.
Terminé la copa y la dejé sobre la mesita mientras el muy idiota de mi jefe reía sin parar.
¿Qué le hacía tanta gracia?

—Que estés bueno, no significa que me tenga que morir por tus huesos Wes-ley G-A-L-L-A-G-H-E-R.

Empecé a caminar hacia las escaleras.

Él había dejado de reírse, con que me volteé solo para ver si estaba bien. Estaba borracho, podía muy bien haberse desmayado.
Al voltearme me di de cara con él.
Se había plantando justo ante mi y un escaso centímetro separaba nuestros cuerpos.

Podía sentir el calor que emanaba su cuerpo debido a su tan repentina cercanía.

Sintiéndome levemente incómoda di un paso hacia atrás, lo que me llevó a casi caerme de culo pero él me agarró del brazo y me atrajo hacia él.
Antes de que pudiera siquiera respirar, su boca ya estaba sobre la mía, invadiendo sus barreras con su cálida lengua.

¿Cómo podía describir ese beso? ¿Atrevido? ¿Excitante?

En menos de un segundo me sentía más caliente que la estufa que tenía en mi habitación. La calentura se depositó en mis partes bajas en cuanto él intensificó el beso. Su mano fue bajando, recorriendo a través de la camiseta parte de mí. Una vez que llegó a mi cintura se atrevió a bajar un poco más hacia mis nalgas. Una vez que sus manos llegaron allí se paró en seco, dejándome con ganas de más.

Oh, Dios. Me derretía por dentro.
Estaba a punto de caramelo cuando él se permitió el lujo de apartar sus labios de los míos.
Tomé una gran bocanada de aire cuando sus ojos verdes se posaron sobre mi.

—Esto no ha pasado.

Dicho esto, se volteó y se alejó hacia la zona de los dormitorios.
Me quedé ahí, parada, respirando entrecortadamente mientras la sangre que corría por mis venas hervía ante el deseo de algo que evidentemente no iba a pasar.

ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTEWhere stories live. Discover now