ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

114.BYBEE

ÁLBUM: Pasado
CANCIÓN:Lights of Los Angeles
- Jonathan Roy

Kendall alzó la vista y no tardó mucho en caer en la cuenta de que yo no sabía nada de eso.

—Lo siento, creía que con el pasar de los años te volverías más comunicativo, ya veo que no—sentenció moviendo las manos intentando restar importancia al asunto—, aunque no te preocupes, solo duró unos días.

Jazz y ella se echaron a reír mientras Wesley negaba con la cabeza y se equilibraba en un pie apoyándose en el taco de billar. Su sonrisa era más sincera que nunca, pese a los momento «bochornosos» que sus amigos le hacían pasar parecía tranquilo y a gusto. Eso me relajó, rara vez se le veía a gusto con otra gente, no sabía bien si era porque la mayor parte del tiempo le veía en el trabajo, donde debía mantener la compostura y ser el gran jefe.

—A Wesley le pudo la presión...

—En mi defensa diré que Ken era un diez y yo un cinco y medio—se defendió él haciendo una mueca.
Lá miré, cierto era que la chica era guapísima, su pelo liso color azabache llegaba a la cintura y tenía un brillo envidiable, su figura también se veía delgada y perfilada. Volví la vista a Wes, él también era un diez, y no porque lo dijera yo. Juntos saldrían perfectos en esas portadas de revista de bodas. Negué con la cabeza quitando esa imagen de mi cabeza, lo último que quería era imaginarle casándose con otra.

—Tonterías, pero olvidemos eso, a ambos nos ha ido genial, tienes una novia preciosa y yo me voy a casa con otra igual de guapa.

Mientras lo decía se acercó a mí y pasó su brazo por encima de mis hombros y me susurró al oído.
—Pateémosles el culo, hermana—Tras decir eso levantó la mano para chocar la mía con la suya y no dudé en imitarle el gesto.

Estaba claro que la noticia me cogió por sorpresa, pero no podía culparle, tenía un pasado, yo tenía un pasado y ahora estábamos en el presente, viviendo nuestro momento y nada más importaba.
Al final la noche fue divertida y sin incidentes. Oí las historia con bastante interés y con ello descubrí que Wesley siempre había sido igual de serio, responsable y arrogante. Siempre pensé que cuando conociera a la gente más cercana a él descubriría a un hombre más suelto, divertido, aventurero pero no era así. Debería sentirme defraudada, pero estaba acostumbrada a él, así, arrogante, mandón, insensible a veces. Pese a todo eso me trataba bien, me consentía, me hacía reír y era todo un caballero. Quitando cuando apenas nos conocíamos nunca me trató mal, así que no podía sentirme defraudada.
Cuando nos despedimos de los chicos y nos dirigimos al coche, yo estaba segura de que cuando llegásemos allí, ya no estaría allí. Estaba plenamente convencida de que el coche pasaría a la historia y que tendríamos que pedir un Uber o esperar a que Masón viviera a recogernos.
Al doblar la esquina y encontrar el coche intacto mi corazón se aceleró. Estaba tan conhecida de que no estaría allí que al verlo me puse nerviosa. Sin querer le apreté a Wes mas la mano, lo que le llevó mirarme.

—¿Lo dudabas?—preguntó cómo si me acabara de leer el pensamiento.

Sonreí en forma de disculpa.

—Lo siento, no me gusta juzgar un libro por la portada, pero este sitio deja mucho que desear—comenté abriendo la puerta del copiloto y montándome, nada más ponerme el cinturón me giré hacia él con un montón de preguntas en mente.

—Así qué...¿nunca jugaste al fútbol?

—No.

Torció el gesto mientas rodaba los ojos y puso el coche en marcha.

—¿Tampoco jugaste al tenis, lacrosse ni ningún otro deporte?

Se rio ante mi pregunta.

—No Bybee, era un ratón de biblioteca, siento defraudarte.

Sonreí de lado y giré la cara para mirar el paisaje desde mi ventana.
Era tan estimulante saber que nada de lo que tenía presupuesto sobre él era cierto. No sé, me daban ganas de indagar más para ver qué me podría encontrar.

—¿Tu fuiste animadora?—preguntó unos minutos después rompiendo el silencio.

Me reí y negué con la cabeza.

—No, nunca tuve coordinación, aunque hubiese querido no me hubiesen cogido.

Sonrió de lado.

—Que pena.

Pese a no mirarme directamente a los ojos sabía perfectamente que estaba imaginándose una escena sexual en su cabeza.

—Si quieres que me vista de animadora solo tienes que pedírmelo, señor G.

Me miró unos segundos antes de guiñarme un ojo y volver a centrarse en la carretera.

—Lo tendré muy en cuenta.

Esa noche me fui a dormir a su casa, no era algo que hiciera todas las semanas, ya que ambos queríamos seguir manteniendo su espacio y yo intentaba respetar su espacio al máximo. Wesley era alguien muy independiente y tenía el presentimiento de que si en algún momento le hiciese sentir agobiado las cosas no irían precisamente bien.

Hola bombones!
Sé que es cortito el capítulo de hoy, pero esta semana apenas he tenido tiempo. ¿Qué tal estais?
Un kiss 💕