Un accidente, dos mundos que colisionan uniéndose en uno.
Bybee no ha tenido precisamente suerte en la vida, sobre todo teniendo a la hermana que le ha tocado. Bianca ha intentado por todos los medios arruinarle la vida, lo que no sabía ella era q...
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ALBUM: Empezar de cero CANCIÓN: La canción J Balvin feat Bad Bunny *hoy la app no me dejó adicionar el vídeo 😭*
A partir de aquí es todo recién salido del horno, ponte cómodo y disfruta, a partir de ahora tendremos capítulos nuevos los LUNES Y VIERNES💜
Efectivamente se trataba de Gabe. Me llevó a fuera en brazos pese a todos los abucheos que trajo su acto. Estaba claro que a más de uno le habría alegrado la noche con mis «chicas», pero quedaría con las ganas.
—¿Por qué no me pones en el suelo? Todavía sé caminar, creo.
Gabe se rio, pero no me puso sobre mis pies hasta que el aire fresco llenó mis pulmones. A simple vista se notaba que Gabe trabajaba su cuerpo diariamente, estaba amasado, incluso sus venas se venían muy marcadas debido a todo el ejercicio que practicaba. Por mi subconsciente pasó un par de palabras malsonantes para referirme a lo bueno que estaba pero rápidamente las acallé, no quería a otros Gallagher en mi vida ni pintando de oro y revestido en diamantes.
—¿Has dicho a Wesley que estás aquí?
Solté un respingo.
¿Acaso le debía explicaciones a su hermano?
—¿Debería? Ni que fuéramos novio.
Enarcó una ceja y se frotó lá sien, confuso. Su pelo rubio estaba perfectamente peinado a un lado, como en esas películas de los años veinte, donde los chicos se echaban demasiada gomina y los peinaba hacia el lado. Si llevara gafas se parecería a Clark Kent.
—No sé qué os traéis con ese tira y afloja, pero hace tiempo que no veo a mi hermano tan... «feliz»—hizo el gesto de las comillas con los dedos antes de poner las manos en la cadera—. No soy de meterme en la vida de nadie...
—Pues no lo hagas.
—...pero, no conozco a nadie mejor que mi hermano, así que intenta no joderle más de lo que ya está.
Abrí la boca para decirle un par de cosas, pero un chico alto, moreno y fornido salió a la puerta y llamó a Gabe.
—Oye G, ¿qué onda? Tenemos trabajo.
Gabe dio un par de saltitos en el sitio como si quisiera entrar en calor y luego me miró, sonrió disculpándose por algo que no entendí en el momento y antes de seguir al moreno señaló al otro lado de la calle con el dedo. En un principio no supe interpretar ese gesto, pero al darme la vuelta, allí estaba él. Apoyado contra el coche, enfundado en su abrigo, gorro y bufanda mirando en mi dirección. Mi idiota corazón empezó a latir desbocado. Soltando una maldición fui a su encuentro.
—¿Y luego quieres que crea que eres una persona madura cuando a la mínima buscas la forma de liarla?
Al oír su voz se me vino el mundo encima. Estaba enfadado.
