ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

53. WES

53
ÁLBUM:Mi héroe
CANCIÓN:John Legend - Love Me Now

Dormía profundamente cuando mi sueño fue interrumpido por el estridente sonido de mi teléfono. Normalmente lo tenía en silencio, pero desde el incidente en la empresa mi madre me llamaba cada dos por tres y no quería que se preocupara, o acabaría llamando a mi puerta.
Gruñendo, alcé la mano hacia la mesita de noche, lo cogí y me lo acerqué a la cara. Descolgué sin mirar de quién se trataba.

—¿Qué?— solté aún dormido.

—¿Wesley? ¿Wesley eres tú? Necesito que me ayudes con una cosita.

Una risa nerviosa se escuchó al otro lado de la línea.

—¿Cohen cuántas veces te tengo que decir que no somos amigos? ¿Sabes qué horas es? Hora de dormir maldita lunática.

Ella se volvió a reír.

—Wes estoy en la cárcel ¡necesito que me saques de aquí!

Me incorporé en la cama de golpe.
¿Acaba de decir cárcel? ¿Qué había hecho?
Desde que la conocí no había dejado de liarla.
—¿Pero qué? ¿Cárcel?— pregunté en voz alta, confuso.
Tenía que ser un sueño, no podía estar llamándome a mí para sacarla de la cárcel. Eso ya era el colmo.
—Ven a buscarme; estoy en...

Pipipi...

—¿Hola? ¿Cohen? ¡Maldita sea! Joder.
Miré el móvil durante unos segundos intentando comprender qué estaba pasando. No llamaba desde su móvil, eso estaba claro. Sobre todo porque la tenía guardada en la agenda. ¿Para qué? Ni la más remota idea.
Miré a mi alrededor, el reflejo de la luna iluminaba la habitación lo suficiente para saber dónde estaba cada cosas.

—Me cago en mi puta mala suerte... desde que apareciste todo va de culo, colega.

Me levanté rapidamente y fui al baño. Tenía una pinta espantosa. Removí el pelo con la mano y suspiré. Me vestí y corrí escaleras abajo con intención de salvarla, otra vez. Empezaba a pensar en cobrarle por mis favores, porque la cosa se estaba descontrolando. ¿Qué cojones sería lo siguiente?
Cogí las llaves del coche para irme cuando me paré en seco.
Un momento ¿Dónde había dicho que estaba?

—Mierda.

No sabía en qué comisaría estaba. ¿Por dónde empezar? Ni puta idea, esa era la gran cuestión.
Después de tres comisarías, que agentes de policía me miraran raro y me preguntaran si había consumido alguna sustancia ilegal, por fin di con ella.
Ah, por cierto, iba con sus amigas, las cuales estaban tanto o más borracha que ella.
Tras pagar la fianza las liberaron, aunque el coche lo requisaron.
—¡Wes! Mi héroe — gritó ella alegremente caminando hacia mí para luego abrazarme con fuerza —, nunca me he alegrado tanto de verte.

Hice una mueca, su pelo olía a vómito .

—No puedo decir lo mismo. — Le aparté con delicadeza—. Venga, os llevaré a casa.

Las otras dos nada más subir al coche se quedaron fritas, pero la cansina de Cohen no fue capaz de callarse ni un solo segundo.
—Menuda noche, en serio, nunca me lo había pasado tan bien — confesó riéndose después de eso—, ¿Te puedes creer que he besado a una chica? ¡Nunca imaginé que sería capaz! Pero fue genial.

Ese dato me hizo reír.
Desde tiempos inmemorables a los tíos les ha dado morbo pensar en dos chicas enrollándose.

—¿Ah, sí?

—Sí.

—¿Y tu qué has hecho de emocionante hoy?—Me miró emocionada esperando una respuesta fascinante.

Desde luego no había hecho nada «fascinante». Ver un partido de los Broncos, ponerme hasta el culo de nachos con chili y guacamole, nada más.

—Sacar de la carcel una borracha charlatana y sus dos amigas dormilona.

Abrió la boca pero luego la cerró sonriendo.

—Eres mi héroe.

Hizo con sus dedos un corazón y tuve que poner los ojos en blanco mientras me centraba en la carretera. Desde que la conocía siempre había sido así; transparente, loca, confianzuda y... guapa.

Sí, Cohen era guapa. Incluso podía considerarla mi tipo, sobre todo cuando no hacía sus espectáculos o venganzas hacía mi persona.

—El negro te sienta mejor de lo que esperaba— lo solté tras estudiar sus largas piernas y su culo prieto en aquel vestido tan ajustado—. Incluso tienes un culito muy mono.

Las chicas ya habían bajado del coche y se dirigían a la entrada del edificio, ella iba mucho más detrás.
—Oh, señor Gallagher, tengo otras cosas muy monas por si quiere echar un vistazo— alegó con socarronería guiñándome un ojo y apresurándose a entrar tras sus amigas.

Sonreí de lado.

Esa chica era única, desde luego.
Riéndose, subí la ventanilla y me puse en marcha. Empezaba amanecer, esperaba olvidarme de eso cuando me despertara.

WESLEY SÉ MI HÉROE Y LLÉVAME A LAS BAHAMAS! Necesito otras vacaciones !!!!
Un beso,
Jacky💋