ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

120. BEE

ALBUM: Sorpresa
CANCIÓN : Un día - J. Balmin,
Dua Lipa, Tainy, Bad Bunny

Negando con la cabeza y dejando de lado mi curiosidad, me levanté decidida a aliviar mi estrés con un buen baño de burbujas.
Al abrir la puerta descubrí a una espía, quien dio traspié y casi cae encima mío.

—¿Desde cuándo me espias?

Abrió tanto la boca como los ojos, sorprendida de que le pillara.

—Desde que me mandas a freír espárragos, quería saber qué te había sacado tanto de quicio.

Suspirando, pasé por ella y emprendí camino al baño. No iba a regañarla por oír tras la puerta, yo también había pecado oyendo alguna que otra conversación de las chicas.

—No sé lo que ha hecho el Patán esta vez, pero creo que quizá deberías ir a esa sorpresa...

Paré en seco y di la vuelta para mirarla. Una cosa era espiar y otra era meterse, dos cosas muy distinta.

—¿Qué sabes tú de la sorpresa?

Levantó las manos en el aire poniendo los ojos en blanco, como si fuera obvio. Quizá lo fuese, pero en ese instante no caí.

—¿Hola? Estaba escuchando tras la puerta, por cierto no pensaba que se pudiese oír tan bien...—comentó ella negando con la cabeza, por unos segundos pareció levemente preocupada por ese hecho—. Sé que te he dejado claro en todos los colores y tonos que Wesley quizá no sea bueno lo suficiente para ti pero... al menos te ha hecho un regalo, te ha felicitado por San Valentín y te quiere dar una sorpresa—Hizo puchero —. Con suerte Bronik se acordará que hemos quedado a cenar.

No había mencionado nada de su relación en días, solo me invitó esa mañana a ir a cenar con ellos, pero llevaba mucho sin comentar nada. No que hablase demasiado de ello, en más de una ocasión dijo que eso le quitaba el atractivo a lo que tenían. En ese instante caí en que Katz estaba empezando a sentir algo por él, y eso no le gustaba. A ella le aterraba que le rompieran el corazón, como cualquier persona normal, claro está.

—Mira si quieres romper con él, hazlo, pero primero ve, aprovecha la «sorpresa» y luego échale el polvo de su vida, así cuando rompas con él, al menos tendrá un buen recuerdo para alegrar el cuerpo luego—Tras decir eso, me guiñó un ojo y se metió a su habitación.

Me quedé ahí unos segundos pensando en sus palabras. Estaba tan enfadada que no se me pasaba por la cabeza seguirle el plan, no podía ponerme cara a cara con él y no pelearme. Quería entender el por qué de ignorarme pero en el fondo predominaba la vena cobarde e inmadura.
Tras meterme en la ducha y que el agua caliente cumpliera su propósito; relajó mi cuerpo, mi mente y disipó mi enfado.
Quizá Katz tuviese razón, al fin y al cabo era mi cumpleaños, y aunque Wesley no lo supiese, debería ir, disfrutar de la noche, escuchar la excusa que tuviese para mi, follar y luego mandarle a paseo.
Si no estaba dispuesto a dar lo mismo que yo, aquello no iría a ninguna parte. Ya era mayorcita para entender que si no era él, iba a ser alguien más.

Cuando volví a la habitación no pude más, la curiosidad por ver qué vendría en la caja me estaba consumiendo todas las energías.

—¿Qué será? ¿qué será?—canturreaba mientras deshacía el lazo que con tenta gracia y delicadeza habían hecho en la caja de regalo. 

Tras deshacerlo y echarlo a un lado, suspiré y con dedos temblorosos alcé la tapa. El regalo estaba oculto por papel seda y coronado por una pegatina con el logotipo de una marca que no conocía.
Alzando una ceja lo aparté y a la vista quedó un precioso vestido de seda esmeralda con un precioso escote en V. Lo cogí con temor a estropearlo de lo delicado que parecía a la vista. Lo alcé a la altura de los ojos, y fue cuando me di cuenta de que el vestido contada con un atrevido corte a la altura de los muslos. No pude evitar sonrojarme con solo mirarlo, era esa clase de vestidos que te hace sentir sexy con solo ponértelo.
Volví a depositarlo en la caja con mucho cuidado de no arrugarlo y me tapé la boca con las manos, avergonzada de sentirme excitada solo por tener entre mis manos un vestido tan bonito.

Estaba claro que no pensaba venderme por un vestido y menos después de que estuviese ignorándome una semana, pero empezaba a picarme la curiosidad...

—Chico listo, sabes mis puntos débiles, pero también sé los tuyos...—susurré recordando el día que me contó un sueño húmedo que tuvo conmigo cuando apenas me conocía—. La gabardina.

Sí, la gabardina era su punto débil, así qué, si quería jugar, ahora me tocaba mover ficha.

Me ricé el pelo y me hice un bonito peinado, me maquillé un poco demás y cuando estuve lista le envié un mensaje aceptando su invitación. Media hora después de que los nervios me consumieran y una montaña rusa de sentimientos me hiciera dudar una y otra vez en si volver a rechazar, sonó el timbre.

Un enjambre de abejas asesinas empezaron a zumbar en mi interior haciendo que los nervios me incapacitara físicamente para moverme. Respiré hondo con dificultad y haciendo acopio de todas mis fuerzas, me levanté y fui a abrir la puerta. Katz ya se había ido a encontrarse con Bronik así que estaba sola y «desprotegida».
Respiré hondo una última vez y cogiendo de la manilla de la puerta, abrí.
Su figura alta, corpulenta e imponente apareció ante mí y me quedé sin aire.
Llevaba unos chinos color kaki, un abrigo gris marengo y una bufanda del mismo color de los pantalones.
Estaba demasiado sexy, tan sexy que me quedé sin habla. Se había cortado el pelo y afeitado toda esa barba tan característica de él, lejos de parecer un preadolescente como muchos hombres cuando se la quitaban, parecía incluso más guapo.

¡Maldición!

— Vaya...—Por primera vez en mucho tiempo, le vi quedarse sin palabras —. Estás preciosa.

—Lo sé, me he puesto el traje de hija puta y estoy lista para matar...
Mis palabras le hizo alzar una ceja y lejos de darle miedo, parecía hacerle gracia.

HOLA BOMBONES!
Aquí tenéis otro capítulo! Sé que no es muy largooooo pero disfruté escribiéndolo. Sobre todo la parte media- final, espero que os guste y nos vemos pronto un Martes o viernes por aquí!!!
No olvidéis de darle amor en instagram❤️ MIL GRACIAS.