ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

101. BEE

101
ÁLBUM: Confía en mi
CANCIÓN: Zayn -
Dusk Till Dawn

Destapé la boca de Bianca despacio y di un paso hacia atrás, aunque tampoco me aparté mucho debido al poco espacio que había donde nos encontrábamos. Estábamos en el cubículo del baño del restaurante, en el cual su novio Martín y Wesley nos esperaban para cenar.
—¿Qué piensas hacer?
Me mordí el labio con tanta fuerza que sentí mi propia sangre inundar mi paladar.
—No lo sé...—susurré casi sin aliento.
Ya lo sé.
Os estaréis preguntando qué está pasando y por qué mi hermana y yo estábamos escondidas en el cúbico de un baño donde segundos antes le estaba tapando la boca con una de mis manos.
Tranquilos, tranquilos que empezaré por el principio como debe ser...

Bianca llevaba acosándome toda la semana, enviándome notitas como si estuviéramos en el colegio. Todos los días cuando llegaba a mi mesa, una humeante taza de mi té favorito me esperaba. Nunca fui capaz de probarlo, ya que no me fiaba de Bianca. Podría estar envenenado o vete tú a saber qué.
Al final, como quien se siente acosada, me acabé agobiando y comenté a Wes mis dudas sobre la sospechosa actitud de mi hermana.
Después de dar muchas vueltas sobre el asunto, me aseguró que me acompañaría si así hacía sentirme más protegida, eso me llevó darle una nueva oportunidad a Bianca.
Le dije que solo aceptaría si fuéramos a cenar en pareja, lo que era una buena forma de pillarle en la mentira, ya que seguramente no tendría el tal novio que decía haberle cambiado la vida. Después de varios ataques de Bianca me costaba pensar que ella pudiese cambiar sobre todo con sus antecedentes, pero le iba a dar una oportunidad más.

Así que el sábado fuimos los cuatros a comer en el restaurante favorito de Wesley, Mitchell's.

—Relájate, te ves muy tensa...— comentó Wes trás recogerme con el coche. En cuanto me puse el cinturón y arrancó el coche, su mano se desplazó del volante a mi muslo. Lo acarició, me dedicó una sonrisa reconfortante y luego volvió a centrarse en la carretera.
—Sé que no debería estar así, estas conmigo, además, habrá más gente pero no puedo evitar sentirme inquieta estando tan cerca de ella...— Hice una mueca y miré la hora en el móvil. Eran apenas las seis y media y habíamos quedado a menos cuarto.
—Oye...—musitó él cogiéndome de la mano unos segundos—. Estaré ahí.
Asentí nerviosa e intenté tomar una gran bocanada de aire.
—Gracias.
¿Quién diría que alguien tan cerrado y reacio a hacerse amigo mío se convertiría en mi protector? Era admirable el cambiazo que se había pegado Wesley desde las vacaciones de Navidad.
Era algo más atento, no tenía miedo o vergüenza de que en la empresa nos vieran hablar, bueno, yo intentaba siempre portarme profesionalmente. Tampoco quería que me despidieran por algo improcedente o que alguien creyera algo equivocado. Aunque mis compañeras Savannah y Amanda se pasaban el día burlándose de mí y poniéndome ojitos. Decían que parecía una niña cuando le miraba pasar. Quizá tuvieran razón, tampoco me podía contener, mis hormonas se revolucionaban solas y todo se iba al traste.

Al llegar al restaurante, Wes entregó las llaves al aparcacoches y procedimos hacia la entrada. El edificio era JJ de color negro y dorado de tres plantas, estilo moderno y refinado.
El empleado de la entrada nos abrió la puerta con una sonrisa afable. Yo me paré antes de entrar al local y miré a mi alrededor.
¿De verdad iba a hacerlo? ¿Por qué? No le debía nada a Bianca y mucho menos una oportunidad.

—¿Lista?—preguntó mi acompañante de esa noche con una sonrisa seductora.
¿Cómo decirle a él que no?
—Una de las cosas que más miedo me da es que nunca sé las verdaderas intenciones que tiene.
—No permitiré que te haga daño nuevamente...¿No confías en mí?
Me mordí levemente el labio inferior y asentí.
—Sí.
Apretando mi mano para darme ánimos, me invitó a pasar antes que él.

Feliz viernes bombones❤️