ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

68. WES

68
ÁLBUM: Bella y Bestia
CANCIÓN: Swalla - Jason Derulo

Al menos había venido. Eso ya era un gran paso. A Strauss no le había agradado demasiado que yo le hubiese pedido como «favor» que contratase a Bybee Cohen en lugar de la chica que el encargado del departamento de RRHH le había propuesto. Aún así lo había aceptado a cambio de un viaje a Hawai con todos los gastos pagados.
Había sido una buena inversión teniendo en cuenta lo loca que estaba esa chica, lo mejor era seguir teniéndola cerca. ¿Os imagináis la cara que pondría mi abuelo al enterarse de que me había acostado con una empleada? Me mataría.
Y no sólo eso, la muy desquiciada me podía demandar por acoso sexual. Aunque en verdad desde que nos conocíamos la acosadora había sido ella.

Esa misma tarde Cohen empezó a trabajar para Strauss, y yo seguí con mi «ahora más tranquila» vida. Solo hubo un momento en el que la eché de menos, y eso fue cuando Kristin, la nueva secretaria me trajo un café acuoso de la cafetería.
Me incliné hacia atrás en la silla suspirando y apoyé los pies sobre la mesa. Esa tarde estaba aburrido. No tenía absolutamente nada que hacer con que saqué el móvil y busqué el contacto de Cohen.

Wes: ¿Qué tal por esos lares?

Sonreí de lado y esperé una contestación pero no la hubo.
¿Debería sentirme contento de que no usara el teléfono en el trabajo o impaciente porque no lo hiciera?

Pasaron al menos unos diez minutos desde ese hecho hasta que el interfono del despacho sonó y la voz de Kristin se oyó por toda la sala.

—Señor Gallagher, su hermano está aquí.
Fruncí el entrecejo.
¿Cuál hermano?
—Que pase.
Tres segundos después la puerta del despacho se abría y aparecía Gale. Llevaba una caja de Donkin' Donuts y dos vasos de cartón con café.
—¡Menuda sorpresa! ¿Qué haces aquí?— se lo pregunté sentándome bien en la silla.
—En realidad venía para hablar con el abuelo, necesito dinero pero está ocupado o eso dijo Nora.
Ladeé una sonrisa y cogí el vaso de cartón que me ofreció.
—Me alegro de ser tu segunda opción.
Él se rio.
—No iba a desperdiciar semejante festín.— Me guiñó un ojo y abrió la caja de donuts. Había al menos unos ocho. Dos de cada sabor, mi favorito era el de dulce de leche con que lo ataqué.
—¿Soy yo o siempre que vengo por aquí tienes una secretaria distinta?
No respondí de inmediato ya que seguía saboreando semejante manjar.
—Missy ya dio a luz, no vuelve hasta dentro de un año o a saber, puse a Bee con Strauss y a Kristin ya la conoces.
Kristin era la antigua secretaria de mi abuelo. Él cambiaba de secretaria cada año porque alegaba no aguantar a nadie más de ese tiempo. Creo que con sus mujeres duraba algo más que eso, con Laura llevaba al menos unos dos o tres años casado.

—Un poco estirada, pero me gusta ese look de actriz porno que tiene.

Gabe puso cara de asesino en serie y me reí. A él sí que le gustaban las secretarías, menos mal que el mundo de los negocios no era su rollo o tendríamos más de una demanda. Eso si mi abuelo siquiera se lo planteaba dejarle hacer parte de los negocios familiares.

—¿Con qué Strauss, eh?

Me encogí de hombros cogiendo otro dónuts de coco, sin darle demasiada importancia.

—Era lo que había.

Gabe asintió dando un mordisco a su tercera rosquilla.

—Pues ya sabes lo que dicen de él, bestia en el trabajo bella en la cama.

Me reí fuerte.

Gabe era tan absurdo como esos cómicos que salían en Paramount Comedy.

—¿Se puede saber quién te ha dicho eso?

Se encogió de hombro.

—He vuelto a la Sociedad de Juliette...

Casi me atraganté.
La sociedad Juliette era un club de intercambio de pareja, al que le encantaba. Si creías que Gabe era el Gallagher más tímido, tranquilo y gran partido de la familia estabas MUY equivocado.
Al niño le iba la marcha de la buena, intercambios de parejas con sus amigas íntimas, tríos, orgias y cosas que prefiero omitir por mi propia salud mental.

—Deberías dejar ese mundo chico, acabaras contrayendo una sifilis o sida, vete tú a saber.

Mi hermano sonrió pícaramente y se bebió un sorbo de café.

—Tranquilo jefe, todavía recuerdo cómo manejar el cotarro, aunque yo que tú vigilaría a Strauss, suele pasarse mucho tiempo por la Sociedad, no vaya a ser que intente llevar a tu abejita por el mal camino.

El teléfono sonó y lo cogí para mirar de qué se trataba. Cuando vi el nombre de Cohen por un segundo me pregunté qué querría, hasta recordar que fui yo quien le había hablado primero.
Bee: Como en el Pais de las de Maravillas. (+ guiño 😉)

Buenos días bombones! Feliz viernes!
Últimamente veo a las que ya habíais leído la versión anterior haciendo muchos Spoilers, me gustaría pediros por respeto a las que aún no han leído que no habléis de ello, las demás también tienen derecho a descubrir la historia sin tantos spoilers, eso le quita el atractivo a la historia. POR FAVOR. Gracias❤️💜❤️💜