93. WES

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93ÁLBUM: Errores del pasadoCANCIÓN: Anne Marie - Ciao Adios

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ÁLBUM: Errores del pasado
CANCIÓN: Anne Marie - Ciao Adios

Una sensación extraña se asentó en mi pecho, esperaba que fuese un infarto, imagínate si fuera amor.
Enamorarme nunca estuvo en mis planes, ni siquiera cuando conocí a Rachel lo estaba, pero ocurrió y resultó que no estábamos hechos el uno para el otro. Sus acciones lo dejaron muy claro en el pasado, y aunque Cohen estuviese loca perdida, no estaba seguro de que encajáramos tan bien, pese a gustarme tanto.
—¡Bybee!— mi voz salió estrangulada debido a la tensión que apretaba mi mandíbula.

Rachel no había perdido la sonrisa en ningún momento. Las había brujas y luego estaba ella, se le notaba en la cara que había disfrutado arruinándonos el momento.

—¿Sabes? Debería enfadarme que hayas compartido algo nuestro con alguien más, pero te entiendo, chica es muy mona.

Negando frenéticamente con la cabeza recogí mi ropa del suelo y empecé a abrocharme la camisa.
¿Cómo algo tan bueno podía irse al garete por un error del pasado? Buena pregunta, la respuesta la tenía delante de mi una sonrisa diabólica en la cara.

—¿Qué quieres Rachel?— murmuré con tranquilidad fingida—. ¿No podías haber esperado y ahorrado este espectáculo?

Se rio mientras se acercaba con sus largas piernas a mi.

—¿Y dejar que esa pobre niña pensara que es especial? No mi amor, estoy segura de que sabrás engatusarla nuevamente.

Me ajusté la americana y luego la miré fijamente, sin ni una chispa de humor en la cara.
¿A qué venía eso? Sí, había estado allí con ella en el pasado, pero ni de lejos había pensado siquiera en decorarla y dar así un toque romántico, sobre todo porque Rachel nunca había sido precisamente alguien romántica.

—¿Crees que si ella fuera una más me habría currado todo esto? Si ella fuera como tú, le habría servido un desván lleno de polvo y ratones, siempre y cuando el dinero rebosara por mis bolsillos.

Su cara de disgusto me hizo ladear una sonrisa irónica.
Lo sé, las verdades duelen.
—No me has contestado. ¿Qué cojones Quieres? ¿Qué haces siguiéndome? ¿Qué haces aquí?

Se cruzó de brazos y empezó a balancear una de las piernas, estaba irritada, se veía que mi comentario había surtido efecto.
Lo que no entendía era que teniendo montada toda una boda para dentro de poco de pronto decidiera perseguirme.
—Quiero que me perdones, no voy aceptar un no por respuesta.

Poniendo los brazos en jarra me acerqué a ella hasta que nuestros pies se tocaron y nos enfrentamos a un duelo de miradas.
Solo en ese momento me daba cuenta de cómo era Rachel en realidad, siempre fue una mujer fría y calculadora, nunca le importé lo más mínimo. Sin embargo para ser una cazafortunas, había huido antes de poder ganarse sus millones por casarse conmigo, aunque había qué decir que entonces no disponía de todos los ceros actuales de mi cuenta bancaria.
—Si para entrar al cielo necesitas mi perdón, será mejor que te acostumbres al calor del infierno.

ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTEWhere stories live. Discover now