ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PARTE

62. BEE

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ÁLBUM:Un beso de altura.
CANCIÓN: Me rehuso- Danny Ocean

¿Y ahora quería subirse a la Noria con Samantha? ¿Es que no sabía que tenía diecisiete? Sí, por mucho que pareciera mayorcita no lo era, lo había oído hacía unos minutos y también me quedé a cuadros, la chica parecía incluso mayor que yo.

—Tranquila, ya voy yo con él no vaya a ser que te contamine con su amargura... — refunfuñé subiéndome con él cuando el chico abrió la cabina.

Escuché unas cuantas risitas a nuestras espaldas pero ignoré.
Estaba muy cabreada, ya cansaba que ese chico intentara arruinar cualquier cosa que tuviera referente a mí. Y no hablo sólo del chico que iba a subirse conmigo a la atracción (el cual era incapaz de recordar el nombre), quizá fuera incluso divertido, seductor, amable, etc y me hubiese enamorado de él a la primera, pero eso nunca sucedería porque Wes tenía que meter su narizota en todo.

—No sabía que tú y mi hermana fuerais íntimas.
Me crucé de brazos.

—Sí, compartimos hasta las bragas—contesté con sarcasmo, obviamente eso no era cierto.

Sonrió con suficiencia y yo apreté los dientes con fuerza. Me picaba la mano para darle una bofetada a esa cara de cretino que tanto le caracterizaba.
Después de que la noria empezara moverse nadie dijo nada. Yo estaba completamente cerrada a mantener una conversación. Había pasado toda la noche llorando por culpa de su mala decisión y ahora estábamos encerrado en una cabina durante qué, tres, cuatro o cinco minutos.

—Me parece absurdo que estés enfadada conmigo por algo tan insignificante como tu hermana.

Le fulminé con la mirada.
Miraba al techo de la cabina. ¿Sería cierto que temía a las alturas? ¿Entonces por qué se había empeñado en subirse conmigo allí? ¿Por qué su amigo quería subirse también? ¿Estaría celoso?
Eso sin duda alguna no podía ser, Wesley podía ser de todo menos celoso y menos podía tener celos de mi. Y más cuando se empeñaba en que supiera cuál era mi sitio en todo momento. Vale, no era más que su empleada, por mucho que quedáramos los viernes para beber vino o cerveza artesanal. Pero en mi fuero interno sabía que nunca llegaríamos a ser amigos de verdad... Por mucho que me empeñara en ello.

—Pues a mi me parece absurdo que no la despidas... ¡Se suponía que eras mi amigo!

El soltó un bufido y al fin se atrevió a mirarme. Se veía algo pálido. Pues iba a ser cierto lo de las alturas.

—No voy a ser tu amigo solo cuándo te convenga ¿Me entiendes?

Me volví a cruzar de brazos, enfurruñada.

Solo le había pedido una cosa en ese corto tiempo de «amistad» y se había negado en rotundo.

—A veces eres como una cría pequeña a la que espera que TODOS hagan lo que quieres, pero no esperes que conmigo funcione.

Hacía viento allí arriba, si no tuviera los dientes tan apretados debido a mi indignación estaría tiritando. Suspiré y miré más allá de nosotros. A todas las luces que iluminaban el Parque de Atracciones ese día tan especial para Emily. Cumplía veinticuatro años y era como una princesita de Disney. Aunque con más clase y dinero.
—Da igual, ya no trabajo allí, qué más me da que esa zorra trabaje para JJC Enterprise.

Por el rabillo del ojo le vi poner los ojos en blanco para luego suspirar y sacudirme para que le mirara.

¿Y ahora qué?

—¿Por qué te importa tanto? Está a veinticinco plantas por debajo de ti...

¿Soy yo o cada vez está más pálido?

—Está a un paso de quitarme todo como siempre— mascullé volviendo a apartar la mirada de él.

—¿Qué te va a quitar?

La noria se paró abruptamente haciendo que nuestra cabina se moviera con fuerza de un lado al otro. Alcé la mano para agarrar al hierro y sujetarme, debimos pensar lo mismo porque mi mano acabó bajo la suya.
Alcé la vista hacia él.
Me devolvió la mirada, parecía tres tonos más pálido que cuando subimos. Estaba más que claro que aquello no era su rollo y fue justo en ese momento cuando mi corazón se ablandó, un poquito.

—Me puede quitar a... ti.

Él rodeó mi cuello sutilmente con su brazo y con un simple movimiento unió sus labios con los míos.

Mierda... Wesley me está besando.
A cincuenta metros del suelo.
Eso sí que era un beso de altura.

Hasta lunes🧡💜
Jacky💋