Capítulo 3

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3

Al entrar en la habitación interior, ayudó a Yan Feili a subir a la cama y le quitó la gabardina que se había empapado por la fuerte nieve. Cuando Hua Xiangyan vio la figura que Yan Feili siempre había cubierto, no pudo evitar sorprenderse.

"Hua, General Hua... por favor vaya, vaya rápido a buscar a Qiu, Qiu, el Doctor Qiu..." Yan Feili se esforzó por respirar, aferrándose a la mano de Hua Xiangyan.

Con otra punzada de dolor en su abdomen, sus manos no pudieron evitar ejercer fuerza.

El corazón de Hua Xiangyan entró en pánico al ver que él se aferraba a su mano con un dolor intenso.

¡General Yan! ¿Qué le pasa?"

"Rápido, rápido ve a..." A Yan Feili ya no le importaba nada, sólo sentía que la cosa en su vientre luchaba con fuerza, tratando desesperadamente de liberarse de las ataduras.

"Dile, dile... que mi fuente se ha roto, roto uh...." Yan Feili cayó de espalda sobre la cama con dolor.

Después de un tiempo desconocido, Hua Xiangyan finalmente llegó a toda prisa con Qiu Yeyuan, y con el rostro pálido.

En ese momento, Yan Feili daba vueltas en la cama con un dolor insoportable.

En cuanto Qiu Yeyuan vio el aspecto de Yan Feili, sin decir una palabra, se acercó inmediatamente y lo sujetó para evitar que se hiciera daño al dar tantas vueltas.

"¡Deprisa! Rápido, ayúdame a sujetarlo." Qiu Yeyuan ordenó despreocupadamente a Hua Xiangyan, que hacía tiempo que estaba algo aturdido en su mente.

"Tú, ¿qué vas a hacer?" Preguntó Hua Xiangyan mientras sujetaba a Yan Feili y miraba con los ojos muy abiertos las tijeras que Qiu Yeyuan tenía en la mano.

Qiu Yeyuan lo ignoró.

Con movimientos agiles, corto cuidadosamente los pantalones de Yan Feili y le abrió las piernas. Al alargar su mano y examinarlo, comprobó que, evidentemente, hacía tiempo que se había roto su fuente y la puerta de nacimiento estaba entreabierta.

Al frotar el estómago de Yan Feili y escuchar sus consiguientes gemidos, Qiu Yeyuan arrugó el ceño.

"¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se rompió tu fuente?" Era como si Yan Feili no hubiera oído nada, sólo jadeaba fuertemente.

"General Yan, ¿cuánto tiempo hace que se rompió su fuente?" Preguntó Qiu Yeyuan de nuevo mientras separaba más las piernas.

Fue en ese momento: "¡Qué están haciendo!" Una voz severa resonó de repente en la habitación.

Al girar la cabeza para mirar, vieron que el Maestro de la Puerta del Norte, Beitang Ao, estaba de pie en la puerta de su habitación con una cara de hierro.

Nadie esperaba que el Maestro de la Puerta del Norte, que debería estar celebrando el Año Nuevo con todos en el vestíbulo, apareciera de repente aquí sin hacer ruido. Hua Xiangyan estaba un poco alarmado, sin saber cómo debía explicar la situación actual.

Sin embargo, Qiu Yeyuan estaba inusualmente tranquilo.

"¡Maestro de Secta Beitang, estamos entregando el bebé del General Yan!"

"¡¿Qué?!" Cuando Beitang Ao escucho sus palabras, sus elegantes ojos se abrieron de par en par.

Su expresión de sorpresa era la misma que la de Hua Xiangyan, que acababa de enterarse por primera vez, sólo que su reacción fue mucho más rápida que la de él.

Sus ojos se movieron inmediatamente hacia arriba desde las piernas de Yan Feili que estaban abiertas, y vio el inusual y alto bulto en su abdomen, se podía ver claramente una explosión de retorcimiento en su vientre.

Mirando de nuevo hacia arriba, ahora vio el pálido rostro de Yan Feili, empapado de sudor y su conciencia en un delirio, con las manos aun agarrando los brazos de Hua Xiangyan que lo sujetaban.

La cara de Beitang Ao estaba sorprendida e insegura, sus ojos brillaron con sospecha, pero rápidamente se calmó y se acercó a la cabecera de la cama.

Aunque ya estaba un poco desorientado por los dolores de parto, al oír la voz de Beitang Ao, Yan Feili recupero la lucidez de repente, y levanto la cabeza para ver a Beitang Ao de pie mirándolo con una cara complicada.

"Mae, Maestro de Secta...." Sobresaltado por su propia voz ronca y quebrada, Yan Feili se dio cuenta de repente de su actual aspecto lánguido.

"No, no quiero...." Yan Feili gimió de dolor, luchando en vano y con pánico.

¿No quieres qué? El fuerte roce que Qiu Yeyuan infligía sobre tu vientre, causando aún más dolor, o el hecho de que no quieres que el Maestro de Secta te vea así.

Qiu Yeyuan no podía preocuparse por eso en este momento. Como doctor, lo único que sabía era que lo más importante ahora mismo era que se diera prisa en dar a luz al bebé. El feto ha caído a la entrada del canal de parto y parecía que iba a salir muy pronto.

Mirando el cuerpo empapado y helado de Yan Feili, le dijo a Hua Xiangyan: "Átale las manos, ayúdale a ponerse una prenda limpia y luego ve a hervir agua."

Hua Xiangyan tomó la cuerda de tela lanzada por Qiu Yeyuan. Estaba desconcertado, sin saber qué hacer.

Beitang Ao se acercó, agarro la cuerda de tela y dijo con voz fría: "¿No has oído? ¡Apúrate y hierve el agua!"

Hua Xiangyan se horrorizó ante la mirada severa del Maestro de Secta Beitang y se apresuró a soltar a Yan Feili para salir.

"¡Detente!" Beitang Ao miró fijamente a Hua Xiangyan: "Mejor sal y vigila el Jardín de Bambú en el exterior, ¡no se le permite entrar a nadie!"


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Esta es una traducción propia del chino al español por lo que puede contener errores.

Se nos viene el niño!! 

Vínculos Rotos - 断情结Donde viven las historias. Descúbrelo ahora