Capítulo 55

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第55章

"¿Por qué estás aquí? ¿No dijiste que no te sentías bien y que estabas descansando?" Beitang Ao preguntó con una ceja levantada.

"De repente quise ver los fuegos artificiales, así que vine." Los ojos de Lin Yanyan miraban fijamente al niño en los brazos de Yan Feili: "Este niño... General Yan, ¿es este su hijo? Se parece a ti."

Yan Feili abrazó fuertemente al niño sin saber qué responder. Sin embargo, Li'er no sabía cómo distinguir el desafortunado momento, y de repente soltó una risita y tendió la mano a Beitang Ao.

"¡Papá, abrazo!" En los últimos días, Beitang Ao había venido a ver al niño cuando podía, y esto fue lo primero que Li'er aprendió a decir.

Beitang Ao tomó a Li'er en sus brazos y lo abrazó. Con un suspiro miró el rostro pálido de Lin Yanyan y dijo: "Yanyan, no es el hijo del General Yan, es mi hijo."

Grandes copos de nieve cayeron lentamente, reflejándose con los fuegos artificiales que seguían sonando en el cielo, llenando el cielo oscuro de celebraciones festivas.

El delicado rostro de Lin Yanyan se puso aún más pálido y su cuerpo se balanceó, siendo sostenido por la sirvienta detrás de ella.

"Esposo, ¿qué has dicho?"

"He dicho que este es mi hijo."

Lin Yanyan miró a Li'er sin comprender y luego a Beitang Ao. De hecho, cuando vio claramente la apariencia del niño, ya lo había adivinado en su corazón. Este niño tenía al menos siete de diez puntos de parecido con Beitang Ao.

Cuando Yan Feili vio su cara, su corazón se volvió un poco implacable. Cualquiera habría entrado en pánico si su marido apareciera de repente con un niño en brazos, diciendo que era de su sangre.

Sin embargo, este asunto sería conocido por ella algún día.

En el futuro, su propio hijo podría incluso llamarla a ella su madre...

"Hablaremos de esto más tarde. Está nevando, ¡deberías volver y descansar primero!"

Beitang Ao tampoco esperaba que este asunto fuera conocido por Lin Yanyan en circunstancias tan inesperadas. Aunque no quería ocultarlo deliberadamente, no era un buen momento para explicarlo.

Los ojos de Lin Yanyan se dirigieron directamente a la cara de Li'er, mirándola durante mucho tiempo antes de moverse lentamente y pasar por delante de Yan Feili.

Un repentino escalofrío recorrió la columna vertebral de Yan Feili. Sus ojos eran tan profundos y etéreos como un estanque milenario, y en esta noche ventosa y nevada, estaban particularmente fríos.

"Feili, lleva al niño de vuelta a la casa." Beitang Ao recogió el pequeño abrigo de visón de Li'er y lo devolvió a los brazos de Yan Feili.

Yan Feili no dijo nada, sólo abrazó al niño con fuerza y se dio la vuelta para volver al Jardín de Bambú.

Esa noche, Yan Feili estaba inquieto y no podía conciliar el sueño.

Me pregunto cómo el Maestro de Secta le explicará esto asunto a Lin Yanyan cuando vaya a verla. Después de la explicación, ¿a dónde enviara al niño? 

El pensamiento de este día el año pasado, cuando estaba luchando en esta cama, el dolor de haber sido casi desgarrado, despedazado, hizo que su corazón palpitara.

Ahora, el pequeño que nació de su propio cuerpo dormía profundamente a su lado, su carita que aún no había crecido, ya mostraba una buena imagen hacia el futuro.

Vínculos Rotos - 断情结Donde viven las historias. Descúbrelo ahora