Vínculos Rotos - 断情结

Extra 10

El viejo árbol florece.

La noche es el mejor afrodisíaco.

En este momento, estaba completamente oscuro en la habitación interior, Beitang Ao tocó lentamente el cuerpo de Yan Feili, lo hizo girar de lado y entró lentamente en el estrecho túnel que le resultaba tan familiar.

Ambos suspiraron profundamente mientras el calor chisporroteante y las apretadas paredes carnosas se llenaban con su miembro.

"Feili...."

Beitang Ao estaba indescriptiblemente satisfecho y emocionado. Había sido un mes muy ocupado en la Ciudad Yaojing. Cuando regresó esta vez, los asuntos en la corte imperial y en la Puerta Celestial se agolparon a la vez. La situación en la corte imperial era mucho más complicada y severa de lo que había imaginado, y sólo entonces se dio cuenta de que su hijo, Beitang Yaori, había estado a la altura de sus expectativas y había sido capaz de lidiar y sobrevivir a esta situación durante mucho tiempo.

Había planeado volver en un mes como máximo, pero se retrasó una y otra vez por esos encierros. Le preocupaba que Yan Feili estuviera solo en el valle y Li'er compartía la misma opinión, así que en cuanto terminaron los asuntos en la Ciudad Yaojing, se impacientó de tratar con las personas de la parte superior e inferior de la jerarquía, y se apresuró a volver al Valle Lingyin por la noche.

Cuando vio a Yan Feili dormido, Beitang Ao se dio cuenta de repente de que su deseo por él seguía siendo tan profundo. Sólo quería ir a la cama y acurrucarse a su lado para calentarse de la fría noche, pero no pude evitar hacerle el amor. Ah....

De hecho, Yan Feili ya tenía más de cuarenta años, a los ojos del público en general, era sólo un hombre ordinario de mediana edad. Los años han dejado huellas indelebles en su cuerpo, y su rostro apuesto y cálido también se había teñido de una ligera escarcha. Sin embargo, Beitang Ao sintió que sus sentimientos por él se habían fortalecido con el tiempo, como si no tuvieran fin.

"Mmm.... suavemente, hazlo suavemente...."

Sólo entonces Beitang Ao se dio cuenta de que había utilizado inconscientemente una fuerza vigorosa mientras estaba distraído con sus pensamientos, y que Yan Feili no podía soportarlo más, así que se apresuró a ralentizar sus movimientos, levantó los muslos y bombeó con suavidad pero con fuerza.

Yan Feili ya estaba sudando. Aun no se había recuperado de su resfriado, su cuerpo estaba débil y pesado, por lo que le resultaba difícil resistir. Al mismo tiempo que su lujuria se desbordaba, sintió una oleada de debilidad y no pudo evitar arrepentirse de su indulgencia hacia Beitang Ao. Sin embargo, el placer que siguió lo hizo aferrarse de nuevo al colchón que tenía debajo y no pudo contenerse de gemir incontroladamente.

"Feili, Feili...." Beitang Ao canturreo su nombre, aunque sabía que Yan Feili no podía responder ahora, aún le gustaba susurrarlo de esta manera.

El sonido de la carne al chocar entre sí era especialmente perceptible en el silencio y el calor de la noche. La espesa y rápida respiración de los dos era una rica y ambigua atmósfera de lujuria. Beitang Ao dio un último y poderoso empujón y se retiró tan pronto como pudo recuperarse de su clímax, desplomándose  a un lado de Yan Feili con una respiración entrecortada. Yan Feili también llegó al clímax al mismo tiempo y dejó escapar un gemido bajo y ronco y se desahogó.

Beitang Ao se calmó por un momento, sacó un pañuelo de seda y se limitó a ayudar a los dos a asearse un poco, luego abrazó a Yan Feili y se tumbó bajo la manta. Sintieron que la combinación su aroma los envolvía, y sólo entonces se sintieron aliviados y se durmieron rápidamente.

Beitang Ao se despertó al primer vistazo del sol de la mañana. Cuando vio que Yan Feili seguía durmiendo, salió a practicar sus artes marciales, luego fue al cuarto de baño e hirvió el agua y la vertió en la bañera para ayudarlo a bañarse más tarde. Cuando volvió a la habitación, vio a Yan Feili luchando por darse la vuelta y se apresuró a ayudarlo, pero cuando vio su rostro, sus cejas se fruncieron.