Extra 8

735 115 24
                                    

El viejo árbol florece.

Sin darse cuenta, el primer mes del año había pasado y el tiempo en las montañas era cada vez más cálido, pero seguía haciendo mucho frío.

Todos los días, a mediodía, Yan Feili salía a dar un pasero por el sendero de la montaña donde Beitang Ao solía acompañarlo todos los días. Luego, por la tarde, cuando hacía buen tiempo, tomaba el sol en el patio y tallaba algunos juguetes con sus propias manos.

En el pasado, cuando Li'er y Yue'er eran pequeños, había tallado con sus propias manos espadas y arcos de madera para ellos. Para Chen'er, también había tallado un pequeño caballo mecedor de madera para ella. Cuando los gemelos eran pequeños, a Chen'er y a Yue'er les encantaba pelearse alrededor del caballo de madera para ver quién se subía primero. Cada vez que eso ocurría, Yan Feili se reía y los separaba, luego los subía uno por uno y se turnaban para montar el caballo de madera.

En este momento, Yan Feili no tenía la energía para hacer algo tan grande, y tenía una vaga sensación de que el bebé en su vientre era un niño con toda probabilidad. No sabía por qué pensaba eso, pero tenía esa corazonada. El bebé era muy enérgico y los síntomas de la concepción eran muy similares a los de la época en que estaba embarazado de Li'er.

Yan Feili quitó las virutas de madera y las lijó finamente. La pequeña espada de madera que lleva en la mano es muy ingenioso y adorable, ligera y muy segura. Yan Feili la miró y sonrió ligeramente. De repente se produjo un movimiento en su vientre que lo hizo fruncir el ceño.

Los días sin Beitang Ao a su lado se habían vuelto extraordinariamente difíciles. No es que Yan Feili no pueda vivir sin él, es solo que después de tantos años de estar con él, tenían un entendimiento tácito y un amor profundo que nadie más podía igualar. Por ejemplo, ahora todas las noches, Yan Feili no se ha sentido muy bien y a menudo sufre calambres y sudores nocturnos, pero no hay nadie cerca para cuidarlo. Cuando estaba embarazado de Li'er, también padeció lo mismo, pero en aquella época era joven y fuerte, así que no era tan duro como ahora.

Yan Feili puso su gran mano sobre su abultado vientre para aliviar su malestar lentamente, se relajó y respiró profundamente. El bebé todavía estaba dando vueltas abrumadoras* en su interior, causando que el corazón de Yan Feili doliera.

(*翻江倒海 [fān jiāng dǎo hǎi]: volcando mares y ríos (modismo) / fig. abrumador; trascendental; movimiento que sacude la tierra.)

Sólo tiene siete meses y ya tiene mucha energía....

Fue difícil frenar la agitación en su interior, y una capa de sudor frío brotó de su túnica interior. Después de luchar por levantarse y volver a la habitación interior, Yan Feili estaba un poco cansado y se tumbó en la cama para tomarse una siesta.

Sobre la mesa estaba una carta con noticias de Beitang Ao de hace dos días. Todo sigue bien en Yaojing, pero recientemente están sucediendo muchas cosas en el Reino de Ming, por lo que Beitang Ao quería aprovechar la oportunidad para ayudar a Beitang Yaori a ascender al trono y asumir la carga como el nuevo Rey Beitang, para poder regresar al Valle Lingyin y vivir en reclusión mientras disfruta de una vida libre y tranquila al lado de Yan Feili. Debido a estas consideraciones, al hecho de que era un año lleno de acontecimientos en Yaojing, y que el Emperador era, después de todo, el propio tío de Beitang Ao, tenía que ocuparse de todo, por lo que su regreso podría tener que retrasarse un poco.

Beitang Ao dijo que enviaría a Ling Qing para que lo cuidara, pero Yan Feili se negó.

El Valle Lingyin era la residencia secreta y restringida de los descendientes de la etnia Moye, y solo se le permite la entrada a quienes eran miembros de la etnia y a sus respectivas parejas. No era una buena idea dejar que Ling Qing viniera aquí. Además....

Vínculos Rotos - 断情结Where stories live. Discover now