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Aquella noche, Derek lo esperaba sentado en los escalones de la entrada a su antiguo hogar. Observaba el pivote donde apuntaban las alturas de él y sus hermanas, y sonrió nostálgico, pero se puso alerta cuando oyó un ruido y un quejido. Se levantó y se acercó al sitio de donde provenía, y descubrió a Stiles en el suelo, que se incorporó con rapidez, algo azorado.

-Vaya, ser un lobo no te ha dado todos los reflejos que debería, ¿eh? Sigues siendo un poco torpe. -Stiles olía aquel día a él, sí, pero tenía parte de la esencia de Derek pegada a la piel-. ¿Por qué hueles a mí? -preguntó con curiosidad.

-Por... -dijo antes de callarse abruptamente y rodar los ojos- ¿Qué me vas a enseñar hoy?

-No esquives mi pregunta, apestas a mí. Me conozco bastante bien tu olor como para confundirme. -Mierda, no debió haber dicho aquello, ahora parecía que estuviera obsesionado con su aroma.

-Vaya. Desconocía que tuvieras tan presente mi olor. -Aquello tranquilizaba un poco a Stiles. Al menos no era el único obsesionado con eso.

-No te emociones Stiles, es algo que los lobos nos notamos unos a otros, nos aprendemos el aroma de nuestra manada. Pero la verdad es que sí, tu olor me embota los sentidos porque es más fuerte que los otros que he olido -comentó encogiéndose de hombros. Estaba aliviado de al fin soltárselo a alguien, aunque fuera el que emitía ese olor tan hipnotizante.

-Pues me ducho todos los días, así que espero que no sea muy desagradable -bromeó con una risita estúpida.

El moreno puso los ojos en blanco pero término por sonreír de medio lado.

-Al contrario, es un aroma muy agradable. Y los olores de las personas no tienen nada que ver con su higiene personal, es algo más... complicado.

-Espero poder entenderlo poco a poco -murmuró sonriéndole y quedándose unos segundos como hipnotizado, mirándole. Luego bajó la vista y carraspeó-. Bueno, tú dirás. ¿Qué hacemos hoy?

-Pues -dijo sacando las garras y poniéndose en posición de ataque-, vamos a ver hasta donde es tu límite, y así vemos cómo podemos controlarlo a la hora de jugar al lacrosse.

Stiles soltó un gritito estúpido y dio un salto cuando Derek fue directo a él con rapidez. El castaño salió corriendo, intentando ir lo más rápido que pudo, pero el alfa era mucho más rápido. Se lanzó encima con un rugido y le arañó el pecho, haciéndole gritar de dolor. Stiles forcejeó intentando soltarse, y Derek volvió a atacar. Lo hizo de nuevo y el castaño rugió de vuelta, ejerciendo más fuerza con los ojos brillantes y los dientes fuera.

-¡¿Te parece bien atacar a tu manada?! -gruñó, intentando atacar de vuelta, ya que hasta entonces había estado huyendo más que otra cosa-. ¡No me gustan las peleas!

-¡Entonces no podrás jugar al lacrosse Stiles! ¡Tienes que controlarte y solo te podrás controlar si sabes tus límites! Intenta no transformarte - rugió volviendo a atacar.

Volvió a gruñir, esta vez transformado por completo en hombre lobo.

Se echó sobre Derek y empezó a lanzar zarpazos.

-¡¡CONCÉNTRATE STILES!! ¡TU ANCLA, RECUERDA A SCOTT! -ladró intentando quitárselo de encima, esquivando las garras de Stiles que estaba fuera de sí.

Se imaginó que pasaría si se transformaba en medio del partido y atacaba a su mejor amigo. Scott, moribundo en el suelo y con el cuerpo desgarrado y ensangrentado por su culpa.

No quería que pasara aquello. Scott había hecho tantas cosas por él... Rodeó a Derek con las garras, dispuesto a atacarle, pero de pronto sus uñas se volvieron humanas y cortas, y recuperó su forma humana quedando abrazado con fuerza al alfa y con la frente apoyada en su hombro.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now