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Después de que la tensión menguara, brindaron y se dieron los regalos. No había nada para Tyler. Despidieron a la familia, y al cerrar la puerta Stiles se giró hacia él y lo abrazó con fuerza. El whisky se le había subido un poco.

-Gracias, Derek. Gracias por defender la memoria de mi madre -dijo en un susurro, y lo apretó contra él-. Te compré algo en el centro comercial. No es mucho, pero espero que te guste.

Abrió el cajón del armario de la tele y sacó una cajita envuelta de color rojo y un lacito. Derek la abrió bajo la atenta mirada de su novio y su suegro. Se trataba de dos anillos, uno con la inicial de Stiles grabada y otro con la D. Stiles sonrió y cogió el de la D.

-Yo me pondré este y tú tendrás el otro. Así me acordaré de ti cuando estemos separados. He pedido que graben la letra D porque es el nombre con el que te conocí. Tyler es más una... fantasía sexual. -A su padre se le escapó una pequeña risa.

Sonrió ampliamente colocándose el anillo y se mordió el labio. Luego miró al exterior y se encogió de hombros.

-A mí no se me ocurría un regalo decente, pero luego Scott me ayudó desde aquí y bueno, está ahí fuera. El otro es este.

Le tendió una caja pequeña, aunque algo más grande que la de los anillos. Al abrirla Stiles cogió un llavero de un lobo, y descubrió un manojo de llaves.

-Son las llaves de la casa de Quebec, que ya es nuestra, para cuando acabes la carrera te vengas conmigo. Ahora vamos a ver el de fuera.

Salieron los dos, porque John ya sabía de qué se trataba. El moreno se acercó al jeep.

-Pensaba comprarte un coche, pero luego cambié de opinión. -Metió la cabeza en el jeep y accionó la palanca para abrir el capó-. Me gusta demasiado tu jeep para jubilarlo, así que directamente le dije a Scott que le pusieran su motor totalmente nuevo, así que está como recién comprado. ¿Te gusta? -dijo esbozando media sonrisa.

-¡Pero... si esta como nuevo! -Miró a Derek-. Mil gracias Derek... Últimamente estaba dándome problemas y no sabía cómo iba a arreglarlo, me iba a dejar un pastizal. -Cerró el capó-. Jo. Tus regalos son mejores que el mío. Yo también quiero ser rico. -Se mordió el labio y sonrió.

-Pero el tuyo significa mucho más. Yo soy un cutre que compra cosas, tú regalas con el corazón -dijo haciendo morritos-. Vamos a tomarnos la última con tu padre, que Scott me dijo que vendría a tu casa en cuanto se escapara de casa de los Argent.

Entraron y se sentaron en la cocina, con el lavavajillas de fondo limpiando todos los platos que habían usado esa noche. John le dio un refresco a Stiles -sospechaba que si bebía más iba a acabar tirado por los suelos- y sirvió un whisky a Tyler y otro para él.

-Por una noche complicada -dijo John alzando el vaso y brindando con los otros dos. Bebieron de sus copas-. Hoy has demostrado mucho, Derek... Tyler.

-Me alegro poder enmendar lo que hice -contestó el moreno sonriendo.

-¿Ves? Te dije que era buen tío -bromeó Stiles, mirando con algo de recelo su zumo-. ¿Por qué no puedo aunque sea mezclar? Ya no soy un crío.

-No -le riñó Tyler entrecerrando los ojos-. Luego tiene que venir Scott, así que si tu padre te deja podrás tomarte una con él. Ahora despéjate.

-Me alegro que aparte de su novio seas el que le pone los pies en la tierra -dijo riéndose-. Voy a sacar los bombones para cuando llegue Scott.

John se fue en busca de los bombones mientras los otros dos bebían de sus vasos. Stiles se terminó el zumo y miró a su novio.

-Claro, y como tú eres un magnate de los negocios puedes beberte tu whisky tranquilo.

Abyss [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora