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Quedaban dos días para la luna llena y Tyler era aún más cascarrabias que de costumbre. A Isaac apenas se le notaba el influjo lunar porque iba de un lado a otro con una sonrisa de oreja a oreja, provocando más cotilleos en la oficina, pero poco a poco se alejaban de Tyler porque no era posible que el jefe estuviera tan irritado y el otro tan feliz si se supone que tendría que ser al contrario en todo caso.

El moreno estaba de mal humor por la preocupación de ser de nuevo el súper alfa, por mucho que toda la manada le dijera que no era posible que volviera a serlo. Pero ese día fue diferente, porque había ido al aeropuerto a recoger a su novio, que venía de visita durante esos cuatro días donde el influjo lunar era más notorio. Llevaba un gorro y un grueso abrigo con algunos copos blancos en los hombros, y sus gafas de pasta características.

Esperaba el avión donde tenía que estar Stiles, y no paraba de mover el pie nerviosamente. Isaac se había quedado en casa haciendo una videollamada con Sam, que había logrado que su hermano ligara en el pueblo en el que estaban y aprovechaban para verse por Skype.

Vislumbró la cabellera castaña por encima de las demás personas cargado de abrigos y expresión sofocada, y pudo adivinar que en el avión habían puesto la calefacción. Sonrió de oreja a oreja cuando Stiles lo vio.

El chico sonrió cuando le vio, y corrió hacia él mientras abría los brazos para abrazarle. Su abrigo cayó por el camino pero no reparó en ello. Sólo tenía ganas de abrazar a su novio y no soltarle hasta que tuviera que marcharse de nuevo.

-¡¡TYLEEEEEEEEEER!!

La mochila que llevaba para esos cuadro días no fue un impedimento para que el castaño saltara sobre su novio y se enganchara a sus caderas como un koala. Lo abrazó muy fuerte y se separó lo mínimo para poder sujetarle la nuca y darle un beso de película en medio del aeropuerto.

Lo besó con ganas después de esas dos semanas de mierda sin él, y se sintió mejor instantáneamente. Cuando se le empezó a resbalar hacia el suelo el cuerpo de su novio, Stiles dejó los pies en el suelo sin dejar de abrazarlo.

-Hola -saludó dándole un beso en la nariz para fijarse en el rastro de abrigo y sudadera que había dejado Stiles a su paso-. Creo que será mejor que te vuelvas a montar antes de salir, hace muchísimo frío. Ya podrás estar en casa con poca ropa -dijo riéndose y yendo a por la ropa del castaño.

Salieron del aeropuerto y fueron al deportivo de siempre de Derek, y cuando se montaron se volvieron a besar con ansiedad. Tuvieron que parar cuando se quedaron sin aire, y Tyler arrancó el coche para llegar cuanto antes a su casa.

-¿Qué tal el viaje? -preguntó intentando pensar en otra cosa que no fuera las imágenes mentales que se le cruzaban por la mente.

-Eterno -respondió.

Al contrario que Derek, no podía concentrarse en pensar la de cosas que le haría al llegar a casa. Olfateaba el coche con incomodidad. Olía a Derek, pero sobre todo a Isaac. El chico solía sentase mucho donde él estaba y podía percibirlo sólo con su sentido olfativo.

Por alguna razón eso no le gustaba. Confiaba en Derek, pero se sentía un poco como Sheldon Cooper. Aquel era su sitio y otro lo estaba profanando.

Lo notó incómodo a medida que avanzaban en el trayecto, pero le restó importancia pensando cuando llegaran a casa iban a poder encerrarse en el cuarto y cubrirlo de besos por todas partes, pero al cabo de un rato ya le estaba poniendo nervioso el aroma de Stiles, que cada vez era más raro.

-¿Stiles? ¿Qué es lo que pasa? -preguntó notando que la burbuja de felicidad de su pecho perdía aire hasta quedarse desinflada.

-No sé... -Observó el coche con atención-. Isaac se monta mucho... ¿no?

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now