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Llevaba en la esquina de la calle aparcado desde que él había terminado de cenar. Cuando leyó el mensaje sonrió y salió, cerró el coche y fue hasta el lateral de casa del castaño y trepó hasta su ventana.

-Buenas noches, ¿podría acurrucarme con el señor Stilinski junior? -preguntó sentándose en el marco de la ventana, antes de ir a la cama del chico y quedarse junto a ésta con media sonrisa.

Stiles sonrió y se destapó, señalando el hueco libre a su lado.

-Siempre supe que pedir una cama de matrimonio me solucionaría la vida más adelante... -comentó mientras Derek se echaba a su lado.

-Si tuvieras una individual dormiría más pegado a ti, así que tampoco me quejaría.

Se quitó las botas y se estiro junto al castaño, con el codo apoyado en la colcha y mirándolo con una sonrisa. Suspiró mordiéndose el labio, no sabía si era porque estaba totalmente enamorado de él, pero lo veía demasiado guapo con los labios hinchados y curvados en una sonrisa, y sus ojos color café brillando al mirarlo.

-Me tienes totalmente embaucado, Stiles -murmuró acariciándole el costado. Lo acercó a él y le dio un suave beso.

-Y tú a mí -comentó cuando se separaron, mirándole con una sonrisa y en la misma postura que él-. Lo que siento es parecido a lo que me pasaba con Lydia, sólo que más intenso. Con ella siempre me tuve que conformar en la distancia, y a ti te tengo en mi cama sólo con mandarte un whatsapp... -Le acarició la mejilla-. Supongo que esto es estar enamorado, ¿no? Sentir algo inexplicable que se escapa de la razón, echarte de menos cuando no estás y no poder dejar de mirarte cuando te tengo delante.

-Supongo que tienes razón -dijo con una sonrisa-. Yo cuando tenía tu edad creo que estuve enamorado de una chica. Pero murió, no quiero hablar de ello. Pero no sé, lo que recuerdo de esa época era muy distinto a lo que siento por ti. Lo tuyo es algo más, y desde que te conocí siempre lo sentí así, que eras más parte de mí de lo que nunca creí que fueras.

El moreno se quedó unos segundos pensando en Paige. Se permitía muy pocas veces hacerlo, pero últimamente quizás si lo había hecho cuando estaba solo. Si ella hubiera sobrevivido quizás habría sido así con ella. Pero tampoco sabría que hubiera querido. Estaba totalmente colgado por Stiles, y lo que recordaba de ella eran muchas veces sus calentones en el bosque y en su habitación. No podía compararlos, lo de Stiles estaba siendo más fuerte y más especial. Al igual que pensaba que comparar a Lydia con lo que tenía con Derek era casi insultante, ya que consideraba que lo de Lydia era un mero capricho del castaño.

Maldito crío...

-Voy a ayudarte -susurró con resolución, interrumpiendo sus pensamientos-. Vengaremos a tu familia, Derek. Sé que necesitas hacerlo. No te los devolverá, pero honrarás su memoria como se merecen. Y yo te ayudaré. Voy a hacer lo que sea por ti.

-No sabes lo que significa eso para mí, Stiles. Creo que no te haces una idea.

Se inclinó sobre él, cubriendo sus labios con los suyos y echándose sobre el castaño. Lo besó lentamente, pero luego su beso cobró intensidad y mordió su labio inferior, suspirando mientras tiraba de él.

Stiles, que ya estaba en calzoncillos, sintió que le ardía el cuerpo con cada beso y mordisco. Le encantaba aspirar el aroma del otro, tan intenso y atrayente como el primer día que se transformó. No necesitaba usar ninguna colonia para hacerse notar.

-Tus problemas son los míos -jadeó el castaño aferrándose al pelo de Derek-. Somos una familia. Te ayudaré y te defenderé de los Argent.

Abyss [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora