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Después de pasar los días que quedaban hasta la vuelta en Beacon Hills sin mayores incidencias que un par de vasos rotos en la cocina de Tyler y preparar tartas con Carmen, se despidieron de ella en el aeropuerto y se fueron a coger el jet que los llevaría a casa.

Habían pasado la quincena en el trabajo de Tyler bastante tranquilos, haciendo pequeñas tareas que no tenían mucho misterio pero sobretodo habituándose al sistema de trabajo de allí, para que su inminente llegada a la empresa de forma definitiva le fuera a ir bien.

Stiles estaba emocionado por su primer vuelo privado, y estuvo todo el viaje preguntándole al azafato dudas sobre la comida en los aviones, mientras Tyler solucionaba un papeleo del trabajo.

Aterrizaron cerca del pueblo, y un coche los llevó hasta allí, donde los condujo a un apartamento que había alquilado Tyler los días que estarían en Beacon Hills. Stiles no soltó nada de equipaje porque él iría a su casa a ver a su padre, y luego se reunirían todos con Deaton y el resto de la manada en aquel piso, mientras Tyler lo acomodaba un poco a su gusto.

Le dio un beso a su novio y el coche lo llevó hasta la residencia de los Stilinski, donde el coche del padre estaba en la puerta, seguramente esperando a que llegara su hijo.

Sacó la maleta. La dejaría en casa y se llevaría al apartamento las cosas indispensables, ya que no estaba muy lejos de allí. Miró con cariño el Jeep aparcado delante del garaje, ya que echaba de menos conducirlo, y abrió la puerta de casa. Antes de irse no había acabado muy bien con su padre. Esperaba que se le hubiera pasado el cabreo.

-¿Hola?

-¡Stiles! -espetó levantándose de la mesa de la cocina y yendo hasta su hijo, abrazándolo con ganas-. Te he echado de menos hijo -dijo aún sin soltarlo-. Siento haber sido un gilipollas contigo antes de irte a Quebec, espero que te lo hayas pasado bien. Y que te haya tratado bien -gruñó un poco rencoroso aún. Stiles sonrió y lo abrazó mientras lo escuchaba hablar y gruñir al final.

-Me tenía atado en el desván y me obligaba a comer verduras todo el tiempo -dijo con sarcasmo-. Yo también te he echado de menos, papá.

-Si te ha hecho comer verduras pasaré por alto que te haya tenido atado -repuso bromeando. Lo hizo sentarse en la mesa de la cocina junto a él-. ¿Qué tal es Quebec? ¿Y la empresa de Derek?

-Me sorprendió mucho lo bien que tienen organizado todo. Al principio me sentía algo perdido, pero al segundo o tercer día ya dominaba mi faena y Derek está encantado al igual que sus trabajadores. Cuando acabe la carrera trabajaré con ellos definitivamente.

-¿Te irás a Quebec? -Parecía de repente totalmente perdido, pero aquello duró apenas dos segundos antes de que sonriera-. Si te gusta la empresa y el jefe no es un desalmado que te deja a la primera de cambio, me encantará que te vayas.

-No es de esos, ya lo verás. Me trata demasiado bien. Ha alquilado un apartamento para pasar las navidades en Beacon Hills.

-¿Como Derek Hale o como Tyler Hoechlin? No sé si sabe que está penado con cárcel falsificar un nombre... lo que está haciendo es delito. -Ante los ojos en blanco de su hijo, suspiró y agitó la cabeza-. Sólo me preocupo por ti Stiles.

-Papá, no falsifica su nombre. Se lo cambió. Su nombre legal ahora es Tyler Hoechlin.

-Sigue sin gustarme hijo, ya sabes lo que pienso. Pero no voy a dejar que vuelva a pelearnos, no señor. No voy a estar encantado pero tendré que aceptar que estés cegado por él -gruñó.

Stiles dejó que su padre siguiera con su indignación y fue a soltar sus cosas, recibiendo un whatsapp de Scott en el grupo de la manada.

"Me acaba de avisar Derek que habéis llegado, ¿dónde estás mariquita? Dijiste que vendrías a por mí"

Abyss [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora