Abyss [m-preg]

-89-

1 mes después

-Estoy más gordo.

-Estás más gordo.

-Esto es una mierda.

-No digas eso, te queda bien.

-Pero ya me lo has dicho, estoy más gordo. Eso es que no te gusto. -Tyler puso los ojos en blanco al oír al castaño decir aquello.

-Estás embarazado, si no engordaras me preocuparía. -Stiles se sentó junto al moreno, metiéndose entre las mantas y apoyándose en el cabecero. Derek se acurrucó sobre su barriga, cerrando los ojos.

-Después de la puñalada con acónito creía que ya no lo estaría -comentó Stiles pasando los dedos por el pelo del otro.

-Yo también lo creí.

-Nos equivocamos.

-Menos mal. -Derek subió a los labios de su novio y los besó, sonriendo levemente.

-No me explico aún cómo me curé solo.

-Es la primera vez que dejas a Deaton sin palabras -bromeó Tyler.

-Es cierto... no tiene explicación para todo al fin y al cabo. -Stiles cerró los ojos con somnolencia antes de volverlos a abrir, mirando el reloj de la mesilla de noche-. Me produce mucha intriga lo que tengo dentro. Sigue creciendo mucho y no parece seguir el tiempo del embarazo humano.

-Quizás tengas un lobato ahí -comentó Tyler dándole golpecitos a la protuberancia del cuerpo de su novio.

-Bastantes animales he tenido dentro ya.

-Y todos lobos. -Stiles rio con ganas y se desperezó, pasándose las manos por el pelo.

-Deberíamos ir duchándonos y preparándonos -dijo empujando levemente a Derek-. Al fin y al cabo la boda es en el salón. Tendrá que recibir a los invitados el anfitrión.

-No sé cómo me convenciste para que la boda de Scott fuera en mi casa.

-Porque vives en una mansión.

-Demasiados cazadores aquí dentro.

-Ya ha habido muchos, ¿qué más da unos cuántos más?

Derek gruñó sin querer darle la razón, levantándose y yendo al baño para ducharse el primero.

Después de la locura de la última batalla, los días que fueron sucediendo fueron muy extraños. Stiles se recuperó milagrosamente, ya que su propio cuerpo se regeneró sin dejar señal de acónito, mientras que Derek había conservado las cicatrices de todas las puñaladas.

Scott no había querido esperar más. Había sido suficientes emociones con el ataque de los Darr para darse cuenta de que no quería esperar más, y no iba a esperar más para casarse con la chica de la que estaba enamorado desde sus tiernos dieciséis.

La cena y la noche en el hotel -regalo de Tyler- había ido muy bien, porque al día siguiente habían reunido a todos para anunciarles que se casaban en menos de un mes.

Dado a lo apresurado de la fecha, Derek ofreció su mansión para el enlace, y fueron invitando a la gente más cercana. Algunos no iban a poder asistir, pero la familia más cercana iba a acudir para estar ese día tan especial con ellos. Tyler también había ofrecido su jet -ventajas de ser millonario- para que Chris, Melissa y John pudieran acudir al enlace.

La vida había vuelto a ser normal, por raro que les pareciera. Scott y Allison habían podido mudarse, Alan había encontrado un apartamento en la ciudad y todo iba bien.