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CAPÍTULO (1/2) DEL MARATÓN

Lydia estaba mejor de sus heridas, y ya podía levantarse sola. Quería ducharse y echó a su padre de la habitación para poder hacerlo tranquilamente. Iba a ir al baño pero se giró al oír la puerta. Se trataba de Stiles. La pelirroja se sentía tremendamente violenta por la cercanía del castaño después de la noche anterior.

-¿Qué haces aquí?

-Venía a ver cómo estabas -le dijo el chico.

Al mirarla, la ola de recuerdos rompió en su cabeza, reviviendo los momentos sexuales que no había recordado al despertar de su ensoñación, haciendo que se sonrojara por completo y a la vez sintiera el asco por haber engañado a Derek.

-Pues mejor, tu labor de hombre lobo protector deja mucho que desear -repuso la pelirroja con resentimiento e intentando entrar en el baño para alejarse de él-. Si me disculpas me iba a duchar.

-Espera... -Se colocó delante de la puerta-. Lydia, lo siento. Eso que pasó... -comentó sonrojándose aún más-. No era yo. Algo entró en casa. Un ser. Se llama kanima y me hizo algo que me dejó sin consciencia hasta que la recuperé y vi que estaba encima de ti. Siento haber permitido que te fueras sola y haberte expuesto, pero estaba en shock y ahora tú vas a ser una mujer lobo porque Peter te mordió.

-¡¿QUÉ?! -gritó bastante fuerte. Entró en pánico al pensar convertirse en mujer loba. Tenía lágrimas en los ojos y se tapó la boca-. ¡No!

De repente le cambió la expresión y abrió los ojos muy sorprendida. Stiles se giró y vio a un monstruo parecido a un reptil con una larga cola como un lagarto.

También se asustó, pero tenía que ser valiente y protegerla. Se transformó, colocándose entre el kanima y Lydia, y le rugió enseñando los dientes.

-¡¡Lydia, huye!! -berreó el castaño, mirando a aquel monstruo. Era terrorífico y hacía que le temblaran las piernas. Ojalá Derek estuviera ahí.

Stiles gruñó y escuchó a Lydia bloquear la puerta del baño, encerrándose en él. El kanima sacó sus uñas y de un movimiento arañó el pecho de Stiles, que siseó violentamente.

El lagarto lo miró unos segundos y se fue de allí rápidamente. Stiles se tocó el pecho, ya curado pero notando el cuerpo raro, como el día anterior.

Recuperó su forma humana y se fue a la camilla de Lydia, apoyándose en ella. Estaba algo mareado y sentía como si se le empezaran a hinchar los testículos. Recordaba esa sensación y no le estaba gustando nada.

Stiles respiró pesadamente y gimió al notar un gran impulso de abrir la puerta del baño y follarse salvajemente a Lydia contra la puerta.

Cerró los ojos con fuerza y se dirigió a la puerta, pero a la de salida, y la abrió violentamente, yéndose a toda prisa del hospital.

Cuando montó en el Jeep ya estaba completamente empalmado y condujo con serias dificultades hasta casa de Derek. Llegó hasta la puerta y llamó incesante mientras con la otra mano se agarraba la entrepierna. Iba a perder el control como siguiera así, y quería mantener la consciencia.

Derek se dirigió a abrir la puerta rápidamente y cuando lo hizo, Stiles casi se tiró encima de él. Lo miró alarmado porque los ojos del chico estaban inyectados en sangre. El castaño apretó los dientes y lo agarró de los antebrazos.

-¿Stiles? ¿Qué ha pasado? -El otro lo miró fijamente, boqueando un par de veces con una visible lucha interna en su mente.

Sus deseos sexuales se proyectaron entonces en él. Semejante moreno atractivo tenía que ser follado sin piedad.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now