-85-

5.8K 488 62
                                    

-Delta -espetó Dean por enésima vez, con las manos agarrándole la cabeza, sentado en la cama. Tenía la mirada fija en el suelo, y no dejaba de negar una y otra vez, intentado que dejara de ser cierto. Sam estaba a su lado, con una mano en su hombro para intentar transmitirle apoyo, e Isaac estaba arrodillado frente a él, intentando que lo mirara, pero el cazador parecía estar hipnotizado.

El humano y el de rizos intercambiaron una mirada cargada de palabras que se decían en silencio, y que venían a ser que si ya Dean odiaba ser un hombre lobo, le iba a costar entender y soportar el hecho que era el hombre lobo más poderoso de todos.

Isaac le acarició el brazo, intentando que lo mirara, pero Dean se apartó bruscamente, de mal humor. Se libró del agarre de los otros dos y cambió de postura, ahora mirando a la ventana con expresión pensativa. Isaac resopló, poniendo los ojos en blanco.

-Dean... -empezó a decir Sam.

-Si vas a decir alguna chorrada de que esto no cambia nada, te pediría que te metieras la lengua en el culo.

-No hace falta que le hables así -gruñó Isaac de mal humor-. Al menos intenta ayudarte, aunque tú no te dejes ayudar.

-La única ayuda que me podríais dar es hacer que dejara de ser lobo. Pero sólo hay una forma de dejar de serlo y es matándome, y no voy a dejar que muráis -siseó Dean cerrando los ojos-. Si hubiera sabido que pasaría esto...

-¿No hubieras matado a Deucalion? -preguntó Sam anonadado.

-No, pero hubiera hecho que Derek lo matara. Ya ha sido súper alfa, ¿qué más le daría tener un título noble más?

-Ya claro. Dile a alguien que no te conozca que hubieras preferido que otro matara a aquel que te hizo ser lo que más odias -repuso el de rizos cruzándose de brazos. Dean lo fulminó con la mirada. Isaac lo observó con seriedad, y el cazador acabó suspirando y levantándose.

-Entendedme, ahora soy como el rey de los hombres lobo. Ni siquiera quise ser uno en primera instancia.

-¿Ahora yo seré un delta consorte? -comentó Isaac intentando bromear.

-Y si tú se la metes a Dean se convertirá en un súper delta -dijo Sam con una sonrisa. Dean gruñó con fastidio.

-Ya quisiera Isaac metérmela -farfulló caminando por la habitación-. ¿Cómo se supone que voy a enfrentarme al hecho de ser tan poderoso?

-No sabías que eras poderoso hasta que Deaton te lo ha contado, no seas fanfarrón -interrumpió su hermano-. Ahora nos tenemos que concentrar en el ataque al druida.

-Oye... -empezó a decir Isaac, pensativo-. ¿No crees que este ataque tenga que ver que en nuestra manada esté el delta? Quizás esos cazadores iban en busca de Deucalion y hayan sabido que ahora el mandamás es Dean...

-¿Qué? -espetó el rubio con ira, pero Sam levantó una mano, mandándolo callar.

-Tiene sentido -murmuró el castaño-, pero es una flecha Argent. Eso significa que vendría un Argent, Allison tendría que saberlo.

-A no ser que ya no la consideren "digna" por estar con un hombre lobo como Scott.

-Será mejor que hable con ella -dijo Isaac yendo hacia la puerta. Se giró y miró a Sam-. Evita que haga alguna estupidez.

-Será difícil: es especialista.

Dean gruñó antes de que Isaac saliera del cuarto, pero cerró a sus espaldas y fue hacia la habitación que Allison y Scott compartían. Llamó levemente y ante el permiso de su mejor amigo, entró en la estancia.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now