Abyss [m-preg]

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El despertador sonó al día siguiente. Se cruzó con Tyler en el pasillo una vez vestidos y ambos bajaron a la cocina a desayunar. Ante el ruido que hacían, Dean gruñó y se levantó del sofá, subiendo a la habitación para seguir durmiendo.

-No sé adónde me va a llevar esto -le explicó mientras comían un par de tostadas para acompañar al café-. Me los quiero follar a los dos todo el tiempo. A este paso me quedaré sin esperma.

-Es un tema de conversación genial para hablar por la mañana -gruñó echándole más azúcar a su taza-. No te ofendas, pero me importa una mierda el esperma de tu novio, de su hermano y mucho menos el tuyo. -La respuesta le sentó como una hostia en toda la cara.

-Tío... ¿Te pasa algo?

-Ayer Stiles se enfadó conmigo, y esta mañana no ha querido cogerme el teléfono. Siento el mal humor -murmuró con rabia entre dientes-. Odio cuando empieza con los celos sin venir a cuento.

-¿Celos? -Isaac se sorprendió-. ¡Pero...! ¿Celos de qué?

-Ésta última vez que vino estaba celoso de que mi casa oliera a ti más que a él -explicó en voz baja-. Y se apaciguó, y contándole lo de Dean y tú no sé qué película se ha hecho en la cabeza que me colgó hecho una furia y yo aún no entiendo qué ha pasado.

-A ver si se va a pensar que tú también puedes tener otro vínculo.

-Tú los has conocido a la vez, y tu caso es raro porque son hermanos muy cercanos. Stiles no tiene hermanos y llevo casi siete años ya enamorado de él. No hay lazo que no sea él y eso no lo entiende.

-Tampoco entiendo sus celos, si nadie en el mundo le puede querer como le quieres tú -le dijo-. Estará agobiado con algo, no sé...

-Yo sé por lo que está agobiado y no me lo quiere decir, pero yo lo sé: quiere mudarse aquí pero no quiere dejar allí solo a su padre. No es que haga estas cosas para no venir, sino que simplemente no sabe manejar los nervios ni las situaciones emocionalmente difíciles.

-Siempre ha tenido un punto nervioso. Si no me equivoco tiene un trastorno hiperactivo o algo así. -Se acabó el café-. Venga, vamos al trabajo y despejémonos.

-Por lo menos allí dejan de exprimirte el pene -comentó con sorna.

El trabajo estuvo especialmente complicado. Al estar ambos de mal humor empezaron a decir que si habían roto o discutido y Tyler acabó mandando a casa a un asesor y echando a su secretaria a la calle. Otro de sus asesores le dio el contrato que debería firmar Stiles cuando entrara a trabajar allí, y sonrió levemente.

Su beta no estaba mucho mejor. Es más, estaba mucho peor. Oía cuchicheos a los que no echaba cuenta, pero que taladraban su mente. Estaba deseando que empezara allí Stiles y lo pillaran chupándosela al jefe.

Como siempre se cogió el autobús de vuelta, ya que Tyler estaba buscando una nueva secretaria y aún tardaría. Tocaron al despacho, y Derek tuvo que levantarse a abrir. Entró Angie, la chica de recursos humanos. Traía una carpeta en la mano.

Pasó de largo y se dirigió hacia la mesa de su jefe, dejándola allí y esperando a que él se acercara.

-Te traigo los currículos que me han llegado durante la mañana de las aspirantes a secretaria. Échales un vistazo.

Lo miró de forma sugerente, o al menos eso parecía. Quizás fuera percepción suya, y el hecho de que la chica llevara un vestido corto embutido ayudaba a pensar que había sido de esa forma.

Le hizo una señal para que se marchara del despacho mientras abría la carpeta y le echaba un ojo a la primera candidata. Al notar que la otra no se había ido, levantó la vista.