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Y llegó el lunes. Llegó relativamente temprano, pero cuando estaba dejando el coche en el aparcamiento alcanzó a ver el jeep de Stiles llegando al instituto. Se quedó junto a su deportivo unos segundos y observó al chico aparcar dirigiéndole miradas nerviosas al alfa. Se bajó y se acercó a él sin mirarlo.

-Buenos días Stiles. Luego te veo -comentó haciéndole un gesto, ya que no era el sitio idóneo para hablar ni del beso ni de hombres lobo, por lo que entró en el instituto dirigiéndose a su despacho.

¿Luego? Claro, luego tenían lacrosse. Pero Stiles no se sentía preparado para hablar de lo sucedido, a pesar de que había tenido todo el domingo para pensar en cómo afrontar el tema y pedir opinión a Scott.

Tenía miedo de volver a hablar con él y que volviera a suceder. No estaba seguro de que dar un paso más fuera lo correcto en ese caso, vistos los contras que había sopesado. Además... ¿Realmente quería perder la virginidad con Derek? Porque eso es lo que acabaría sucediendo, y no estaba muy seguro de querer ser perforado por él. Era evidente que no iba a ser su polla la que se metiera en ningún sitio.

Andaba pensando en sus cosas cuando una voz femenina lo saludó, haciendo que volviera a golpearse con la puerta de la taquilla en la cara como sucediera hacía exactamente una semana.

-Alice... -musitó cuando la reconoció cuando se giró hacia ella.

Genial. Otro frente abierto. La chica era mona y simpática. Bueno, lo segundo no podía asegurarlo, ya que la noche de la fiesta iba demasiado borracha, pero al menos lo parecía.

La chica sonreía dolida, pero lo disimuló moviendo el pelo y apoyándose distraídamente en la taquilla que había junto a la de Stiles.

-El sábado te fuiste muy pronto, Stiles... si fue por algo que te dije espero que me perdones, no quiero que estés molesto conmigo, perdóname, ¿vale? -dijo nerviosamente. Aquella chica parecía siempre que hablaba con más velocidad que la gente normal. Stiles abrió la boca sin saber qué decirle pero se rascó la nuca encogiéndose de hombros. De repente apareció Scott junto a ambos.

-Tío Stiles, gracias por ir a recoger a mi madre al trabajo el sábado, que habiendo bebido no podía coger el coche -intervino mirando a su mejor amigo de soslayo.

-Oh, tranquilo, no pasa nada -le sonrió, agradeciéndoselo mentalmente-. Para eso están los amigos -respondió con una sonrisa y miró a la chica-. Pues... Bueno, no sé qué decirte, Alice.

No se le daba bien hablar con chicas. Casi no se le daba bien hablar con personas.

-Ah... vaya, lo siento Stiles, creía que me habías dejado plantada... supongo que eres aún más adorable porque te preocupas mucho por tus amigos. Ya nos veremos -dijo dando un saltito y plantándole un beso en la mejilla.

Stiles se agarró la mejilla con expresión estúpida y tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hizo vio la expresión de enfado de Scott.

-Ahora cuéntame por qué os fuisteis tan pronto de la fiesta... ¿te transformarse? ¿Tuvo que intervenir Derek para que no nos mataras?

-Tío, aquí... -murmuró apretando los labios-. Derek podría oírnos.

-¿Y qué coño importa? Ya sabe que sé lo que os pasa, Stiles -dijo riendo-. ¿Qué pasó?

-No quiero que oiga mi opinión de lo que pasó -insistió-. Te lo contaré después de clase. -Cerró la taquilla justo cuando sonaba la campana que anunciaba el comienzo de la jornada.

Scott lo miró anonadado y bastante molesto, pero lo siguió hasta su clase.

Derek lo había oído desde su despacho, y torció el gesto queriendo saber cuál era esa opinión que Stiles no quería que él averiguara.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now