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Al salir, Sam caminó unos cuantos metros hasta darse cuenta de que no reconocía el camino. No sabía dónde estaba ni dónde había dejado el coche a plena luz del día. Tampoco había ido a comprar la comida para Dean y él.

Lo llamó. Le costó encontrar su número en la agenda, pero lo consiguió

Dean pegó un respingo al oír su teléfono móvil y se dio cuenta que se moría de hambre, hasta entonces no lo había sentido. Y luego se acordó de que Sam había ido a por comida hacía ya horas, por lo que al ver su nombre en la pantalla descolgó enfadado.

-¡Sabes que no funciono sin azúcar, Sammy! ¿Dónde coño te has metido? ¿Te han atacado los lobos?

-Casi. -Se sentó en el borde de la acera y se rió-. No... no sé dónde estoy.

-... -Se dio en la frente con la mano, notando que estaba borracho, y sonrió-. ¿Te has emborrachado sin mí? Muy mal tío, eso no se hace. -Salió de la habitación y caminó un poco-. ¡¿Te has llevado el coche?!

-...sí. lo dejé aparcado frente al bar donde comemos a veces, pero creo que me je perdido. Te mando ubicación, ¿vale?

Resopló colgando el teléfono y preguntándose cómo coño dos hermanos eran tan diferentes el uno del otro, y empezó a caminar siguiendo el gps del móvil hasta ver su coche.

-Eres un idiota -espetó Dean al verlo sentado en el bordillo de al lado.

-Dean -dijo riendo, levantándose y tambaleándose-. Oye, no... no puedo conducir

-No me digas -dijo con ironía-. Estás borracho, ¿dónde está mi hermano el serio y responsable que estaría leyendo los casos mientras yo me emborracho? ¿En qué momento se han invertido los papeles?

-Invertido... -Montó en el coche y se echó a reír-. Invertido dice...

-¿Qué cojones te pasa Sam? ¿Por qué te ríes de la palabra invertido, tío? ¿Te han echado algo a la bebida?

-No. Sólo cerveza. -Apoyó la nuca en el borde del respaldo-. Necesito dormir.

Recordó el beso con Isaac y sintió que se encendía. Invertido...

Miró a su hermano con los ojos entrecerrados. Estaba con la respiración agitada y enarcó una ceja.

-Si no te conociera bien diría que estás cachondo. ¿Pero tú? Imposible, antes me vuelvo cura.

Se mordió el labio e intentó disimular, apartando las ideas calenturientas de su cabeza.

-Estoy borracho, imbécil, no cachondo.

-Sé que estás borracho, con una cerveza más siendo tú estarías en coma etílico. Pero estás raro, diferente -gruñó parándose en un semáforo-. ¿Qué te pasa? -Sam lo miró con las pupilas dilatadas por el alcohol.

-Nada, Dean. Vamos a casa.

Resopló enfadado y permanecieron en silencio hasta llegar al motel. Dean lo miró con el ceño fruncido y le dio una colleja.

-¡No me has comprado comida, idiota!

-¿Crees que estaba en condiciones de recordarlo? -Se dejó caer en la cama-. Ve tú si tanta hambre tienes.

-¡Pues no pienso traerte nada! -exclamó Dean indignado y yéndose de allí. Tenía bastante hambre pero quería una hamburguesa, por lo que condujo a un McDonald's.

Sam se quedó tumbado en la cama, boca arriba. La habitación le daba vueltas. No era su mayor borrachera, sin duda, pero el hecho de haberse tomado unas cuantas birras con el estómago vacío había hecho mella en su organismo, dando la sensación de que hubiera ingerido el doble.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now