Abyss [m-preg]

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ÉSTE ES EL CAPÍTULO 1 DE 2 DEL MARATÓN

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-Ese Tyler... ¿es tu ex? -le preguntó Dean a Wen. Se habían metido en el Impala mientras Sam se quedaba en el pub hablando con Malia.

-Algo así, estuvimos liados un tiempo, más que nada era cuando queríamos follar y ya, pero dejó de llamarme de repente y no volví a saber de él -dijo encogiéndose de hombros.

-Y se fue con el chico hiperactivo -comentó con media sonrisa, arrancando el coche-. ¿Te parece si vamos a mi casa mientras mi hermanito y tu amiga juegan a los psicólogos?-le preguntó, ya que los habían dejado hablando sobre sus exs.

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-Bueno, háblame un poco de Stiles, que tengo curiosidad que "de repente" se hiciera gay y te dejara -musitó Sam bebiendo de su licor sin alcohol.

-Es un chico algo rarito... A ver es el típico empollón y sólo lo veía los fines de semana, muy nervioso y a mí me ponía negra... Pero había algo en él... raro.

-¿Raro en qué sentido?

-A ver, tenía muchos secretos. Sólo estuvimos dos meses pero nunca me habló de su pasado, ni qué hacía con sus amigos una vez al mes, que se iban y no volvían hasta el día siguiente.

Sam entró en alerta interna al oír aquello, intentando que no se le notara.

-¿Una vez al mes? ¿Adónde crees que iban?

-Solía decirme que lo hacían desde el instituto, que era una tradición, pero cuando lo conocí hace tres años del mismo grupo de amigos, siempre estaba taciturno. Era un poco ratito.

-Entiendo...

Claro que lo entendía. Ahora lo entendía todo. No había sólo un hombre lobo en Beacon Hills. Era toda una manada. Tenía que contárselo a Dean.

Se despidió de ella y salió del pub justo para ver cómo su hermano se alejaba con Wen en el Impala, dejándolo tirado.

-Vaya, creo que te han dejado tirado -dijo Malia riéndose y agarrándolo del brazo-. Vamos, que te invito a una cerveza.

Entraron de nuevo y se sentaron en la barra, Sam dándole vueltas a lo que había dicho la chica sobre las acampadas de Stiles y sus amigos.

-Lo que más rabia me da es no haber sabido que me podía dejar por un tío, ¿sabes? Y ahora que me he enterado que estuvo con un tal Derek hace años... No sé si hubiera empezado con él, pero es ahora cuando me estoy enterando de estos temas -gruñó la rubia suspirando. Sam enarcó una ceja.

-¿Derek? -Ese nombre le resultaba algo familiar, pero no sabía decir dónde lo había leído.

-Sí, a ver no tengo nada en contra de los gays, pero ojala me lo hubiera dicho antes, me siento idiota porque me haya dejado por el viejo ese.

Aquello fue todo lo que necesitaba oír. Disimuló un poco, bebiéndose la cerveza a la que Malia le había invitado, mientras hablaban de asuntos banales.

Derek... Tenía que buscar información sobre él y descubrir si pertenecía a los Hale y cuál era su paradero.

-Bueno... -dijo Sam al cabo de una hora-. Supongo que mi hermano y tu amiga ya habrán tenido tiempo de pasárselo bien, así que es hora de que pida un taxi hasta casa.

-Vale, me ha alegrado poder charlar con alguien que no hable solo de maquillaje o chicos. Echo de menos de vez en cuando tratar con hombres -bromeó ella y le dio un escueto abrazo-. Supongo que te veré en fin de año.