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Sam leía el periódico mientras su hermano conducía el Impala. Habían dejado atrás un pequeño pueblo donde un espíritu vengativo había tenido atemorizada a una familia durante la Nochebuena. Tras recoger sus pocas pertenencias del motel donde se habían alojado, tocaba conducir sin rumbo fijo en busca de nuevas misiones.

-Mira esto, Dean -le dijo Sam, y leyó-. "Cuatro personas heridas por animal desconocido en Beacon Hills". -Continuó leyendo para sí mismo-. Por lo visto, las cuatro han sido hospitalizadas, y el menos grave, un chico de 22 años, ya está consciente e ingresado en planta. -Siguió leyendo por encima-. Los otros tres siguen en la UCI, y por lo visto uno de ellos no deja de balbucear que ha sido un monstruo, mientras que otro que ya está en planta dice que fue simplemente un lobo-Miró a su hermano-. Yo creo que esto es para nosotros.

-Beacon Hills... -Hizo memoria mientras conducía con mimo su precioso coche-. Recuerdo ese pueblo. Fui con papá hace unos años a una reunión de cazadores en casa de los Argent. Tú estabas demasiado ocupado con tus cosas de universitario, así que no sabes quiénes son. -Dean lo miró de reojo unos segundos y sonrió de medio lado-. Me dio tiempo de saber que la mayoría de hombres lobo murieron en un incendio que provocó la hermana de Chris Argent, y a echar un polvo con una chica muy atractiva llamada Wen que conocí en un pub por la noche. -Sonrió más ampliamente y su hermano puso los ojos en blanco-. Debe de haber escapado algún chucho de entre las llamas. ¿Qué tal si vamos a comprobarlo?

Tomó la primera salida y Sam desplegó el mapa de carreteras para poner rumbo a Beacon Hills.

***

Mientras que Scott estaba en el hospital sin separarse de Stiles, que lo había intentado mandar a su casa desde hacía horas. Ahora el castaño dormitaba, y el otro esperaba noticias de Isaac y los Argent, uno por el estado de Derek y el otro por el estado de los que fueron atacados por la bestia.

Scott estaba aún adolorido, porque el golpe de las garras de Derek y luego con la barrera de ceniza lo había dejado hecho polvo, pero había demasiadas bajas en la manada como para tomarse un día libre. Suspiró y cerró los ojos, agotado.

En el piso de Derek, Isaac estaba sentado en el sillón de la habitación principal jugueteando con el whatsapp, escribiéndole cosas bonitas a Mia para que no se enfadara mucho con él. Le dijo que no había ido a verla por el ataque que había habido en el pueblo y que no tenía ganas de perder la cabeza, aunque había estado a punto.

Pegó un salto del susto que le dio ver a Derek incorporándose, y se encogió un poco. Movió la cabeza porque se acordó de su padre, porque el dolor que sentía en su cuerpo ya hacía mucho que no le recordaba a él, pero en aquel momento fue como si volviera atrás, sintiendo las heridas de la noche anterior en sus carnes. Pero al ver el rostro desencajado de Derek, aquel que lo había salvado hacía tanto tiempo, muerto de terror, se levantó y fue hacia él.

-¡STILES! -gritó Tyler bañado en sudor.

-Tranquilízate, Stiles está bien, está vivo, deberías descansar.

-Le hice daño -musitó con una mueca de disgusto-. Tengo que pedirle perdón.

-Derek...

El moreno hizo caso omiso y se empezó a vestir a toda prisa. Isaac lo seguía con la mirada hasta que terminó de prepararse.

-¿Me llevas o voy a ir andando después de haberme vuelto una bestia?

***

Con los trajes puestos y las falsas placas del FBI, Dean y Sam no tuvieron muchos problemas aquella mañana por entrar en el hospital. Solicitaron hablar con la víctima que había estado profiriendo las acusaciones hacia un supuesto monstruo, pero los médicos no pudieron permitirles el paso ya que aún no se había recuperado del todo.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now