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-Despierta princeso -se burló Derek sentándose en la cama dejándole la taza con Nesquik en la mesilla de noche.

Se había llevado un rato intentando despertarlo pero al no conseguirlo había bajado a tomarse un café. Carmen había llegado, y al preguntarle si quería que lo despertarse a punto estuvo de pegarle una bofetada, ya que la mujer quería que el chico siguiera durmiendo.

Stiles se iba a poner como loco por no haberlo despertado, pero Carmen le había rogado que no lo molestara, que tendría que estar cansado del viaje. Sobre las diez la mujer hizo tortitas, por lo que subió a despertarlo el moreno.

-Carmen ha venido ya, ha hecho tortitas con chocolate y con nata... tranquilo que ha sobrado nata para después -bromeó dándole besos en la espalda para hacerle cosquillas.

-¿QUÉ? -Se incorporó en la cama, nervioso-. ¿Por qué no me has despertado antes? ¡Dios, qué va a pensar de mí! ¡Creerá que soy un holgazán, un vago, un dormilón, un...!

Lo calló con un beso y movió los labios, haciendo que Stiles soltara un quejido y continuara el beso. Cuando creyó que ya se habría calmado se separó de él.

-Fue ella la que me dijo que no te despertara, bajo amenaza de no hacerme de comer en una semana -se quejó-. Quería que descansaras porque se imaginaba que estabas agotado del viaje. No te preocupes, ella también está nerviosa, por eso ha hecho tortitas, a mí nunca me las ha hecho -dijo con una mueca triste. Stiles sonrió, tranquilizándose un poco.

-Va... vale. Dile que ahora bajo. Voy a vestirme y a quitarme la cara de sueño.

-Está bien, estaremos en la cocina. No tardes mucho que se enfrían las tortitas. Me llevo tu taza, pero rapidito, ¿eh? -ordenó con el ceño fruncido.

Bajó a la cocina donde estaba la mujer sirviendo en dos platos las tortitas. Tyler la ayudó a coger el chocolate y la nata y lo puso sobre la mesa. Le contó un poco lo que habían hecho en el festival del parque mientras tanto.

Stiles se puso un jersey y unos vaqueros, peinándose en el espejo. Usó la gomina de Derek para levantase el flequillo y se miró varias veces el reflejo antes de decidir que tenía un aspecto presentable. Bajó las escaleras y entró tímidamente en la cocina.

El moreno sonrió mirando hacia la puerta y fue junto a su novio, llevándolo un poco más cerca de la mujer menuda con el delantal de cuadros que los sonreía.

-Carmen, este es el famoso Stiles. Stiles, esta es la famosa Carmen -dijo con un deje divertido en la voz.

-Ay, tenía muchas ganas de conocerte, Tyler no deja hablar de ti, nunca lo había visto tan feliz -sonrió la mujer abrazándolo con fuerza y dándole besos sonoros en la mejilla.

Le sorprendió un poco aquel arrebato tan cariñoso, pero no lo desestimó. Cuando se separaron, Stiles tenía la marca del pintalabios carmesí en la mejilla, aunque apenas se notaba ya que estaba completamente rojo.

-Es un placer, Carmen. Tenía muchas ganas de conocerla.

-No me hables de usted, ¿vale? Y venga a la mesa a desayunar que seguro que estarás muriéndote de hambre, menos mal que he obligado a Tyler a dejarte descansar. -Lo sentó bajo la mirada burlona del moreno-. Estás muy delgado, seguro que sólo comes porquerías como Tyler cuando está solo.

-Cuando estoy solo me hago lo más rápido que haya -se quejó el moreno poniendo los ojos en blanco.

-Le tienes muy mal acostumbrado -dijo Stiles riéndose, cogiendo más confianza. Aún tenía la marca del pintalabios en la cara.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now