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-Pase -ordenó desde dentro. Abrieron la puerta y Scott estaba acompañado por el asesor del moreno. Le ordenó con la cabeza que se fuera de allí.

Al cerrar la puerta, Derek volvió a ser él mismo y se acercó a Scott con rapidez. El chaval lo miraba con los ojos como platos por el cambio de Derek después de seis años. El hombre hizo algo parecido a una sonrisa.

-Lo sé, sé que es un poco flipante -murmuró indicándole que se sentara. Se sentó frente a él-. Mira, ahora soy dueño de una empresa, y tengo un gran problema. Parece que lo he hecho queriendo, pero no tenía ni idea. He comprado la empresa de Stiles -dijo en voz baja torciendo el gesto.

-Vaya, estás... -empezó a decir mirándolo de arriba abajo-. Cambiado. Y las gafas te quedan bien -comentó esbozando una sonrisa, pero la broma duró poco, ya que repasó lo que el licántropo acababa de decirle-. ¿Has comprado AppRise? Ya verás Stiles cuando se entere.

-Ya lo sabe. Acabo de volver del local. Han estado alabándolo y diciéndole que es el mejor trabajador y yo tenía ganas de llorar. Yo iba a llamarte hoy o mañana para vernos tranquilamente, pero lo de hoy me ha estropeado todo. Me odia con toda su alma y yo no sé ni cómo actuar delante de él.

-Está resentido, Derek. No sabes lo mal que lo pasó cuando te fuiste. Necesitó terapia psicológica y todo y no paraba de llorar.

-Lo sé, y me siento una persona horrible. Pero ahora está bien, todo eso funcionó, yo no pude hacer eso y por eso sigo siendo un desgraciado

-¿Bromeas? Estás en un hotel de lujo, vestido con ropa carísima y prácticamente escoltado. ¿Y piensas que eres un desgraciado? -preguntó Scott atónito.

-Tuve que arrancar de mi vida a Stiles hace seis años, y a Derek Hale esa herida aún le sangra. Lleva abierta desde entonces, y la máscara de Tyler la he tenido que llevar veinticuatro horas, siete días a la semana. No he podido ir al psicólogo porque no he dejado que nadie sepa quién he sido en realidad.

-Pues eso es lo que te está matando. Stiles no se reprimió. Estaba mal y buscó soluciones, y esas soluciones consistían en abrirse a los demás y buscar ayuda psicológica. Tú has decidido maquillarte con otra identidad, así que no estás curado.

-Y Stiles tuvo que aceptar mi marcha porque fui el cabrón que lo abandonó. A mí no me dejó nadie, no puedo culpar a otra persona más que a mí mismo, que me fui para que viviera tranquilo. No esperaba verlo, y menos tan pronto.

-Hombre... pronto, lo que se dice pronto... han sido seis años. -Chasqueó la lengua-. Por aquí apenas han pasado cosas. Algún problemilla aislado, pero la verdad es que apenas nos transformamos. Beacon Hills está tranquilo por el momento.

-Al menos que me fuera ha servido de algo. -Derek suspiró levantándose y mirando los ventanales que daban a la calle-. En estos seis años sólo he trabajado. He ganado tal cantidad de dinero que cualquiera mataría por ser yo, mientras que yo hubiera matado por borrar la noche en la que dejé a Stiles -murmuró apoyando la frente en el frío cristal y cerrando los ojos-. Si él está bien habrá valido la pena pero el precio a pagar es excesivamente alto.

-Ya te avisé de que no era buena idea. Stiles ahora está bien. Está en la uni, seguimos siendo todos amigos, tiene su chica, su trabajo...

-No era buena idea pero no quería pensar en mí mismo. Cuando se trata de Stiles sólo quiero su felicidad ante la mía. Y no quería meterme en su vida, créeme, iba a tener esta reunión, iba a verte y me pensaba ir con las mismas. Pero tengo la puta puntería de comprar su empresa, habiendo miles en más lugares -gruñó Derek con disgusto.

-Bueno, ya te ha visto y no puedes cambiar lo que ha pasado. ¿Qué vas a hacer? ¿Te irás sin hablar con él? Porque imagino que no habréis podido delante de todos.

Abyss [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora