Abyss [m-preg]

-26-

Notaba el sol entrar entrando por la ventana. Abrió los ojos perezosamente y se encontró a Derek aún dormido. Su expresión era completamente relajada, y paseó su mirada por el cuerpo del moreno. Lo tenía tan definido que podría competir con un dios griego. Notó que se excitaba nada más con ver su cuerpo, pero al llegar a su entrepierna se mordió el labio. La noche anterior se habían dormido sin vestirse, por lo que el miembro completamente duro del mayor parecía que lo llamase requiriendo sus servicios.

Fue depositando besos a lo largo del torso de Derek, que no dejó de estar dormido en ese camino. Cuando llegó a su polla la cogió con la mano y la lamió como si fuera un helado. Se la metió en la boca, y Derek suspiró y gimió a la misma vez, despertándose.

-Joder Stiles -jadeó el moreno acariciándole la cabeza y aferrándose a su pelo. El chico siguió lamiendo con deleite-. Buenos días a ti también, ¿eh?

Lo apartó y se echó encima de él, acariciándolo por todo el cuerpo y besándolo por todas partes.

-Así da gusto madrugar... -Lamió el pecho de Stiles, que suspiró enredando sus dedos en el pelo del mayor-. Vas provocando nada más despertarte y ahora tengo ganas de follarte, ¿quieres que lo haga? -murmuró yendo a sus labios y besándolo intensamente.

Stiles le arañó suavemente la espalda mientras gemía contra su boca. Sus manos subieron hasta la nuca del moreno y tiraron del cabello que le nacía ahí.

-Dios... fóllame, campeón -le dijo entre jadeos-. Reviéntame el culo.

-Lo que tu desees, mi alfa -dijo Derek con burla pero mordiéndose el labio.

Cogió el lubricante y Stiles se puso bocarriba, pero como Derek hizo pucheros el chaval puso los ojos en blanco y se dio la vuelta. El moreno jadeó y se colocó para preparar al castaño, que aún estaba algo dilatado por la sesión de sexo de la noche anterior.

No tardó en prepararlo, ya que Stiles se estaba masturbando a la vez que él lo dilataba, y se situó en la entrada del chico. Se tuvo que contener para no metérsela de golpe, porque aquella visión de Stiles a cuatro patas le ponía muchísimo.

Cuando estuvo completamente dentro alzó el cuerpo del castaño, pegando su espalda a su pecho mientras éste serpenteaba sus manos por su cuerpo. Cogió su polla y comenzó a masturbarlo a la misma vez que le mordía la nuca y se la metía más hondo.

-No sabes lo que te quiero, Stiles -gruñó con la voz cargada de deseo.

El otro gruñó de vuelta, imitándolo. Tenía la cabeza gacha y los ojos cerrados. Aquella postura era algo dolorosa, pero tan profunda que hacía que la piel se le pusiera de gallina. La sentía toda completamente dentro, apretada contra las paredes de su recto.

-...Ten cuidado... -Fue lo único que salió de sus labios.

Y es que la tenía tan grande que tenía miedo de que pudiera desgarrarle al follarle en aquella posición.

El mayor la sacó con cuidado, para que Stiles se acostumbrara a la intrusión. Con dolorosa lentitud volvió a meterla más hondo que la vez anterior. Le lamió la columna y le cogió la erección para masturbarlo. Estaba deseando dejarse llevar y follárselo con fuerza, pero eso lo había hecho con sus anteriores compañeras de cama, pero él era Stiles, no quería hacerle daño.

-¿Estás bien? -gimió Derek con voz ahogada y besando el omóplato del chaval.

El chico asintió con la cabeza. Parecía que lo fuera a partir, pero podía soportarlo.