Abyss [m-preg]

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Stiles bajó después de darse una ducha rápida y encontró a Tyler y Carmen hablando animadamente en la cocina mientras ella continuaba con sus tareas.

-Hola -los saludó, entrando-. Hum... Carmen, ¿quieres que te ayude en algo?

El moreno le sonrió a la mujer y le dio un beso en el pelo a Stiles. Llenó la botella de agua y se excusó yéndose a la ducha.

-Si quieres me puedes ayudar a doblar las sábanas, y así me cuentas un poco sobre dónde vives, ¿vale? Que sólo he estado en Estados Unidos una vez...

-Claro que sí -dijo sonriente, contento de poder ayudar y de que la mujer mostrara interés en él.

Se dirigieron al cesto donde Carmen había recogido previamente las sábanas para doblarlas y empezaron con la tarea.

-¿Qué quieres saber?

-Háblame de tu familia, de cómo conociste a Tyler, que has estudiado... En fin, todo lo que quieras contarme -contestó ella amablemente y puso una cesta de ropa limpia delante de ambos. Cogieron una camiseta cada uno y doblaron con habilidad. Por lo menos la mujer, Stiles lo intentaba.

-A Tyler lo conocí porque fue mi entrenador en el equipo de lacrosse del instituto. Me gustó desde el primer momento en que le vi, aunque sólo físicamente -explicó mientras intentaba doblar correctamente unos calzoncillos del moreno-. Era bastante serio y cortante conmigo, pero al mismo tiempo mostraba interés en mí, así que al principio le tenía algo de manía.

-Vaya, nunca me dijo que fuese entrenador en Beacon Hills -dijo sonriendo-. Tyler es muy cortante al principio, aunque nunca lo había visto tan feliz, cuando lo acabe conociendo vi que era muy buena persona. Es un hombre bueno de corazón aunque choque al principio -comentó con una sonrisa-. ¿Y de qué trata el lacrosse? No conozco ese juego. ¿Eras bueno?

-Bueno, es algo complicado de explicar así de pronto. Digamos que es un deporte que juegan dos equipos de diez jugadores, llevamos un stick, que es un palo con una red con la que atrapamos la pelota, e intentamos colarla en la portería contraria. Yo era bastante bueno, la verdad -le comentó, omitiendo el detalle de la licantropía. Estaba seguro de que Derek no le había contado nada-. Al principio no quería que pasara nada entre Tyler y yo, no sólo porque fuésemos entrenador y jugador sino porque yo era menor. Al final pasó lo inevitable y al principio tuvimos que llevarlo en secreto.

La mujer alzó ambas cejas, asimilando la nueva información sobre su jefe. Así que Stiles era un amor de hace años, aquello explicaba muchas cosas, sobre todo el hecho de que hubiera vivido amargado sin él todos esos años.

-¿Y qué os pasó? ¿Qué pasó para que rompierais? -Stiles se quedó unos segundos pensando en cómo adornar la historia sin mentirle demasiado.

-Yo tenía 16 años, y mi relación con Tyler me gustaba, pero había tanto secretismo que me provocaba muchas preocupaciones, por no hablar que a él podían acusarle de pederastia o algo parecido al ser yo un menor. Un día estallé y le dije todo lo que odiaba de nuestra relación, y bueno... Él pensó que lo mejor era alejarse de mí para que fuera feliz. Y no le volví a ver hasta hace un mes o así, cuando vino a Beacon Hills a ver la franquicia donde trabajo.

-No sé por qué, pero no me extraña nada del Tyler que conozco. Él prefiere que la gente esté bien y cómoda antes de su propia felicidad. No sabes cómo me alegro que al final hayáis podido resolver todo eso y volver a estar juntos, no he conocido a ninguna pareja en estos años y se sentía muy solo.

El moreno sonrió desde la planta de arriba, donde había estado escuchando toda la conversación de su novio con Carmen. Siempre se sentía mal por cotillearle las conversaciones pero... Le había sido imposible ignorarlos.