Abyss [m-preg]

-6-

De nuevo se vio corriendo hasta la mansión del bosque.

Derek lo esperaba sentado en las escaleras del porche. Estaba dispuesto a hablarle de lo de la fiesta y a explicarle los motivos que casi le obligaban socialmente a ir.

-Hola de nuevo -lo saludó, ya que en lacrosse habían coincidido pero no habían hablado nada en privado.

-¿Por qué parece que te vaya a dar un ataque al corazón? -preguntó el moreno nada más lo tuvo delante-. Parece que tengas un megáfono en el pecho, Stiles, ¿estás nervioso por algo? -inquirió enarcando una ceja.

-¿Tanto se me nota? -Se paró un momento a descansar y luego se acercó un poco más a él-. Quería consultarte algo, como alfa que eres.

-Te leo como un libro abierto Stiles, eres demasiado obvio -sonrió de medio lado-. Venga, ladra y pregunta lo que sea.

-Sé que este sábado es luna llena. Mi primera luna llena -añadió, serio-, pero hoy es lunes, y por lo que me dijiste estoy progresando bien. ¿Crees que de aquí al sábado podríamos... entrenarduroyasípoderiralafiestadecumpledeLydia? -Lo dijo todo rápido, pisándose a sí mismo y con los ojos cerrados con fuerza, temiendo su reacción.

Abrió los ojos tan asombrado por la estupidez de su beta que casi sacó los dientes para arrancarle la garganta. Respiró intentando tranquilizarse y apretó los puños.

-Stiles, ¿me lo estás diciendo en serio? De verdad... ¿De verdad eres tan estúpido? -gritó irritado. Vio al chico encogiéndose-. ¿Quieres matar a Lydia? ¿Es eso Stilinski? ¿Quieres arrancarle de un bocado la garganta y que se desangre? Es tu primera luna llena Stiles, no puedes tomártelo a la ligera. No puedes estar alejado de mí esa noche.

-Ya... pe...pero... -musitó temblando como un flan-. Había pensado en... ir más tarde. Cuando me haya podido controlar... y que... quizás... Tú podrías venir conmigo. Eres mi entrenador. Si preguntan, puedes decirles que estoy débil físicamente o cualquier cosa que se te ocurra, y si vemos que es imposible me sacas de allí.

Casi le hizo sonreír aquella invitación. Se iba a sentir ridículo entre todos esos chavales, pero la verdad es que no podía perder de vista a Stiles, por lo menos aquella noche. Y le daba pena el estado del chico, temblaba y parecía tan compungido como si se fuera a echar a llorar.

-No voy a permitir que te alejes más de cinco metros, Stiles, así que liga otra noche porque no quiero tener que verte follar -bromeó.

-No se trata de eso. Sé que no ligaré con nadie, pero... joder, Derek. Tú has sido adolescente. Aunque... -Mirándolo de arriba abajo-. No tienes pinta de haber sido de los nerds. El caso es que yo siempre soy un cero a la izquierda. Hasta Scott tiene más suerte que yo, y acudir a esa fiesta... significaría mucho para mí y para mi reputación. No quiero ser el único pringado que falte.

-¿Y por qué demonios dices que no ligarás con nadie, Stiles? Que Lydia no tenga ojos en la cara no significa que otra chica no se pueda dar cuenta de que existes. Mira, yo no fui un adolescente corriente, ¿sabes? Di clases en casa con mis hermanas, y no sé qué son las fiestas, ni he tenido la época de ligoteo, ni desesperación por mojar como tienes tú -dijo con los ojos en blanco-. Pero claro, en el instituto público es otro rollo... -Se lo pensó unos segundos y suspiró resignado-. Vale Stiles, iremos. Si en algún momento veo que te descontrolas pienso sacarte a rastras de allí.

-Gracias -sonrió-. A ver, yo tampoco quiero complicar las cosas. Primero vendré aquí, o adonde me digas, y me atarás durante los primeros minutos de luna llena. Si resisto al influjo me soltarás e iremos a la fiesta, pero si ves que me descontrolo lo dejaremos pasar. ¿Te parece bien?