Abyss [m-preg]

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Maratón (2/2)

Un mes más tarde, Stiles fue informado por su jefe de que recibirían la visita de Tyler Hoechlin, fundador de Hoechlin S.A., en una auditoría para revisar que la franquicia respetaba la logística establecida así como comprobar la manera de trabajar de sus empleados.

El jefe estaba bastante nervioso, ya que no era habitual que el mismo Hoechlin se desplazara a los establecimientos. Normalmente se enviaba a otra persona que era la encargada de hacer el informe y hablar con los franquiciados.

Stiles apenas sabía nada de ese Tyler, sólo que era el fundador, que no llegaba a los treinta y que en tan sólo seis años había pasado de ser un don nadie a soltar pasta hasta por las orejas. Ni siquiera sabía cómo era físicamente, pero no le importaba. Sólo le ponía nervioso el cometer alguna cagada delante de él y que fuera despedido al instante. Necesitaba ese trabajo para pagarse los estudios.

Su jefe le había tranquilizado, asegurándole de que era el mejor de los tres empleados que tenían a pesar de ser el único que trabajaba a tiempo parcial, y que se limitara a trabajar como siempre para que todo saliera bien.

Para colmo, el día que tenían la auditoría coincidía con los dos meses que cumpliría saliendo con Malía, y pensaban quedar para cenar.

Stiles ni siquiera sabría decir si le alegraba cumplir meses con ella. Cada día tenía más claro que estaban juntos "por estarlo", porque habían sido los únicos del grupo que estaban sin emparejar, y entre los amigos y la presión no les había quedado otra que empezar a salir a ver qué pasaba.

Quizás acabara dejándola en cuanto encontrara el valor para hacerlo. No tenía claro qué sentía ella y no quería herir sus sentimientos ni estropear la amistad que tenían.

***

Tyler se encontraba en su mansión preparando todo el equipaje que pudiera necesitar. Sólo iría un par de días a Beacon Hills, pero quería ver qué tal estaba su antigua manada, aunque no estaba seguro de querer ver a su ex novio. Su asistenta le empezó a hablar rápido en español, seguramente quejándose de que dejara todo por medio, y Tyler puso los ojos en blanco. La mujer regordeta lo miró con una sonrisa, y el moreno la correspondió con una un poco menos pronunciada. Recogió la ropa que le tendía y cerró la pequeña maleta.

A la mañana siguiente saldrían en el jet muy temprano por la mañana, por lo que no quiso entretenerse mucho más y mandó a Carmen a su casa y le prometió varias veces que se lo pasaría en grande le traería un recuerdo. Aquella mujer era de las pocas personas a las que dejaba entrever un poco cómo era en realidad. Que aunque estuviera roto había algo bueno dentro de él.

A la mañana siguiente se vistió con una camisa blanca, chaleco y vaqueros grises y se preparó bostezando ante el espejo. No había dormido nada por culpa de los nervios y de si su antigua manada sabría que su ex-alfa estaba en el pueblo.

Condujo su coche hasta el aeropuerto y cogió los papeles que le dio su asesor para revisar los puntos de la reunión que tenían que abordar con más urgencia. Salieron sobre las seis de la mañana aunque la reunión sería a las tres.

***

Stiles salió de la universidad y cogió el jeep para ir a la tienda. Aquel día tenían la auditoría allá sobre las tres. Su horario no empezaba hasta las cinco, pero su jefe le había pedido el favor de que estuviera presente durante la misma para que pudieran ver su trabajo.

Le había dicho a Malia que quedarían en cuanto acabara la reunión, pero sin saber exactamente a qué hora sería. Debido a la incertidumbre, aquel día se había vestido directamente con camisa azul oscuro y pantalón negro para no tener que pasar por casa a cambiarse.