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Este capítulo es corto, pero mañana compenso con maratón (que tiene smut Sterek sdjfghsdg). Hoy no lo puedo colgar porque estoy que me caigo de sueño y he de revisarlos, así que mañana doble :3

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Al día siguiente Sam llamó a Isaac para quedar. Dean le había pedido el favor de dejarle el motel a solas para traer a Wen, a lo que él había accedido encantado. Era una buena coartada para poder estar con Isaac sin tener que dar explicaciones.

Se limitó a decirle que iría a la biblioteca de Beacon Hills y se entretendría solo por ahí. Dean estaba tan desesperado por echar un polvo con la mujer que apenas le escuchó y casi lo tuvo que echar a empujones de la habitación.

Cuando llegó a casa de Isaac, después de desayunar, le sonrió después de verle al otro lado de la puerta. Entró en casa, y tras mirarle unos segundos se acercó a sus labios y lo abrazó mientras lo besaba.

-¿Me has echado de menos?

Sonrió contra su boca al escucharle decir eso y lo besó con ganas pasándole las manos por el cuello, profundizando el contacto. Suspiró y se separó un poco de él.

-Demasiado para conocerte de tres días, diría yo. No sé qué demonios pasa contigo pero joder... -Lo besó más profundamente-. Necesitaba esto -murmuró sonriendo.

Tiró de él y lo sentó en el sofá, colocándose a horcajadas sobre él y besándolo con fuerza. Jadeaba contra su boca y se separó un poco de él, mirándolo con media sonrisa.

-¿Me has echado de menos tú a mí? -preguntó mordiéndose el labio inferior.

-No he pensado en otra cosa que no seas tú en las últimas horas. -Le acarició los muslos-. No sé qué narices me está pasando. Eres casi un desconocido, y hasta hace pocos días te tenía como enemigo en potencia, y de la noche a la mañana no paro de pensar en ti todo el rato.

-Es muy Romeo y Julieta... Julio -se corrigió riéndose.

Cerró los ojos con la frente apoyada en la de Sam, respirando su aroma. Era diferente al de un humano normal, uno que lo atraía y le ansiaba pegarse a él como una lapa. Notó los labios del castaño y alargó el beso, enredando los dedos en el pelo de Sam y frotándose contra él.

-Mmm... ¿Ya? -jadeó al notarlo encendido-. Esperaba que nos dijéramos más moñadas antes.

-Puedes decirme moñadas mientras me froto. Es muy de perro, sí -dijo poniendo los ojos en blanco para luego reírse.

Sam le quitó la camiseta y empezó a besarle por el cuello mientras acariciaba suavemente su espalda.

-Mi hermano estará ocupado con Wen toooodo el día -siseó, mordiéndole la mandíbula-. ¿Tienes prisa porque me vaya?

-No, pensaba mandarte whatsapps todo el día -admitió con una risita-. Es mucho mejor tenerte aquí, la verdad. -Suspiró sintiendo los besos de Sam y sus caricias, y le cogió la cara con las manos, pasando los pulgares por sus mejillas con suavidad-. ¿Qué te apetece hacer?

-Me apetece llevarte a la cama y hacerte una mamada por primera vez, a ver qué tal se me da. -Se mordió el labio inferior.

-Oh -gruñó excitándose un poco más y suspiró con una sonrisa.

Se levantó y tiró de la mano de Sam para que lo siguiera a su cuarto. Cuando entraron volvieron a besarse con fuerza y Sam lo empujó hacia la cama, haciendo que cayera con una sonrisa canalla.

La ropa tardó poco en salir, al contrario del día anterior que les había costado desnudarse al estar más dudosos y cortados. En esos momentos sólo habían necesitado segundos para echar fuera toda tela que los cubriera.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now