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Estaban todos en el salón del apartamento en el que vivía Deaton. Algo apretados, pero ninguno quería perderse la ecografía de Stiles. Se había puesto enorme, y eso que sólo habían pasado dos meses y medio. Había algo raro en su embarazo, y todos querían saberlo.

-Bueno, ¿preparado? -preguntó Alan con el transductor en la mano, preparado para recorrerle la barriga con él.

-Qué remedio... eso tiene pinta de estar helado -se quejó Stiles poniendo una mueca, sonriendo acto seguido por la caricia de Tyler en su pelo.

-Es necesario, no sabemos por qué estás tan enorme y queremos saber que hay ahí dentro.

-Bueno, vale. Me has convencido -repuso el castaño por las palabras de su marido.

-Venga, que no tenemos todo el día -azuzó Dean poniendo la mirada en la pantalla de la máquina.

Deaton comenzó a deslizar el transductor por la barriga del castaño, con lentitud. Frunció el ceño mirando la imagen, al principio sin distinguir nada. Poco a poco y a medida que movía el transductor, iba distinguiendo formas.

No dijo nada, pero las formas no eran humanas. Y eran varias. La cara de Derek mostraba que sabía lo que se le venía encima. Stiles seguía con la cara de confusión, pero veía la de su marido y estaba más intrigado con lo que pasaba.

-Sé que sabéis algo y que no me lo estáis contando ninguno de los dos -se quejó Stiles.

-¿Eso no son perros? -comentó Scott acercándose a la pantalla.

-Serían lobos -repuso Isaac poniendo los ojos en blanco.

-Cachorros -corrigió Derek de mal humor.

-¿Cachorros? ¿Pero cuántos hay? -preguntó Sam. Stiles miraba a todos con cara de susto.

-Veo cuatro -murmuró Alan.

El silencio invadió la estancia, y la mirada del castaño se posó en su marido, que se mordía el labio inferior. Sus ojos buscaron lo de Stiles, y sonrió levemente. Enseguida se sintió algo mejor, pese a la cara de susto de los demás.

Alan dejó a un lado el transductor y fue hacia un libro que tenía en una de las estanterías. Lo observaron hojeando las páginas y levantó la vista.

-Bueno, tengo dos noticias, una buena y una mala.

-Vaya, odio las malas noticias -espetó Stiles resoplando-. Di la buena primero.

-Tu embarazo va a durar como los embarazos de las lobas, unos dos meses y medio. -Ante las palabras de Deaton, se puso a pensar y a calcular el tiempo que llevaba embarazado, pero parecía que Derek ya la sabía.

-¿Y la mala? -preguntó Allison.

-Que tengo que operarlo hoy mismo -murmuró el druida cerrando el libro.

***

-Voy a estar toda la operación aquí -le aseguró Tyler besándole por enésima vez en la frente.

-Más te vale -repuso Stiles haciendo un puchero.

Estaban en una clínica privada, donde Alan había pedido como favor especial uno de los quirófanos para realizar la operación. Stiles estaba totalmente preparado para la intervención, y Deaton esperaba para ponerle la mascarilla de la anestesia.

Tyler le dio un último beso en los labios y el castaño asintió al druida, que le puso la anestesia. Derek le acarició la frente mientras lo veía dormirse lentamente. Cuando terminó de hacerle efecto, Deaton comenzó a preparar sus instrumentos.

Abyss [m-preg]Where stories live. Discover now