Poisoning the World : Envenenando al mundo

CAPITULO 135: Camarada

"No hay necesidad de comprobarlo. Está muerto", dijo Ning Xuemo. Su rostro parecía algo pálido mientras se sentaba a una rama de un gran árbol.

Parece que las pocas provocaciones que utilizó antes habían consumido la mayor parte de su fuerza.

Aunque lo que decía sonaba descuidado, su tono llevaba completa certeza.

Puesto que el número 2 podía convertirse en el guardia más cercano de Ji Yunhao, implicaba que él también poseía habilidades verdaderas y una mente rápida.

Así entendió inmediatamente. "¡Este racimo de zarzas es venenoso!"

Sin embargo, recordó que esas zarzas tenían poca toxicidad. Cuando fue perforado por las espinas causaría dolor abrasador, pero estaba lejos de ser mortal. ¿Podría ser que el veneno de las espinas es la picadura del Ciempiés del Dragón Volador?

Este tipo de situación lo desconcertaba. Subconscientemente, quería ir allí para investigar.

"Si crees que no está muerto, puedes bajar y comprobar". Ning Xuemo habló.

El número 2 paró sus pasos. Levantó la cabeza para mirar a Ning Xuemo. Que se sentó en una rama, sus piernas balanceándose en el aire. Parecía 3 partes descuidadas, 6 partes relajadas y 1 parte seria.

"¿Has puesto veneno en ese matorral de zarzas?" El número 2 lo adivinó y fue un 80% correcto.

Ning Xuemo sacudió la rama y sonrió. "Si tu amo estuviera aquí, ¿todavía intentarías averiguar la situación para llegar al fondo?"

El número 2 se ahogó. Si su amo estuviera aquí, ciertamente no lo haría.

Él ahuecó sus manos. "Perdóname. Este subordinado ha excedido su lugar. "

Ning Xuemo inclinó su cuello hacia un lado, mirándolo fijamente. De repente, se echó a reír. "La verdad es que no me estaba quejando seriamente por ti. Cualquier lugar que a menudo tenía alimentos grandes y viciosas criaturas amadas muy probablemente también contenía su némesis. Antes, estaba tratando de encontrar su némesis. Como era de esperar, encontré varios árboles que contenían savia que crecía en la ladera, donde habitaba un cierto tipo de mole. Ese lugar tenía muchas huellas del ciempiés. Con su enorme cuerpo, devastó el medio ambiente en un desastre horrible. Esta es la prueba de que a menudo venía a cazar. Sin embargo, había varios árboles y plantas no dañados. Era evidente que esos árboles y plantas eran su némesis. Por lo tanto, manché el jugo y la savia de esas plantas y árboles sobre las espinas de las zarzas ... "

Número 2 repetidamente jadeó. "Aún así arriesgaste. ¡Si por casualidad esos árboles y plantas no fueran efectivos, ignorantemente volviendo y provocando al ciempiés ciertamente te condenara! No deberías haber vuelto ..."

"Si no volviera a ti, ¿no habrías ya caído muerto? No voy a abandonar a ninguno de mis compañeros." Ella volvió a inclinar la cabeza y lo midió. "A pesar de que era innecesario que me protegiera, después de todo, secretamente me protegiste todo el camino hasta aquí."

'¿Camarada?' Se sorprendió que lo considerara un camarada.

El corazón del número 2 se calentó. Personas como él son a menudo considerados como forraje de cañón o escudos de carne desechables por sus amos. Esta fue la primera vez que fue considerado como un compañero por proteger a alguien ...

Originalmente, fue enviado para proteger a Ning Xuemo en la oscuridad, y en algún lugar dentro de su corazón, se sentía agraviado por tener que proteger a una basura. En la actualidad, sin embargo, sus quejas se convirtieron en sentimientos de agradecimiento.

Un resplandor resplandeció dentro de sus ojos. Una vez más, hizo una reverencia a Ning Xuemo. Su corazón ya había decidido. Prometió su vida para proteger a la señorita Ning y ayudarla, no porque fuera su misión, sino por la bondad que demostró al reconocer su valor ...

"Señorita Ning, ¿a dónde vas a ir después?"

Ning Xuemo parpadeó. Ella respondió con algo irrelevante: "Tengo hambre".

El número 2 respondió de inmediato: "Señorita Ning, ¡por favor, espere a que este subordinado vaya a cazar algo de comida!"

........

Ya era tarde. Aunque estaban muy por encima del nivel del mar, el ardiente sol que brillaba allí no podía calentar la densa jungla, dejando el lugar donde se encontraban completamente fresco y refrescante.