53. Lunática

249 54 217
                                    

—¿Cómo es que no me llamaste al instante? ¡Dime, dime, dime! ¿Qué te pusiste?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Cómo es que no me llamaste al instante? ¡Dime, dime, dime! ¿Qué te pusiste?

Ruedo los ojos, aunque ella no está viéndome. Juliana quiere saber de todo lo que pasa en mi vida incluso antes que yo, y es comprensible que ahora se muestre indignada porque hace mucho llegué a casa, me duché, me vestí, y es apenas ahora que, mientras espero a que Liam venga por mí, he decidido llamarla para contarle de la invitación.

Necesito saber si llevas puesto algo caliente que lo vuelva loco, ¡descríbeme tu atuendo ya! —exije con esa voz que por momentos se vuelve insoportable.

Cierro los ojos con fuerza por sus chillidos y me despego el celular de la oreja, coloco el altavoz y dejo el celular a un lado de la cama, donde permanezco con la vista fija en la pantalla.

Yul...

—Ya, déjame adivinar —me interrumpe—. Te pusiste uno de esos jeans de tiro alto que tanto te gustan, ¿cierto?

—Ajá —digo con una sonrisa, mientras espero su reacción: un grito exasperado.

Ya la conozco bien, por alguna razón dejé de lado el aparato. No quiero padecer de afecciones auditivas siendo tan joven.

Mira, querida estúpida, entiendo que tus amados pantalones hacen notar más tus caderas, esos nalgones que te gastas y toda la cosa, pero, ¿en serio? Te exijo que la próxima vez que pase algo como esto, pases a mi casa a recogerme para asesorarte. ¡Vas a salir con el chico que te gusta, Arya del demonio! Tienes que verte más guapa.

Ya hablamos de eso, iré a ver una película a su casa, no a una boda. No empieces.

Sí, sí. Ya sé por dónde vas, pero no me discutas. Mejor dime qué otra cosa llevas puesto, tengo que saberlo todo.

Jeans verde olivo, blusa de rayas blanco y negro y chaqueta de mezclilla.

¡Ay, no! Bueno, sí, ya te imaginé divina a pesar de lo bruta que eres para estas cosas. Genial todo. Ahora envíame una foto —ruedo los ojos una vez más, pero río.

¿Para que querías que te dijera todo esto entonces?

—Solo para molestarte. Creí que mientras más te hable, más posibilidad tenía de convencerte —bufo.

Escucha, Taylor, hace meses terminé una relación para la que me estaba esforzando más en estas cosas y, ¿cómo acabó? Mal. No se lo pondré fácil a nadie más, mucho menos a Bonetti. Si ahora voy a empezar algo nuevo, me aseguraré de sentirme cómoda y feliz yo, no lo haré por nadie más, y si la otra persona me va a querer y a respetar tal cual, entonces perfecto.

Vaya... —dice tras eternos segundos de silencio—. Me has dejado sin palabras.

Niego con la cabeza y voy a responder, pero veo encenderse la pantalla y observo la ventana emergente de WhatsApp que aparece, anunciándome un mensaje de Liam con cinco minutos de anticipación y sonrío tontamente, ha sido puntual una vez más.

Canela ©Where stories live. Discover now